Empresas y finanzas

Las empresas del continuo limitan su recurso a la banca y buscan financiación alternativa


    Fernando Tadeo

    La crisis de las entidades financieras y la caída de los tipos de intereses ha abierto vías de financiación de las empresas del mercado continuo. Las firmas que no pertenecen al Ibex 35 están impulsando su acceso a los mercados de capitales privados para captar recursos, pero todavía la dependencia sigue siendo elevada en comparación con otros países.

    Según un estudio de Bravo Capital, actualmente las compañías cotizadas que no pertenecen al selectivo de la bolsa se financian en un 8% mediante bonos.

    El análisis concluye que "todavía" es elevado el porcentaje de dichas empresas que no ha acudido al mercado de bonos y que dicho porcentaje es "prácticamente nulo" para firmas no listadas en el parqué. Aún así, destaca que ha habido un cambio de tendencia y que "seguirá" incrementándose la proporción de deuda no bancaria en el conjunto del tejido industrial debido a las percepción de las sociedades "por diversificar sus fuentes" tras el cierre del grifo por parte de las entidades durante la mayor parte de la crisis y por la menor disponibilidad del sector financiero por prestar ante las mayores exigencias de capital que tendrán que soportar por las nuevas normas de solvencia.

    Si se tiene en cuenta únicamente en cuenta las firmas del continuo que han emitido bonos el porcentaje de su deuda no bancaria se reduce a una media del 41 por ciento, según los datos a cierre de 2015. El informe refleja que cuatro empresas aumentaron el año pasado la proporción de bonos en su pasivo y que hay cinco cuya financiación alternativa supera el 50% de su deuda externa total. Estas últimas son Codere, Prosegur, Cellmex (a día de hoy en el Ibex 35); Ence y NH Hoteles.

    El estudio sostiene que tradicionalmente el sector de Servicios de Consumo ha utilizado el mercado de bonos como recursos para obtener dinero, pero que ha perdido peso en los últimos años para dar paso a otros segmentos de actividad, como el de telecomunicaciones o de construcción e ingeniería por distintos motivos, como que la deuda no bancaria permite una mayor flexibilidad para alargar los plazos y porque las entidades financieras muestran aversión al riesgo.

    Bravo Capital considera que "sería bueno" que las empresas diversificaran en mayor medida sus fuentes de financiación porque la alta dependencia bancaria ha intensificado los efectos de la crisis.