Empresas y finanzas
Ferroglobe suspende su actividad en Venezuela por la crisis institucional
- La firma de Villar Mir analiza compras y estudiará retomar el dividendo
Javier Mesones, Rubén Esteller
Ferroglobe, el gigante dedicado al negocio del silicio metal propiedad del Grupo Villar Mir (GVM), ha cesado su actividad en Venezuela ante la inestabilidad política y social que asola al país latinoamericano. La compañía, resultado de la fusión de FerroAtlántica y la firma estadounidense Globe Specialty Metals, mantiene cerrada desde mayo su fábrica de ferroaleaciones de Puerto de Ordaz, la primera planta que adquirió FerroAtlántica fuera de España en 1998. Por el momento, aguardará al desarrollo de los acontecimientos para tomar nuevas decisiones.
Antes de que se desatara la situación actual, Venezuela ya había pesado como una losa en los negocios de Ferroglobe. No en vano, en los primeros meses de 2016, la compañía británica, que cotiza en el Nasdaq estadounidense, se anotó un deterioro de 58,6 millones de dólares (49,4 millones de euros) derivado de su actividd en el país latinoamericano. Este impacto fue una de las causas principales de que el grupo incurriera en pérdidas en el ejercicio pasado, por un importe de 67,8 millones de euros, lo que implicó casi duplicar los números rojos de un año antes (39 millones).
En la primera mitad de 2017, Ferroglobe ha logrado enderezar el rumbo, aunque aún no obtiene beneficios. Cerró el semestre con un resultado negativo de 3,69 millones de dólares (3,1 millones de euros). Ahora bien, la tendencia es positiva, puesto que en el segundo trimestre cosechó un beneficio de 2,86 millones de dólares (2,4 millones de euros). Es el primero en el que consigue ganar dinero desde que se culminó la fusión de FerroAtlántica y Globe Specialty Metals a finales de 2015. La política financiera emprendida por la compañía que preside Javier López Madrid, junto con la mejora de los precios de venta del silicio metal, están detrás de esta mejora. En este entorno, la empresa tiene la mayoría de sus fábricas en Norteamérica y Europa a pleno rendimiento, salvo la mencionada de Venezuela, y las de Argentina (50 por ciento de su capacidad) y Sudáfrica (65 por ciento).
Políticas 'antidumping'
No en vano, la multinacional británica presenta flujos de caja positivos que le permitirán rebajar su deuda, que al cierre de los primeros seis meses del año se elevó hasta los 435 millones de dólares (367 millones de euros). Esta fortaleza, de igual modo, le coloca en disposición de afrontar operaciones de crecimiento inorgánico con la adquisición de activos que aporten valor para la compañía. Asimismo, Ferroglobe estudiará retomar el pago de un dividendo, después de suspenderlo este año. Esta sería una noticia muy positiva para el Grupo Villar Mir (GVM), que controla el 55 por ciento del capital de la firma.
Ferroglobe se muestra igualmente optimista respecto a las resoluciones que puedan surgir respecto a sus denuncias ante el Departamento de Comercio de Estados Unidos y la Comisión de Comercio Internacional de lo que consideran políticas antidumping en países como Kazajistán, Brasil, Noruega y Australia. Con ello, el grupo que dirige el consejero delegado Pedro Larrea espera que el mercado de silicio metal en Estados Unidos sea "más competitivo y justo".