Black Toro tropieza: sólo consigue un 12% de su fondo de 530 millones en EEUU
- La gestora lleva desde el año pasado captando recursos para su tercer vehículo
Rubén Esteller, Araceli Muñoz
Black Toro sólo ha conseguido captar el 12 por ciento de su tercer fondo en Estados Unidos que aspira a llegar a un máximo de 530 millones. Según la información remitida a la SEC, hasta el momento, la gestora ha logrado 65,5 millones de euros de inversores estadounidenses en los últimos nueve meses para su tercer vehículo de inversión para el mercado español. Según la información remitida por la compañía al regulador, la gestora controlada por Ramón Betolaza aspiraba a levantar un nuevo vehículo con compromisos por valor de hasta 530 millones, tal y como recoge dicho documento.
La cantidad choca con la difundida previamente por la compañía, que había hecho pública su intención de captar 350 millones, de los que afirmaba haber logrado ya casi la mitad de esta cantidad. No obstante, hasta el momento, la gestora llevaría captados un 25 por ciento si contamos con los fondos europeos de su objetivo real que se situaría en los 350 millones.
En cualquier caso, esta no sería la primera ocasión en el que la gestora de Betolaza levanta un fondo por debajo de sus expectativas: el segundo vehículo lo cerró con compromisos por valor de 235 millones en diciembre de 2016, frente a los más de 400 millones previstos
No obstante, ei finalmente Black Toro llegara a captar los 530 millones comunicados al regulador estadounidense conseguiría colarse por fin en la liga de los grandes fondos españoles del mid-market dominada por Portobello, Magnum y Alantra, que cuentan con vehículos de 650, 550 y 450 millones, respectivamente.
A su favor cuenta con el apoyo del Fond-ICO -el programa para inyectar dinero público a las gestoras de capital privado españolas para dinamizar el sector- que le otorgó 50 millones de euros en su novena convocatoria cerrada en noviembre del pasado año. La presencia del Fond-ICO dentro de la base inversora de la gestora catalana es especialmente llamativa, ya que tradicionalmente ha contado con más apoyo por parte de inversores internacionales por su foco de inversión. No obstante, para que se haga efectivo este desembolso, según las bases de la novena convocatoria, el fondo debe conseguir la mitad del objetivo final de captación, que esperaba para finales de este año.
Estrategia oportunista
A diferencia de los fondos anteriormente nombrados, una de las características de Black Toro Capital es su estrategia de inversión en compañías que están en situaciones complicadas, generalmente al no ser capaces de hacer frente a una elevada deuda pero sí cuentan con un negocio interesante para que sea gestionado por los titulares del fondo. Esta estrategia es menos frecuente en España, por lo que es más común conseguir inversores internacionales que ven de forma más habitual este tipo de transacciones. Estas operaciones fueron muy habituales en el país durante la crisis económica con la llegada de los grandes fondos internacionales especializados en comprar compañías en situaciones delicadas (la estrategia denominada distress).
Las inversiones de Black Toro Capital se mueven habitualmente en un horquilla que va de 20 a 75 millones de euros por empresa y cuentan en la actualidad con una cartera de siete participadas muy diversificada. Sus inversiones más recientes se han enfocado, sobre todo, en el sector de la moda, tras la compra de la cadena de zapatos Marypaz en 2016. La intención de la gestora ha sido crear una plataforma de compañías de moda en problemas con el objetivo de sanear sus balances y hacer que ganen tamaño. De hecho, tras su entrada en Marypaz han comprado otras compañías como Amichi o Forecast.
La firma lleva años repitiendo este mismo patrón con todas sus participadas: comprar una compañía en situación compleja, sanearla y engordarla posteriormente con compras de otras empresas del sector o con sinergias para ellos (buy & build). Por ejemplo, en esta misma línea hace apenas unos meses cerraron la fusión de Antibióticos de León (ADL) con Bionaturis y tienen en marcha la fusión de la ingeniería Inypsa con Carbures, lo que supondría la extinción de la sevillana.