Empresas y finanzas

Cebrián necesita 956 millones en 2018 para que los fondos no se queden Prisa

  • Angelo Gordon, Och Ziff y Avenue tienen dos tercios de la deuda del grupo editorial
  • Tiene problemas para vender activos en plena campaña contra su gestión
Sede de Prisa

África Semprún, Javier Romera

A Juan Luis Cebrián se le acaba el tiempo y las opciones para cumplir con sus acreedores. El presidente de Prisa lleva varios años vendiendo activos, subastando deuda y realizando ampliaciones de capital para reducir su elevada deuda, que llegó a rozar los 5.000 millones de euros en 2007, y evitar la liquidación del grupo. Así, tras esquivar varias amenazas de quiebra con la venta de Canal+, Alfaguara, el 14,3% de Mediaset, el 25% de su capital y seis ampliaciones por unos 1.260 millones de euros, el grupo se enfrenta a su próximo gran vencimiento sin casi balas en la recámara, un accionariado dividido y la creciente desconfianza del mercado.

La dueña de El País necesita conseguir 956,5 millones de euros en apenas un año para afrontar el pago de la deuda que vence y evitar que los fondos buitre se repartan lo que queda del grupo. No en vano, dos tercios de la deuda crediticia de Prisa ha sido vendida a los fondos Angelo Gordon, Och-Ziff y Avenue que, ante la falta de refinanciación bancaria o del pago de la misma, podrán proceder a ejecutar los activos del grupo que comanda Cebrián.

Y es que para conseguir el último balón de oxigeno de 2013 y refinanciar su deuda, Cebrián se vio obligado a poner en garantía casi todos los activos del grupo. Por ejemplo, los tramos 2 y 3 del pasivo y los préstamos participativos, que suman 1.573 millones de euros y vencen entre 2018 y 2019 (ver gráfico) están garantizados con Dédalo, El País, Norprensa y la Cadena Ser, Santillana Educación, Vertix y Media Capital, entre otros. Cada vez que el grupo vende un activo tiene que compensar la pérdida de las garantías reales y personales.

La compañía que preside Cebrián asegura que para hacer frente a sus obligaciones inmediatas está negociando la venta de Media Capital, después de que el Consejo de Administración rechazara la salida de Santillana por la bajas ofertas recibidas. La filial de educación es una de las joyas de la corona de Prisa y de los pocos negocios que siguen generando caja y mejoran el ebitda y el margen operativo.

La dueña de la Cadena Ser confirmó ayer que está negociando la venta de su filial portuguesa al grupo francés Altice. Según la prensa lusa, Prisa pide al menos 450 millones de euros por el negocio de televisión de pago, una cantidad que Altice considera demasiado elevada. En este punto, fuentes del mercado aseguran que Prisa no podrá conseguir más de 200 millones por Media Capital, dadas las ofertas que ha estado recibiendo. Una cantidad a todas luces insuficiente para cumplir con los vencimientos de deuda de 2018 y de 2019.

En los tres últimos años, la deuda financiera de Prisa ha pasado de ser 3.305,9 millones de euros a prácticamente la mitad, 1.659,7 millones al cierre de 2016. Esta fuerte reducción del pasivo se logró con la venta de activos, subastas de deuda y ampliaciones de capital, mientras que el cash flow operativo ha sido negativo. El buen resultado que ha tenido está practica en 2014 y 2015 no se ha repetido en 2016, cuando se redujo la deuda en 173 millones, más o menos por el mismo método, frente a los 922 millones de un año antes. "Ya no cuelan en el mercado las ampliaciones de capital, nadie quiere comprar más activos de una empresa que está en esta situación desde hace años y en las subastas de deuda tampoco se obtiene mucho", explican a este diario fuentes cercanas al accionariado.

A las dificultades que Cebrián está atravesando para volver a salvar Prisa de la ejecución de garantías, se suma la guerra abierta por su principal accionista Amber (posee el 19 por ciento) contra la actual dirección. Así, el exdirector de El País afronta la junta de accionistas del próximo viernes con dudas sobre su gestión y la solicitud de que se vuelva a votar su sueldo. El presidente de la editora percibió 1,76 millones de euros durante 2016 (2 millones en 2015), de los que 692.000 euros le correspondieron gracias al cumplimiento de objetivos, pese a las pérdidas registrada de 68 millones.