Energía
Un invierno de apagones continuos: el panorama de Finlandia por el fallo en un reactor 'gafado'
- Las autoridades del país nórdico ya han advertido de cortes constantes
- Los hogares finlandeses ya han comenzado a ahorrar electricidad
elEconomista.es
No hay suerte con el reactor nuclear Olkiluoto 3. Construido bajo la pretensión de que llegue a generar por sí solo el 14% de la electricidad de Finlandia, no ha superado como se esperaba el periodo de prueba por el que ha pasado este año. Un jarro de agua fría que llega en el peor momento, con la mayor crisis energética en décadas acechando a Europa, y que amenaza a los ciudadanos con apagones continuos.
Podría decirse que los retrasos son seña de identidad de este reactor o que el reactor esté 'gafado'. Fue terminado a finales de año pasado, 13 años después de lo previsto y con un sobrecoste de 11.000 millones de euros. Ahora, su puesta en marcha definitiva ya no será a principios de diciembre sino que se pospone sine die debido a daños encontrados en las bombas de alimentación ubicadas en la zona de turbinas, según ha explicado en un comunicado el operador Teollisuuden Voima Oyj.
El contratiempo aumenta las posibilidades una escasez de energía real. Hay tantas papeletas para que el suministro sea insuficiente que las autoridades del país nórdico ya han advertido de probables apagones continuos.
El fallo en el reactor no compromete la seguridad nuclear pero sí pone en jaque al sistema eléctrico finlandés; el 40% de la electricidad de Finlandia se produce en la central de Olkiluoto cuando sus tres reactores están en funcionamiento.
La importancia de la planta ya era alta antes de la invasión de Ucrania pero tras iniciar Rusia la guerra y cortar las exportaciones a Europa en respuesta a las sanciones, se volvió vital. El retraso en los planes ha llevado también a la red finlandesa a advertir sobre cortes continuos de energía este invierno.
Con este panorama -similar al de muchos países vecinos que previsiblemente no tendrán excedente de energía que exportar- y con los precios de la energía por las nubes, los hogares finlandeses ya han comenzado a ahorrar electricidad. Según los cálculos de la industria, el uso de energía en septiembre iguala los niveles observados en junio, un mes mucho más cálido y ligero.
De diciembre a febrero, en cualquier momento
El operador de electricidad Fingrid Oyj sitúa los apagones como más probables durante las olas de frío, cuando la demanda aumenta en toda la región. Durante el invierno pasado, los picos de consumo de energía se registraron a principios de diciembre pero un año antes la demanda alcanzó su nivel máximo entre enero y febrero. Es decir, pueden ocurrir en cualquier momento.
Además hay que tener en cuenta otros factores que podrían complicar la situación. Uno es el viento. La demanda puede sobrepasar la oferta si el clima ventoso comienza más tarde de lo planeado y retrasa la generación de energía eólica. Otro, los fallos en el sistema. Aunque poco convenientes, no pueden descartarse desconexiones inesperadas en una planta de energía u otras averías que obliguen a parar la producción.