Empresas y finanzas

Catalunya Banc vuelve a pérdidas antes de su integración plena en BBVA

  • Su beneficio operativo registra números rojos de 258 millones en el 2015

Fernando Tadeo

Catalunya Banc ha vuelto al terreno de las pérdidas antes de integrarse plenamente en BBVA. La entidad, que percibió ayudas públicas de 12.000 millones de euros, registró el ejercicio pasado unos beneficios operativos negativos de 258 millones de euros, según los datos publicados ayer por la patronal de las antiguas cajas de ahorros, CECA.

En 2014, esta rúbrica era positiva en 112 millones. El banco catalán ha decidido usar parte de los activos fiscales diferidos para reducir este agujero. Las pérdidas netas, tras recabar de Hacienda 180 millones, se limitan a 78 millones.

Catalunya Banc pasó a formar parte de BBVA hace casi un año como filial, tras ganar la subasta pública puesta en marcha por el Estado en 2014. La semana pasada el banco que preside Francisco González anunció que próximamente llevará a cabo la integración total de los activos en el grupo, dando así fin a existencia en una operación por la que también desaparecerá Unoe. Eso sí, sus oficinas de Catalunya Banc seguirán durante un tiempo con la marca comercial actual para evitar la fuga de clientes.

Los resultados de la todavía filial del grupo que preside Francisco González se han visto afectadas por la caída de los tipos de interés, como el resto del sector, la anulación de las cláusulas suelo hipotecarias y el menor negocio por la venta de una cartera de préstamos para la vivienda a Blackstone previa a la formalización de la adjudicación.

Desplome de los márgenes

El margen de intereses de la entidad, por estos motivos, se contrajo una quinta parte, hasta los 309 millones de euros. Las cuentas también se vieron mermadas por unos mayores costes para hacer frente a la reestructuración de personal. Catalunya Banc pactó en 2015 la salida de algo más de 1.500 empleados.

Catalunya Banc, además, tuvo que llevar a cabo provisiones por importe de 218 millones, lo que supuso un lastre adicional. En 2014, la entidad liberó dotaciones por activos financieros por importe de más de 800 millones.

BBVA anticipó hace meses que Catalunya Banc no aportaría beneficios al grupo hasta el presente ejercicio, aunque de manera poco relevante. En 2015, se ha anotado los resultados desde el 24 de abril, cuando se formalizó la compra. Las previsiones son algo más optimistas para el futuro. El grupo con sede en Bilbao espera que la actividad de la franquicia contribuya con unas ganancias de 300 millones en 2018, con el objetivo de ir recuperando la inversión de 1.200 millones realizadas para su compra.

La antigua caja catalana no es el único banco que en 2015 obtuvo pérdidas, ni tampoco el único que utilizó los activos fiscales para mejorar sus números. CCM, franquicia de Liberbank registró un resultado negativo de 67,8 millones después de haberse anotado un impacto fiscal positivo de 31 millones.

La tercera entidad asociada a la CECA que generó pérdidas en 2015 fue EspañaDuero, filial de Unicaja. La castellana usó los activos impositivos diferidos para reducir los números rojos en 34 millones. El resto de antiguas cajas han presentado ganancias.

Cierre del 74% de las oficinas del grupo

BBVA planea un cierre masivo de oficinas en España en el largo plazo, como consecuencia de su transformación digital. El consejero delegado, Carlos Torres, anticipó el lunes en unas jornadas tecnológicas que no tiene sentido que el banco disponga de 3.800 en nuestro país. Y, según Bloomberg, indicó que este número podría bajar a unas 1.000, es decir, que aplicaría un ajuste del 74% de la red.

El banco matizó en el día de ayer que de momento no hay planes a corto para reducir el volumen de sucursales. Las palabras de Torres se producen pocos días después de que el Santander anunciara que iba a cerrar 450 oficinas este año, el 13% del total, para adaptarse al nuevo entorno, y que recortará su plantilla en España.