Empresas y finanzas

Seat logra su récord de beneficio con 903 millones y paga dividendos a VW

  • Gana 232 millones sin contar atípicos por la venta de su filial financiera
  • Lanza un nuevo SUV grande que se producirá en Wolfsburg
Holger Kintscher y Luca de Meo durante la presentación | Luis Moreno

Iván Gutiérrez (Barcelona)

Que Seat celebrase su presentación de resultados en el antiguo hospital de Sant Pau no es indicativo de la situación financiera de la compañía, tal y como bromeaba un directivo de la marca en los minutos previos. La filial automovilística del grupo Volkswagen está en plena recuperación tras muchos años en cuidados intensivos.

El segmento de moda SUV ha llevado a Seat a la cota más alta de beneficios e ingresos de su historia con ganancias de 903 millones y una facturación de 8.597 millones, un 3,2% más. Pero su presidente, Luca de Meo, dejó entrever que lo mejor está aún por llegar, "2017 será un año muy especial". De hecho, el presidente del comité de empresa, Matías Carnero, situaba para este año otro aumento de los beneficios, una previsión de la que De Meo prefirió guardar cautela "estamos para crecer, y esperamos que así sea".

Y es que el horizonte al que Seat se dirige a toda velocidad está absolutamente despejado. Con las pérdidas de los últimos años y el Dieselgate en el retrovisor, el acuerdo con los sindicatos también gana valor en un año lleno de retos con el afianzamiento del Ateca, el lanzamiento del Arona y el nuevo Ibiza. A ello, se le ha sumado el anuncio oficial de un nuevo SUV de gran tamaño, que se fabricará en la legendaria fábrica de Wolfsburg en 2018.

Aunque a nivel financiero, los 903 millones de euros de beneficio contrastan con los 6 millones de 2015. Esta espectacular evolución responde a la venta de la filial Volkswagen Finance al grupo, que reportó una plusvalía de 671 millones a Seat. En todo caso, el resultado sin contar este atípico es de 232 millones de euros, aún así, 39 veces más que en 2015 y el más alto desde 2001. De los más de 900 millones de beneficio, 590 se destinarán a compensar pérdidas de años anteriores, además de pagar dividendos a los accionistas del grupo Volkswagen con otros 250 millones, y el resto se destinarán a reservas.

Este resultado responde únicamente al de la firma con sede social en España (que también incluye la planta de Navarra). Es por ello que hace una semana y media, Seat presentó un beneficio operativo de 153 millones en el marco de la presentación de resultados del grupo en Wolfsburg. Aunque estos cálculos son siempre según la contabilidad internacional IFRS, que también tiene en cuenta las filiales de la marca de otros países.

La internacionalización de Seat

La marca española está potenciando el mensaje de que no todo es Martorell ni su estrategia se basa únicamente en España. De hecho, el primer mercado de Seat a nivel internacional ya es desde hace años Alemania, con más de 90.000 coches vendidos por los 70.000 que entrega en España.

Pero la firma que preside Luca de Meo quiere más. Seat tiene a la vista dos frentes abiertos a nivel internacional. Por un lado, algunos países de Latinoamérica "donde la marca está muy bien posicionada por los lazos culturales" como México, señalaba De Meo; y por otro, el cinturón del Mediterráneo, con su incursión en Argelia (donde tendrá una fábrica que ensamblará Polo e Ibiza para el mercado local) y su fijación por otros países como Egipto.

Seat quiere abrir fronteras más allá de las ventas. A partir de 2018 fabricará su nuevo SUV en Wolfsburg en la misma plataforma (MQBA2) que el Volkswagen Tiguan, fuentes de la firma explican que el precio de este se situará muy por debajo de este modelo para que no canibalicen entre si. En relación a la aventura que significa para Seat entrar en un segmento de gama alta, De Meo defendió que "es una gran oportunidad de tener éxito, y de repetir casos como el del Alhambra, nos aportará imagen y margen de beneficio".

Precisamente, este coche tendrá el nombre de una ciudad española que aún se desconoce. Con este nuevo coche, cerrarán el círculo que empezaron el pasado año con el Ateca, continuarán este ejercicio con el lanzamiento del Arona (SUV pequeño) y culminará con el nuevo large SUV. "Estos dos lanzamientos nos permiten cubrir el 72% del mercado en Europa, gracias a la ampliación de la gama, frente al 53% actual", subrayó el presidente.

No será el único Seat que se fabrique en Alemania. Tal y como explicó elEconomista, el vehículo eléctrico que planea la firma en el marco de la estrategia de grupo tampoco se fabricaría en Martorell. En ambos casos, esto se explica porque las plataformas que requieren ambos modelos no están en Martorell.

En la fábrica catalana, se ha instalado la MQBA0, donde se fabricará el Ibiza, y que De Meo no descarta que pueda albergar "otro modelo del grupo". Esta plataforma, tanto en Martorell como en Landaben, fabricará un 25% de todos los vehículos a nivel nacional que podrían alcanzar los 700.000 coches anuales.

Por ello, la internacionalización de Seat hace que la compañía funcione a través de diferentes vasos comunicantes donde el último superventas de la firma puede salir tanto de Martorell como de la planta checa de Kvasiny (Ateca), la portuguesa de Palmela (Alhambra) o la eslovaca de Bratislava (Mii).

Un ejercicio histórico

En definitiva, con o sin atípicos, como dijo el vicepresidente de Finanzas, Holger Kintscher, "Seat está de nuevo en números verdes, ¡estamos preparados para más!", marcó un ejercicio récord en todos los sentidos. Las ventas a cliente final fueron de 408.703 unidades; la producción se situó en los 552.859 vehículos entre Martorell y el resto de plantas donde se ensambla para la marca. La empresa invirtió 652,6 millones en 2016, un 45% más.

La plantilla también se amplió en 1.200 personas hasta los 13.968 trabajadores, por efecto de la consolidación del centro técnico, con unas mil personas. Precisamente, estos históricos resultados han hecho que gracias al nuevo convenio que pactaron UGT y CCOO, los trabajadores reciban una paga sobre beneficios de 6,2 millones de euros, a repartir unos 480 por cada trabajador.