Empresas y finanzas

El fondo EQT vende Islalink a Fiera Infrastructure por cerca de 150 millones

  • Gestiona el cable de fibra entre la península y Baleares
  • EQT ostentaba el 99% del operador del cable submarino
Cable submarino de Islalink.

Rubén Esteller, Araceli Muñoz

El fondo sueco EQT acaba de cerrar la venta de Islalink a Fiera Infrastructure en una operación valorada alrededor de los 150 millones de euros. El proceso, que arrancó el pasado mes de febrero, como adelantó elEconomista, supone desprenderse del operador de cable submarino de fibra óptica de la península a Baleares.

EQT ha contado con los servicios del banco de inversión Greenhill para que coordine la operación desde su oficina en Madrid, abierta recientemente y con la asesoría legal de Allen & Overy. Entre los interesados había tanto competidores industriales como financieros interesados en la alta tecnología de este activo. 

El fondo sueco entró en el accionariado de esta compañía española en el año 2014, cuando compró al fondo Cube Infraestructures su participación. En el accionariado siguieron sus fundadores, Alfonso Gajate y Ross Mullins. Desde su entrada, le han proporcionado los recursos necesarios para su crecimiento y desarrollo de proyectos. EQT ostentaba el 99% del operador del cable submarino.

El origen se remonta a hace casi dos décadas, cuando los fundadores pusieron en marcha un cable submarino que conectaba la Península con Baleares (Balalink), con el apoyo del Santander, Bancaja y Sanostra. Posteriormente, puso en marcha Canalink, un proyecto de cable submarino que conectaba Cádiz con las Islas Canarias.

Además, Islalink cuenta con dos importantes proyectos en desarrollo. El primero, que entrará en funcionamiento este año, según las previsiones, es Oranlink, un cable submarino que une Valencia con Orán (Argelia), fruto de una alianza con Algérie Telecom. El segundo, el más ambicioso hasta la fecha, la creación de EllaLink: el cable submarino de fibra óptica que unirá Portugal con Brasil.

Este proyecto es especialmente relevante porque, hasta la fecha, la mayoría de las conexiones entre Europa y Latinoamérica pasaban siempre por Norteamérica, generando importantes sobrecostes y grandes retrasos