Empresas y finanzas

Eon pierde 3.000 millones de euros en un semestre por no apostar antes por las renovables

  • El cambio de modelo en Alemania pilla al gigante con el paso cambiado

elEconomista.es

La eléctrica Eon ha comunicado este miércoles unas pérdidas netas de 3.000 millones de euros en el primer semestre del año, causadas fundamentalmente por el cambio de paradigma energético en Alemania, su principal mercado. El gigante se ha visto obligado a reconocer un deterioro del valor de sus activos más contaminantes -cada vez menos rentables- y a separar su negocio de energías renovables para que el carbón y el gas natural no la arrastren a la quiebra.

La eléctrica se prepara de esta forma para meter en un único cesto el negocio tradicional, compuesto por sus plantas convencionales de generación -térmica de carbón y gas- y su unidad de comercialización mayorista, y separarlo de la pujante energía limpia.

El primero ha pasado a una filial de nueva creación, llamada Uniper, mientras que la actividad con eólica y solar fotovoltaica se queda en Eon. El plan de la eléctrica pasa ahora por sacar a bolsa a Uniper y separar así su suerte de la de la generación renovable, y la idea es que por cada 10 títulos de Eon, los accionistas reciban además uno de Uniper.

"El deterioro seguramente no sea suficiente", explica Guido Hoymann, analista en B. Metzler Seel Sohn & Co. KGaA, que explica que su compañía valora ahora a Uniper en 3.000 millones dce euros, por lo que el patrimonio neto sería aún demasiado bajo" y harían falta nuevos ajustes o una inyección desde la matriz.

"El camino correcto"

Johannes Teyssen, consejero delegado, asegura que "los acontecimientos en el mercado energético demuestran de forma clara que Eon ha elegido el camino correcto. Esto es: aprovechar las oportunidades que ofrecen el nuevo panorama energético".

Teyssen se refiere así al Energiewende, el giro de Alemania hacia las renovables y con el que el país pretende abandonar su dependencia para la generación eléctrica de los combustibles fósiles (lo que le permitirá separar su destino político del de los centros de producción de Rusia) y de la nuclear.

Este giro radical ha sido fomentado desde el gobierno del país y ha provocado un desplome de los precios de la generación eléctrica. Los principales beneficiados están siendo los consumidores alemanes (los episodios de energía gratis repiten cada vez con más frecuencia), pero en cambio las eléctricas tradicionales están viendo cómo sus márgenes se derrumban.