Empresas y finanzas
IAG reelige a Saracho como consejero en medio de las duras críticas de los accionistas
- El holding defiende la compra de los MAX por "ser los más convenientes"
- Walsh señala que Norwegian debe demostrar su viabilidad a largo plazo
- Mantiene sus previsiones de resultados pese al alza del crudo
África Semprún
La reelección de Emilio Saracho, expresidente del Banco Popular, como consejero independiente de IAG ha levantado ampollas entre algunos accionistas del holding aéreo. Aprovechando el turno de palabra de la Junta General de Accionistas, celebrada esta mañana en Madrid, varios propietarios han criticado la presencia del banquero en el consejo de la compañía y han solicitado que se prescinda de sus servicios.
"Preferiría que este señor no estuviera en el consejo y no pudiera participar en ninguna decisión"; "me parece una temeridad renombrar consejero a una persona imputada que, al tiempo, mantiene una malísima imagen en la prensa económica"; "es un liquidador y no debería estar sentado ahí. Dejó sin un duro a los accionistas del Popular. Antes de venir se dimite"; "vamos a votar en contra del nombramiento de Saracho porque es un riesgo reputacional innecesario que una persona investigada ocupe un cargo tan importante en IAG". Estos son algunos de los mensajes que hasta cuatro accionistas han lanzado durante la Junta, incluido el representante de los Afectados por el desmantelamiento de Iberia, y que han sido recibidos con aplausos por parte del público presente.
Las críticas a la presencia de Saracho en el Consejo de Administración de IAG ya empezaron a sonar el año pasado, pero este año se han redoblado después de que haya sido imputado. Ante las quejas vertidas, el presidente de IAG, Antonio Vázquez, defendió la idoneidad del exbanquero para ocupar un sillón en el consejo del holding aéreo y remarcó que su reelección había sido aprobada por mayoría suficiente. "Saracho cumple a la perfección su papel como consejero y su reelección ha sido validada por el comité de nombramientos tras un proceso de investigación y reflexión", sentenció Vázquez.
Además de la presencia de Saracho, los accionistas se han mostrado preocupados por el Brexit, la compra de los 200 aviones MAX a Boeing y la evolución de la acción, que ha perdido mucho terreno en las últimas semanas, En cuando a la salida de Reino Unido de la UE sin acuerdo, Vázquez ha insistido en el mensaje que la firma lleva un año lanzando: "Seguimos confiando en que la UE y Reino Unido alcanzarán un acuerdo para mantener el espacio aéreo liberalizado", aseveró el presidente de la dueña de Iberia y Vueling.
Aviación civil ha aprobado los planes de las aerolíneas para mantener la españolidad
En este punto, ahondó en la idea de que todas las compañías aéreas del grupo tienen la licencia de operación (AOC) en sus respectivos países y en el que la AESA valoró positivamente en abril los planes de la empresa para cumplir con las condiciones de capital y gestión para mantener la españolidad en caso de Brexit duro y ahora están a la espera del dictamen del Consejo Europeo al que enviaron los mismos planes.
"La dueña de Iberia es española y tiene una estructura de capital igual a las de las demás empresas del Ibex. Iberia no tiene un problema por la fusión. Cumplimos con lo que hay que cumplir y estamos convencidos de que nuestras licencias funcionan a la perfección", sentenció el directivo. El reto ahora es conseguir el respaldo de Bruselas que en más de una ocasión ha asegurado que los planes de la compañía no sirven para mantener el pasaporte europeo y que debe cambiar la estructura de capital.
"Ahora estamos trabajando en tener el mejor acuerdo posible con Boeing para tener la mejor flota posible"
En cuanto a la posible adquisición de 200 aviones 737 8 y y 737 10 MAX del fabricante norteamericano, Vázquez recordó que en IAG "se compran los aviones que la compañía asegura que son los más convenientes y en las mejores condiciones posibles". Asimismo, recordó que sólo se ha firmado una carta de intenciones y aunque ahora su equipo está "trabajando en tener el mejor acuerdo posible para tener la mejor flota posible". Así, la compañía ahonda en la idea del los buenos precios que puede conseguir para hacerse con un pedido valorado en 24.000 millones de euros, lo que mejoraría su rentabilidad en las operaciones.
"La acción no responde a los datos de la empresa"
En cuanto a la evolución de la acción, que está a la baja, el presidente de IAG explicó que ellos son los primeros que no están contentos con su precio y señaló a los miedos del mercado y a la situación de algunos de sus competidores como los posibles responsables. "A pesar de la solidez de los fundamentos de nuestra empresa y del sentimiento positivo sobre la evolución y perspectivas de nuestros resultados, la evolución de la acción no está siendo positiva", señaló Vazquez durante su discurso. Una idea de buena marcha de la operativa que respaldó el consejero delegado Willie Walsh, que aseguró que se mantenían las previsiones de crecimiento, resultados (igualar el beneficio operativo de 3.200 millones de 2018) y de retorno de la inversión anunciadas en noviembre.
"Los mercados tienen miedo a una posible recesión y eso afecta más a las firmas cíclicas, como la nuestra. También ha afectado que uno de nuestros competidores ha hecho un profit warning y se está aplicando el rasero de que si uno tiene problemas el resto los tendrá. También afecta el Brexit por el trasiego de pasajeros entre la UE y Brexit. Y también el limite establecido de compra de acciones a los inversores no europeos" , describió el directivo español.
Consolidación
En cuanto al futuro de la compañía, Walsh explicó que seguirán creciendo de manera sostenida y redobló su confianza en Level, que se desarrollará en solitario en el mercado de largo radio y bajo coste (orgánicamente) aunque aún tienen la puerta abierta a comprar otras compañías. "Como siempre aprovecharemos cualquier oportunidad de consolidación que a nuestro juicio pueda añadir valor a nuestro negocio", sentenció el directivo irlandés.
En este punto, hizo referencia a las negociaciones con Norwegian para señalar que ya no tenían ningún interés en la firma y poner en duda su futuro. "Tras haber revolucionado los viajes de largo radio de bajo coste, la aerolínea aun debe demostrar su viabilidad financiera a largo plazo", explicó. No en vano, la aerolínea noruega se encuentra inmersa en un plan de ajuste y de reestructuración de bases y rutas para recuperar la rentabilidad y hacer frente a su elevada deuda.