Nabil Daoud: "España es tras EEUU el país donde Lilly invierte más para descubrir nuevos fármacos"
- "Tenemos la cartera de medicamentos más robusta de nuestra historia"
Alberto Vigario
El libanés Nabil Daoud dirige la filial española de la farmacéutica estadounidense Lilly desde enero de 2018. Sustituyó en el cargo al hispanoargentino Javier Ellena, que estuvo al frente de la farmacéutica los últimos 20 años. Procedente de una familia de médicos de Beirut, Nabil Daoud estudió Económicas en París y residió en España en dos temporadas diferentes, como estudiante de español en Salamanca, y realizando un MBA en Barcelona. Como empleado de Lilly desde hace más de 20 años, ha desempeñado diferentes funciones en EEUU, Colombia, Rusia o Arabia Saudí. Y ahora, desde España, dirige también las filiales de Lilly en Portugal y Grecia.
¿Qué importancia tiene la filial española para Lilly?
Lilly está presente en España desde 1963, primero como una joint venture y desde 1997 como afiliada 100% propiedad de Eli Lilly and Company. Actualmente, más de 1.200 empleados trabajan en la filial española participando en todo el proceso de la vida de un fármaco. En su complejo de Alcobendas acoge las oficinas con los servicios de administración, así como la sede de la Fundación Lilly; la planta de fabricación, el edificio de Investigación en Química Médica y el laboratorio de Bioquímica y Biología Celular.
¿En qué se traduce esa presencia en España?
En 2017 facturamos algo más 1.760 millones de euros. De esta cifra, la mayor parte corresponde a exportaciones de nuestra planta de fabricación. La planta española se ha convertido en la mayor de formas secas y empaquetado para el mundo de la compañía y es la única que hace esto fuera de EEUU. Actualmente, exporta productos a 125 países. Al margen de las exportaciones, en el mercado español las ventas de productos farmacéuticos han sido de 370 millones y otros 55 millones proceden de nuestro mercado veterinario en España. Con todo esto, las ventas de 2017 han superado las de 2016.
¿Es la fábrica el principal activo de la compañía en España?
Nos sentimos muy orgullosos con la fábrica, pero incluso más con el laboratorio de investigación y desarrollo. Solo hay seis laboratorios de este tipo a nivel mundial en la compañía y en España este centro de biología molecular puede ser considerado el gran centro privado del país. Recibe inversiones anuales mayores que la planta.
¿Cuál es esta inversión?
En investigación y desarrollo invertimos el año pasado unos 55 millones de euros, aproximadamente el 15% de nuestra facturación farmacéutica en el país. Tanto en investigación preclínica como clínica. En investigación clínica, España es el país más importante para la compañía tras EEUU, con 75 estudios clínicos en marcha en 455 centros médicos y más de 2.000 pacientes en ensayos. Por hacer una comparación, en la planta invertimos anualmente unos 6 millones de euros para mantener los niveles de calidad. De ahí la importancia del laboratorio de investigación.
¿Qué frutos ha dado este centro?
En 2018, por primera vez un medicamento contra el cáncer de mama cuyo principio activo fue descubierto en este centro ha conseguido llegar a convertirse en un tratamiento prometedor para las pacientes de todo el mundo. En concreto, ha sido el fármaco Verzenios, cuya molécula principal, denominada abemaciclib, fue descubierta en el año 2006 por investigadores del laboratorio de Alcobendas. El centro lleva desde 1985 intentando desarrollar nuevas moléculas que puedan acabar en medicamentos y es la primera vez en la historia del laboratorio en España.
¿Está especializado en algún área?
El centro está especializado en cáncer. Es un laboratorio de química, que intenta desarrollar pequeñas moléculas que después podemos testear en el laboratorio de biología celular.
En España, las ventas de la compañía cayeron de forma importante en 2011. ¿Qué fue lo que pasó exactamente?
Fue lo que se dice habitualmente la tormenta perfecta. Se unió la crisis económica en el país con los ajustes del sistema sanitario y, por nuestra parte, vivimos desde ese año la pérdida de la patente de nuestros dos medicamentos con mayores ventas. Un fármaco para la psicosis y otro para la depresión, que iban a perder su patente en 2012 y 2013. Ambos medicamentos alcanzaban casi la mitad de nuestras ventas a nivel mundial. Sabíamos que eran momentos complicados y que íbamos a necesitar lanzar nuevas moléculas para compensar esta pérdida de ingresos. Ahora, siete años después, puedo decir que hemos alcanzado en España por primera vez el mismo nivel de facturación que teníamos en 2011, cuando tuvimos nuestro mejor año en ventas. Ahora, tenemos la misma facturación, pero con una composición completamente nueva. Hoy lo que está facturando son los nuevos medicamentos que hemos lanzado en cáncer y en diabetes, que ha crecido muchísimo.
¿Cuáles son las previsiones de facturación para los próximos años?
Vamos a mantener este nivel de crecimiento de ahora. Tenemos la cartera de medicamentos más robusta de nuestra historia. En 2014 empezamos con nuevos medicamentos y nos propusimos lanzar 20 fármacos nuevos hasta 2023, en esta década. Ya llevamos más de la mitad y creo que vamos a poder superar esa apuesta. Porque el nivel de éxito con nuestros planes de I+D están funcionando. El año pasado hemos crecido en España sobre un 10% y creo que podemos seguir así de manera sostenida en la parte farmacéutica, por nuestros nuevos lanzamientos de medicamentos innovadores.