¿Ha funcionado el tope al gas para abaratar la luz? Cinco gráficos para entender su evolución
Sergio Guinaldo
El mecanismo ibérico o tope al gas fue tildado de "hito histórico" por unos y apodado como "timo ibérico" por otros. Esta herramienta fue concebida para limitar el precio del gas, empleado en la generación de electricidad, y, en consecuencia, rebajar la factura de la luz de los hogares que la tengan contratada a precio variable (bajo una tarifa regulada o PVPC). Todo ello en un contexto inflacionario, derivado de la guerra en Ucrania.
La medida fue autorizada por la Comisión Europea dada la "singular" red de interconexiones que tanto España como Portugal poseen respecto al resto de Europa. Y de forma simplificada, el mecanismo ibérico fija un límite al precio del gas que las centrales emplean para la generación de electricidad, para que esta resulte más barata a los consumidores. A cambio, los propios consumidores devuelven una compensación a las comercializadoras, quienes de otro modo perderían cuantiosas cantidades de dinero. Esta compensación se obtiene por la diferencia entre el precio real del gas y el precio "tope", y varía día a día en función del precio y de la demanda que el país requiera en cada momento. Por lo tanto, el precio al que los consumidores de la tarifa regulada pagan la luz desde el pasado 15 de junio se compone de la suma del precio del gas en el mercado mayorista (pool) y de la compensación que han de pagar a las comercializadoras.
Desde su entrada e vigor el pasado 15 de junio, el Gobierno únicamente se ha limitado a difundir afirmaciones del tipo: "El tope al gas nos ha permitido ahorrar (...) millones de euros", sin mucho más detalle o análisis. El dato más reciente hay que buscarlo a comienzos del mes de enero, cuando el Gobierno solicitó la ampliación de la medida ante Bruselas. Entonces, la ministra para la Transición Ecológica (MITECO), Teresa Ribera, situó este ahorro en 4.500 millones de euros.
Ante la falta de análisis propios publicados por el propio ente público, este miércoles el MITECO difundió a través de sus redes sociales un informe elaborado por el centro de investigación de política económica de Esade (EsadeEcPol), en el que un grupo de investigadores ha estimado el efecto de la medida sobre las familias. Más concretamente, cuánto habría costado la electricidad de no haberse aprobado la medida del mecanismo ibérico.
"El resultado es que el precio medio de la electricidad en el mercado regulado habría sido un 31,8 % más alto sin esta medida. Esto se corresponde aproximadamente con un ahorro acumulado de unos 209 euros por hogar", afirman sus autores. Sin embargo, los 4.500 millones de euros estimados por el ministerio quedan lejos del cálculo de los expertos de Esade, rebajado más de la mitad. "Asumiendo que hay 10 millones de hogares en tarifa regulada (cifra de enero de 2022), estaríamos ante un ahorro total de casi 2.100 millones de euros", calculan.
Cómo ha evolucionado la medida
Los siguientes gráficos muestran cómo ha evolucionado diariamente el precio de la luz en el mercado mayorista, según datos facilitados por el MITECO. Por ello, el precio está medido en MWh, y no en KWh, la medida a la que nos tienen habituados las facturas eléctricas que llegan a los hogares. Tal y como se puede apreciar, la línea naranja, que refleja el precio al que se ha pagado la electricidad (pool + compensación), está casi siempre por debajo de la gris, la cual representa el precio al que se habría pagado si no se hubiese aprobado la medida. Es decir, el mecanismo ibérico, en mayor o menor medida, ha abaratado el precio de la luz.
Sin embargo, ha habido momentos puntuales, como a mediados de julio o en octubre, donde ambas líneas se superponen, y el mecanismo ibérico quedó sin validez (como por ejemplo el 20 de octubre) o únicamente aportó un beneficio de unos pocos céntimos por cada MWh.
Esta otra gráfica es el resultado de restar ambos escenarios: el precio que tendría la electricidad si no operara el mecanismo menos el precio que finalmente tuvo. El resultado es la cantidad de euros por MWh que ahorramos gracias a la medida. La inmensa mayoría de días, la medida tuvo sentido.
Sin embargo, en esta gráfica se puede apreciar mejor cómo los días 10, 11, 12 y 13 de octubre se invirtieron los papeles. Según los datos ofrecidos por el MITECO, aquellos días la medida careció de sentido, haciendo que los consumidores tuvieran que pagar más (cantidades inferiores a los tres euros por MWh). La explicación que dio el ministerio entonces para explicar aquella anomalía fue que se debió al método por el que se calcula el hipotético precio de no aplicar la medida, ya que los cálculos del Ministerio sobre el ahorro proporcionado por el mecanismo "son los más conservadores posibles", y consideran que "el ahorro real aportado es superior".
La luz más cara que hace un año
El argumento más usado por los detractores de la medida es que, a día de hoy, pagamos la electricidad a un precio más elevado respecto a años anteriores, cuando la medida no existía. Es decir, de qué ha servido esta medida si pagamos más cara la luz que hace un año.
De hecho, en el siguiente gráfico se puede apreciar cómo en 2021 la electricidad fue más barata que en 2022, cuando se comenzó a aplicar la medida. Sin embargo, esta realidad dejó de tener validez, de forma generalizada, a partir del pasado mes de septiembre, momento a partir del cual la superposición de ambos años muestra que ya no pagamos la luz más cara que en 2021. Además, esta postura no asume el contexto inflacionario originado por la guerra en Ucrania.
Más barata que otros países de Europa
Para validar la medida, el Gobierno comparte a diario datos sobre el precio diario de la electricidad (con y sin la medida), y lo contrapone a los precios de otros países de nuestro entorno, como Alemania, Francia e Italia.
Estos tres, por lo general, reflejan cifras más altas que las que operan en España con el mecanismo ibérico, pero en ocasiones más bajas que las que operarían en nuestro país de no haberse implementado el mecanismo.
Sin embargo, la "singular" red de interconexiones de España respecto a esos países (anteriormente citada y usada como justificante de la aprobación de la medida), unida a los distintos consumos de electricidad y a los distintos desarrollos de las renovables en cada país, hacen que sea particularmente difícil comparar la validez del mecanismo ibérico frente a estos otros países.