Scott Sheffield, el rey tejano del petróleo que elevó Pioneer hasta Exxon a lomos del fracking
- Fue clave en el desarrollo de la Cuenca Pérmica de Texas
Javier Fernández Sánchez
Esta semana se ha anunciado la absorción de Pioneer Natural Resources por parte de Exxon Mobil Corporation. Así lo informaron las dos firmas el pasado 11 de octubre en un comunicado conjunto en el que señalaron que el valor total de la operación ascendía a los 59.500 millones de dólares. Según sus cálculos, Exxon acumulará una capacidad conjunta de 16.000 millones de barriles de petróleo en la Cuenca Pérmica de Texas, uno de los campos de petróleo más grandes de EEUU y cuyo desarrollo no puede comprenderse sin el papel de Scott Sheffield, CEO de Pioneer. Según explicó el multimillonario a Financial Times, si se suma el gas natural y sus derivados al petróleo, la Cuenca Pérmica "es tan grande como Arabia Saudí".
Scott Douglas Sheffield nació el 4 de junio de 1952 en Dallas, Texas. Hijo de Hugh D. Sheffield, ingeniero petrolero y ejecutivo de ARCO – red de gasolineras propiedad de Marathon Petroleum -, realizó sus estudios de secundaria en Teherán (Irán), periodo en el cual jugó al fútbol americano en la posición quarterback. Posteriormente, Scott, siguiendo el ejemplo de su padre, inició sus estudios como ingeniero petrolero en la Universidad de Texas, aunque los interrumpió por falta de motivación. Como consecuencia, su padre le mandó a trabajar a una planta petrolera marina durante seis meses, tiempo suficiente como para que el joven Scott recapacitara y decidiera retomar sus estudios universitarios, completándolos en 1975.
Ese mismo año, Sheffield comenzó a trabajar como ingeniero de yacimientos para Amoco Production hasta 1979, cuando ingresó en la plantilla de Parker & Parsley Petroleum. En esta empresa, considerada "la tumba de las esperanzas de los hombres del petróleo" según FT, el joven Sheffield, nacido en una familia vinculada al negocio del oro negro, comenzó a desarrollar sus habilidades. En tan sólo seis años, ascendió al puesto de director ejecutivo, y en 1991 entró a formar parte del equipo directivo de la firma -integrado por seis miembros-, donde logró virar el rumbo de la compañía hacia la obtención de terrenos.
Fue entonces cuando la firma se hizo con el campo de petróleo Spraberry, ubicado en la Cuenca Pérmica tejana y descrito en 1951 por la revista Time como el campo menos rentable del país. Sin embargo, las nuevas tecnologías de extracción como el 'fracking' – una de las técnicas más nocivas para el medioambiente- hicieron de este terreno uno de los más productivos en todo el mundo. El éxito fue mayúsculo: Sheffield fue nombrado presidente de Parker & Parsley en 1995.
Dos años después, Sheffield fusionó Parker & Parsley con la firma rival Mesa Petroleum, de cuya operación nació Pioneer. A partir de ese momento, la nueva firma mejoró sus técnicas de fracking y de extracción horizontal contribuyendo al aumento de la producción de crudo estadounidense, la cual creció de los 5 millones de barriles al día en 2008 hasta sobre pasar los 12 millones en 2023, según la Agencia Internacional de la Energía.
El empeño de Pioneer en potenciar las técnicas de extracción hizo que David Einhorn, CEO del fondo Greenlight Capital, calificara a la firma encabezada por Sheffield de 'motherfracker' en mayo de 2015. Eran momentos complicados para Pioneer, ya que ese año habían ingresado, respecto a 2014, 393.000 millones dólares de menos, según datos de Statista. Así las cosas, ese año Sheffield insitió en la necesidad de que EEUU levantara el veto a la exportación de crudo -vigente desde 1973-, decisión que llegó finalmente en diciembre de 2015.
Como consecuencia, Estados Unidos aumentó sus exportaciones de petróleo y Pioneer incrementó sus ingresos, remontando así el vuelo. En 2016, Sheffield anunció su retirada, aunque finalmente volvió a las andadas en 2019, con la vista puesta más en la rentabilidad de los accionistas que en las tecnologías de extracción de crudo. Sin embargo, la pandemia golpeó duramente a la firma, provocando unas pérdidas netas de 200 millones de dólares, según Business Wire. En este contexto, Sheffield fue uno de los empresarios que más defendió la intervención de los reguladores para limitar la producción de crudo y salvar la industria del petróleo de esquisto.
Paralelamente, el tejano aprovechó el momento para absorber a las compañías rivales Parsley Energy -fundada por Bryan Sheffield, hijo de Scott-, y Double Point Energy en 2021, un movimiento que, valorado conjuntamente, rozó los 11.000 millones de dólares. De esta manera, Pioneer se convirtió en la mayor petrolera de la Cuenca Pérmica de Texas, ingresando 9.651 millones de dólares más en 2022.
Finalmente, todo este camino culmina en 2023 con la absorción de Pioneer por parte de Exxon Mobil. Sheffield, que anunció de nuevo su retirada el pasado mes de abril, deja un legado propio de quien vino al mundo en una familia vinculada con el negocio del petróleo y fue instruido para moverse como pez en el agua en ese océano negro. Su pericia para valorar el fracking como una táctica clave de Pioneer fue, sin duda, su mejor movimiento. Ahora se retira justo cuando el mundo vive una crisis climática mundial y los gobiernos y empresas en todo el planeta viran hacia las tecnologías verdes, marcando el inicio de una carrera energética que tiene en Washington y Pekín sus dos principales competidores.