Uber Eats arranca en Barcelona en plena polémica por los falsos autónomos
África Semprún, Chema Flores Quesada
Uber Eats arranca este jueves en Barcelona con más de 150 restaurantes asociados (como Goiko Grill, Miss Sushi o Chivúos), un horario de 12 horas y sin pedido mínimo. El negocio de la comida a domicilio de Uber llega a la Ciudad Condal en plena polémica por el presunto uso de falsos autónomos por parte de este tipo de plataformas de reparto, como Glovo o Deliveroo, que llevan meses operando en Cataluña. No en vano, fue en la propia Barcelona donde los repartidores pusieron las primeras denuncias contra Deliveroo ante la Justicia y ante la Inspección de Trabajo por no contratarles como empleados por cuenta ajena.
Uber Eats, que también está en Madrid, opera con una red de autónomos que se conectan a su aplicación para llevar los pedidos de los restaurantes a las viviendas, oficinas o parques. Los repartidores firman con Uber un contrato comercial y, en principio, tienen plena libertad de trabajar con cualquier empresa y de rechazar pedidos, aunque están obligados a realizar las entregas con la mochila de Uber Eats y cumplir una serie de requisitos en el servicio, como en el resto de plataformas. En el caso de Uber, los repartidores asociados a la plataforma disponen de forma gratuita de un seguro de Axa con cobertura para accidentes personales, prestación en efectivo en caso de hospitalización y cobertura de daños personales o materiales a terceros. Glovo también trabaja en ofrecer una prestación similar y por lo que ha anunciado que empezará a cobrar a los repartidores por usar la app.
Barcelona fue la primera ciudad fuera de EEUU a la que llegó la plataforma de envío de comida a domicilio de Uber como plataforma piloto para desarrollar el proyecto por Europa. Los pedidos se pueden hacer a través de su web o su aplicación y usando los mismos datos de registro que su cuenta de Uber, que lleva apenas tres semanas activos en la ciudad.