Putin valora vender una parte de Rosneft a China e India por casi 10.000 millones
- Intenta contrapesar la presencia occidental en el sudeste asiático
Bloomberg
Vladimir Putin está valorando la venta de una participación en Rosneft, una de las empresas consideradas como la joya de la corona del todopoderoso gobierno ruso, como parte de un programa para intentar estimular el gasto público cuando quedan menos de dos años para las próximas elecciones presidenciales.
Rusia parece estar buscando comprador para una participación del 19,5% en el mastodonte petrolífero estatal o, mejor dicho: compradores. Porque en la mesa de Putin la opción preferida sería un acuerdo simultáneo y conjunto con dos de los países en los que más rápido crece la demanda energética: China e India.
En los cálculos del Kremlin se estima que la operación podría reportar al erario público ruso unos 700.000 millones de rublos (cerca de 10.000 millones de euros), y se convertiría así en la mayor privatización ejecutada nunca por el Estado.
Al introducir en Rosneft a dos de las tres mayores economías de Asia en la petrolífera rusa, que bombea más crudo que Exxon Mobil, Putin podría cubrir parte de su déficit presupuestario y, al mismo tiempo, reforzar su posición geopolítica mundial, dañada a consecuencia del conflicto en Ucrania (Rusia no sólo apoya a los separatistas, sino que además se anexionó la península de Crimea).
Un tercer efecto, colateral a la operación principal, permitiría a Putin minorar el papel político de la inversión que BP, el conglomerado occidental con sede en Londres hizo en 2013 cuando Moscú no se había enfrentado aún a Europa y Estados Unidos, y que le hizo tomar el control de un 20% del accionariado.
Pese a que hasta ahora el comercio energético de Rusia con India ha sido prácticamente anecdótico, esta situación ha comenzado a cambiar conforme el centro de gravedad del crecimiento económico se desplazaba hacia Asia occidental. La Agencia Internacional de la Energía estima que el subcontinente, cuya economía es la que crece más rápido de todo el planeta en este momento, consumirá 4,2 millones de barriles de petróleo cada día este mismo año, más que Japón.