Empresas y finanzas
Gentrificación: cuando los ricos echan a los pobres de sus casas
- Los artistas revalorizan el barrio, y los más pudientes lo 'invaden'
elEconomista.es
Entre sociólogos y arquitectos, urbanistas y políticos, un término se ha hecho habitual en las tertulias: Gentrificación. El proceso por el cual los barrios del centro degradados terminan siendo conquistados por una nueva población que, dado su mayor poder adquisitivo, termina desplazando a los residentes anteriores.
Aunque en cada ciudad y momento el proceso adquiere unas características propias, los autores distinguen cuatro etapas: abandono del barrio, estigmatización, regeneración y mercantilización. En ocasiones se añade una quinta fase, la resistencia.
El caso más paradigmático es el del Lower East Side de Manhattan. Un barrio abandonado en la década de los 70, cuando los bancos dejaron de refinanciar las hipotecas de los propietarios, y éstos se desentendieron de sus viviendas, cada vez más ruinosas, con inquilinos incluidos.
La delincuencia y la marginalidad se instalaron en sus calles ante la pasividad de las administraciones públicas, hasta que empezaron a llegar los primeros artistas, aprovechando los bajos precios y los amplios espacios de antiguas naves industriales, ideales para desarrollar su trabajo, según explican los autores.
La siguiente fase es el desembarco de la burguesía urbana, "ávida de identificarse con los valores estéticos impuestos por la vanguardia artística". El "loft" se convierte en residencia de lujo, los precios suben... y finalmente artistas y antiguos vecinos huyen del barrio.
Está pasando
En España el proceso está ocurriendo ya en Malasaña (Madrid) o El Cabanyal (Valencia), como explican Daniel Sorando, doctor en Sociología, y Álvaro Ardura, arquitecto y profesor de Urbanismo, en su libro "First we take Manhattan".
El libro no sólo alerta de lo que se viene encima -intenta de hecho convencer a los nuevos moradores de que su llegada cambiará para siempre el barrio que tanto les gusta- sino que plantea algunas soluciones parciales utilizadas en otros países.
Se muestran así acciones como la del ayuntamiento de París, que está ejecutando opciones de compra de viviendas para mitigar la rotación poblacional en algunos barrios, o la de Berlín, donde una ley ha frenado el precio del alquiler después de que se disparase un 32% entre 2007 y 2013 en algunas zonas.
Se trata de ofrecer una visión equilibrada de un fenómeno real, cuyas consecuencias van mucho más allá de las modas en urbanismo, y que debe condicionar por eso las políticas de los municipios donde se produzca.