Empresas y finanzas

La expectativa de que Atlantia pacte una multa sin expropiación frena su caída

  • El Gobierno le da 15 días para presentar alegaciones
  • La firma de los Benetton recuperó ayer un 5,6% en bolsa
  • El ministro de Interior alude a una sanción de 500 millones
El puente desplomado en Génova. Imagen: Reuters.

Alberto Vigario, Giovanni Vegezzi

Atlantia frena su caída, al menos en bolsa. La compañía italiana de autopistas -socia de ACS en la compra de Abertis- remontó ayer el vuelo, tras haber perdido el 25 por ciento de su valor -unos 5.400 millones de euros- en los dos días siguientes al accidente de Génova.

La firma recuperó un 5,6 por ciento en la Bolsa de Milán tras rebajar el Gobierno italiano los mensajes de dureza sobre la firma de la familia Benetton y apoyarse también por los informes de analistas, que confían en que el castigo al grupo gestor de autopistas pase más por una fuerte multa que por la retirada de sus concesiones en el país transalpino.

Aún así, el presidente del Gobierno italiano, Giuseppe Conte, anunció ayer que se ha comunicado oficialmente a la sociedad Autostrade "la apertura del procedimiento para cesar la concesión". El comunicado oficial con las palabras del presidente recoge, eso sí, que la concesionaria "tendrá la facultad de comunicar sus conclusiones en los próximos 15 días". Sin embargo, dos fuentes gubernamentales citadas ayer por Reuters ya comentaron que la amenaza de revocar la concesión nacional de Autostrade podría ser inviable y que en su lugar podría saldarse con una fuerte multa.

Los medios italianos también destacan que el regulador del mercado, Consob, asustado por la fuerte caída del miércoles, se puso en contacto con el Gobierno para advertir de que debía seguir ciertos procedimientos antes de hacer comentarios sobre una compañía cotizada. Al menos, la compañía tiene dos semanas para defenderse. A partir de ahí, el Gobierno tendrá un mes más para estudiar las alegaciones de la concesionaria y tomar una primera decisión. Mientras, Atlantia ha convocado reuniones extraordinarias de sus consejos de administración la próxima semana. El consejo de Autostrade se reunirá el martes, mientras que la empresa matriz celebrará su propia reunión de consejo el miércoles.

Fortaleza

El Ejecutivo italiano intentó dar ayer una imagen de unidad y mantener su fortaleza en el discurso contra la firma, aunque lo cierto es que los líderes se han dividido en sus mensajes a la firma, fiel reflejo de su propia condición de coalición de dos partidos. Por un lado, Matteo Salvini, ministro de Interior y líder de la derechista Liga, que fue el primero en arremeter contra la operadora y la familia Benetton, matiza ya sus posiciones. "No es éste el momento para hablar de rescindir las convenciones o los contratos. Haremos un primer balance del Gobierno la semana que viene. De momento veremos lo que pasa" declaró Salvini al diario italiano Corriere della Sera, subrayando que hay contactos entre el Ejecutivo y Atlantia sobre "millones de euros que espero que la empresa pueda poner a disposición de las víctimas, de la reconstrucción y para garantizar la seguridad. Éste es el punto de partida". En otra declaración el ministro de Interior indicó: "Si yo fuera Autostrade, con un poco de humildad a la espera de la sentencia, daría todo lo que tengo a las familias y a las administraciones locales. Ayer el Gobierno asignó de inmediato 5 millones: si fuera los responsables de Autostrade, también para proteger a mis accionistas, pondría sobre la mesa 500 millones de euros para apoyar a la comunidad de Génova", añadió Salvini.

La posición del líder derechista, si de un lado suena a chantaje a Atlantia, del otro desmiente las palabras del presidente de Gobierno Giuseppe Conte y de otros ministros del movimiento 5 Estrellas, empezando por el titular de Transporte, Danilo Tonielli, que durante los últimos días habían anunciado el comienzo del recorrido para rescindir la concesión de Autostrade per l'Italia. De su parte Autostrade ha recordado que en caso de producirse la terminación anticipada o la revocación de la concesión, de acuerdo con las reglas y procedimientos previstos en dicho contrato de concesión, "se debe pagar al concesionario una indemnización igual al valor residual de la concesión". El coste para el Estado italiano, según los analistas, sería de hasta 20.000 millones de euros ya que no es posible rescindir la concesión de un solo tramo (la autopista A10 afectada por el derrumbe): habría que anular todo el contrato firmado en 2008 con Autostrade per l'Italia que interesa 2.800 kilómetros de autopistas italianas.

A Luigi Di Maio, ministro de Desarrollo Económico y líder del Movimiento 5 Estrellas (M5S), no le ha gustado la marcha atrás de su compañero de Gobierno Salvini. "La posición del Gobierno es que quien no quiere rescindir la concesión de Autostrade tendrá que pasar sobre mi cadáver" reafirmó Di Maio, que lidera el principal partido italiano.

Respiro para Abertis

Mientras, la crisis que vive Atlantia aún no toca a la española Abertis, que será su nueva dueña cuando se formalice el pacto entre la italiana y ACS a través de Hochtief. La agencia de calificación Standard & Poor's decidió mantener el rating de Abertis tras haber situado el jueves en revisión negativa a Atlantia. La firma aseguró que prevé mantener la nota de la compañía española incluso aunque rebajen en un escalón la nota de Atlantia. No obstante, S&P si alertó de que si decide revisar a la baja el rating de Atlantia en más de dos escalones, tendrá un "impacto negativo" en la calificación de la española.

S&P ha asegurado que mantiene su pronóstico de que Atlantia podrá tomar el control de Abertis mediante los acuerdos ya cerrados con los accionistas. Además, aunque la agencia de calificación eleve en 50 puntos básicos sus previsiones del coste de refinanciación de los 10.000 millones de euros en deuda que faltan por renegociar, el rating de Abertis seguiría dentro del rango de BBB actual. La revisión negativa de la nota de Atlantia "refleja el riesgo de que las investigaciones sobre la causa del derrumbamiento del puente puedan llegar a acciones judiciales que terminen en multas o, en un caso extremo, en la rescisión de la concesión de Autostrade", destacó la agencia.