Bautista saqueó 21 millones de la SGAE a través de una organización criminal
- El juez De la Mata califica a la trama de "banda depredatoria"
Javier Romera, Alberto Vigario
El presidente de la SGAE, Teddy Bautista, y su número dos en la organización, José Luis Rodríguez Neri, saquearon durante 13 años a la entidad que gestiona los derechos de autor a través de una organización criminal montada por este último que ocasionó un perjuicio a la firma de al menos 21 millones de euros. Parte de los ingresos por derechos de autor que se recaudaban -alrededor de 75 millones entre 1998 y 2011- eran desviados a tres sociedades del grupo -SDAE (Sociedad Digital de Autores y Editores), Microgénesis y Portal Latino- creadas como mero artificio por Neri con el consentimiento de Bautista. El dinero ingresado en estas sociedades desde la SGAE era en parte utilizado para el pago de servicios prestados por las empresas de los directivos denunciados y de su núcleo familiar y en parte desviado a sociedades instrumentales.
Es lo que dice en un auto dictado este lunes el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata, que cierra tras seis años la instrucción del caso y sienta de esta manera en el banquillo a Bautista, Neri y otros 9 imputados más, en algunos casos familiares de Neri. Todos, menos Bautista, están acusados de los presuntos delitos de organización criminal, falsedad en documento mercantil, apropiación indebida y administración desleal. En el caso del expresidente de la SGAE, los delitos imputados son los de apropiación indebida y administración desleal.
Según el juez, Teddy Bautista creó una estructura empresarial al margen de la SGAE con el objetivo de beneficiarse económicamente de los fondos recaudados por la SGAE como derechos de autor. En el escrito se explica al detalle como el expresidente de la SGAE puso en marcha "una sofisticada estratagema" para el desvío de decenas de millones de euros a la organización criminal creada por Rodríguez Neri. La cabecera del grupo de empresas "parasitarias", aparentemente independientes de la SGAE, era Microgénesis, cuyo propietario en la sombra era Rodríguez Neri y que dirigía como socio director, Rafael Ramos Díaz. Ambos, junto a sus respectivas parejas -María Antonia García Pombo y Elena Vázquez Serrano-, además de otros familiares, a los que el juez califica de "banda", canalizaban el dinero procedente de la SGAE a través de la red de sociedades, cuya única finalidad era "la de servir de parapeto o, en sus propios términos, muralla china, para ocultar toda estas conducta depredatoria".
Se trata de firmas como Hipotalamo, Micromega Consultores, Res Cognita, Ribera de Mayorga o Imago Mundi, con las que, según el juez, se lograba "enmascarar gastos personales" y "ocultar la rapiña de fondos" de los autores. "Todos los pagos efectuados a estas sociedades no eran más que pérdidas y perjuicios dolosamente ocasionados por la banda al grupo SGAE", asegura el magistrado.
Desvío de fondos
El auto detalla los perjuicios económicos causados a la SGAE. Entre ellos, señala que en el caso de SDAE, entre 2001 y 2011, SGAE pagó en total a SDAE al menos 57,15 millones de euros. Y, por ejecutarle los proyectos específicos, 39,55 millones. Sólo de los fondos de SDAE. la firma Microgénesis recibió 31,05 millones.
Por su parte, en relación con Portal Latino y mediante facturas por servicios prestados, SGAE inyecto 10,37 millones de euros. Entre 2003 y 2006 el dinero procedía directamente de SGAE. Según el juez, la inversión fue prácticamente perdida ya que, a pesar del supuesto valor de la marca Portal Latino, de la que se había presumido en numerosas ocasiones por parte de las personas imputadas, en la Junta General Extraordinaria de enero de 2011, Bautista procedió a sustituir tal denominación por la de Servicios Autorales SL, cuya disolución, a su vez, se produjo por los nuevos dirigentes de SGAE en 2012.
El auto pone de manifiesto como los 10 imputados -aparte de Bautista- se pusieron de acuerdo y, bajo la dirección de Rodríguez Neri y Ramos Díaz y con un alto grado de coordinación y distribución de responsabilidades entre todos, activaron un entramado de sociedades alrededor que les permitió la distribución y apropiación de los fondos de SGAE, "con la seguridad que les daba el haber montado un sistema cuasi monopolístico, arbitrario e incontrolado de contratación con SGAE a la que, en sus propios términos, tenían atrapada".
Para el juez De la Mata, Teddy Bautista fue el indudable responsable de identificar a Rodríguez Neri, de decidir firmar con esta empresas acuerdos de colaboración, y de atribuir a Microgénesis en exclusiva la contratación de los desarrollos relacionados con las nuevas tecnologías, "sin someter dicha contratación a las reglas tradicionalmente seguidas en la entidad de gestión y facilitando una y otra vez, a lo largo de los años, información falsa y/o insuficiente, sobre las razones que justificaban la contratación, las reglas de contratación aplicadas y el evidente conflicto de intereses de Rodríguez Neri en todo este proceso", apunta el juez.
En el auto se narra a modo de ejemplo como Rodríguez Neri compró una joya de Cartier en El Corte Inglés por importe de 1.210 euros con cargo a la tarjeta de la SDAE y tanto él como y su pareja realizaron traspasos desde Microgénsis, la sociedad que facturaba a la SGAE, a las instrumentales Ribera de Mayorga o Micromega Consultores, por 1,44 millones y 351.141 euros respectivamente. Es algo parecido a lo que hicieron también Ramos Díaz y su pareja, que desviaron igualmente a esta y otros sociedades 1,86 millones de euros.
Desde antes su propio nacimiento, apunta la investigación, SDAE está concebida "como un mero artificio, sin existencia real, sin capacidad instalada, sin actividad propia y sin empleados". La única finalidad de SDAE, según el auto, era "firmar contratos con SGAE para, con carácter inmediato, ese mismo día, firmar contrato de idéntico contenido con Microgénesis, burlando el marco estatutario y los mecanismos de control de SGAE". "Todo se basó única y exclusivamente en la confianza entre Bautista y Neri y en la imposición por parte de ambos de este monopolio de facto en la contratación de SDAE y Portal Latino", resume el auto.
La SGAE afirmó este lunes que reclamará los perjuicios económicos a los responsables imputados.