Energía

El autoconsumo en Cataluña suma ya la misma potencia que una central nuclear

  • La transición energética puede generar 188.000 empleos en la comunidad autónoma hasta 2030
  • Los ambiciosos objetivos de renovables de la región quedan todavía lejos

Estela López

Desde la aprobación del Decreto ley 24/2021, de aceleración del despliegue de las energías renovables distribuidas y participadas en Cataluña, en octubre de 2021, y después de una década de parálisis en materia de energías renovables, se ha otorgado la autorización administrativa a 104 instalaciones eólicas y fotovoltaicas que suman 1.484,79 MW y el acta de puesta en servicio en 6 instalaciones que totalizan 106,58 MW. Además, se han puesto en servicio hasta 78.000 nuevas instalaciones de autoconsumo fotovoltaico, para alcanzar las más de 91.000 que en la actualidad funcionan en Cataluña y que suman 1.061 MW de potencia, el equivalente a una central nuclear, según los datos difundidos este miércoles por el gobierno catalán.

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha destacado en rueda de prensa que ya hay casi 92.000 hogares y empresas en Cataluña que han instalado placas solares, y ha avanzado que para finales de año se prevé llegar a 100.000 instalaciones fotovoltaicas, siendo "el territorio del Estado con más instalaciones de estas características".

Ha agregado que se ha pasado de 9MW de potencia renovable autorizados en Cataluña en la última década, a "1.590 hoy, y llegaremos a 3.000 a final de legislatura".

Con todo, hacen falta meses e incluso años para que las autorizaciones administrativas se conviertan en proyectos de construcción y en generación de energía, con lo que empresas y profesionales del sector energético -con los que se ha reunido hoy Aragonès- dudan de que se puedan alcanzar los ambiciosos objetivos de la Prospectiva Energética de Cataluña 2050 (Proencat), que calcula que será necesario implantar hasta 62.000 MW de energías renovables en Cataluña desde ahora hasta 2050 para lograr la descarbonización.

En cualquier caso, para hacer frente a un reto tan mayúsculo como la transición energética, el departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de la Generalitat ha incorporado a 141 personas vinculadas a programas relacionados con la transición energética.

Parte de este nuevo personal está directamente relacionada con la tramitación de proyectos de energías renovables, tanto por la parte energética como ambiental, y el resto está relacionado con ámbitos como la movilidad sostenible o la pobreza energética.

Por otro lado, la Generalitat ha destinado más de 260 millones de euros en líneas de ayudas relacionadas con el uso de energías renovables, ya sean para el autoconsumo, para el uso térmico en la industria o por a la constitución de comunidades energéticas, entre otras.

Potencia, inversiones y empleo

La Proencat establece que la descarbonización de la sociedad catalana con el horizonte en 2050 requerirá inversiones por valor de 84.000 millones de euros, de los cuales 56.000 millones vinculados a las energías renovables.

Además, se estima que si la transición energética avanza al ritmo previsto por la Proencat, generará 188.000 puestos de trabajo hasta 2030, de los que más de 65.000 están directamente relacionados con las energías renovables.

El consejero de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural, David Mascort, ha reconocido que actualmente solo el 10% de la potencia instalada en Cataluña es eólica y fotovoltaica, pero se ha mostrado confiado en alcanzar los objetivos de la PROENCAT gracias a la aceleración de las tramitaciones del último año y al ritmo de recepción de proyectos.

Cuando la Generalitat presentó la Proencat en febrero de 2022, sus objetivos suponían multiplicar por 18 la potencia de energías renovables instalada entonces en la comunidad autónoma.

En base a la Proencat, en 2021 faltaba un 80,7% para cubrir los 69,1 TWh estimados por la administración catalana para 2030, mientras que en 2022 este porcentaje ha sido del 83,1%, según el Observatorio de las Energías Renovables de Cataluña, que ve inviable cumplir las metas fijadas si no se soluciona el principal lastre que tienen identificado: la lentitud en las tramitaciones.

De hecho, según datos de la consultora dialEC, Cataluña ha visto caer 50 parques renovables y más de 1.000 millones de inversión porque no han logrado a tiempo la declaración de impacto ambiental exigida por ley, debido a factores como el incumplimiento de plazos y la falta de documentación.

Con datos del Observatorio de las Energías Renovables de Cataluña, en 2022 la capacidad de generación eléctrica renovable en Cataluña creció en 405,04 MW (97,49 MW eólicos, 13,15 MW fotovoltaicos, 294,01 MW de autoconsumo fotovoltaico y 0,39 MW de otros), cuatro veces más que en el año 2021.

A pesar de este incremento, queda lejos de los 757 MW fotovoltaicos y 440 MW eólicos terrestres anuales que, según estima la Proencat 2050, deberían implantarse cada año de aquí a 2030.