Empresas y finanzas
Custo necesita un socio para reflotar su negocio tras caer sus ventas un 9,4%
- Reorganiza sus tiendas y ya ha cerrado varios puntos emblemáticos
Rubén Esteller, Araceli Muñoz
Custo Barcelona no atraviesa uno de sus mejores momentos. La recuperación del sector consumo no ha tenido el efecto que los hermanos Dalmau (propietarios de la sociedad Blue Tower, con la que opera la cadena textil) preveían y sus ventas cayeron un 9,4% hasta 17 millones de euros, según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil correspondientes al ejercicio de 2014. No obstante, Custo ha conseguido reducir sus pérdidas gracias a la colaboración con los supermercados Lidl, ya que sin dicha alianza la facturación se hubiera recortado un 25%.
Con todo, la compañía textil necesita de un socio -han estudiado en varias ocasiones la entrada de un capital riesgo- para reflotar el negocio, según explicaron fuentes del sector a elEconomista. Sin embargo, el principal problema al que se enfrenta Custo es el tema de la valoración.
"Los propietarios (los hermanos Dalmau) consideran que Custo es una marca que tiene mucho potencial, lo que ha hecho fracasar los intentos de venta en varias ocasiones, ya que creen que tiene una valoración superior a la que le da el mercado", añadieron dichas fuentes. Custo, por su parte, no ha querido hacer declaraciones al respecto a este diario.
La importante caída de ventas ha estado motivada por el fracaso en las previsiones de facturación para el ejercicio de 2014. Esto ha provocado que los pedidos de compras a los proveedores fueran mayores a los que realmente se han consumido y haya aumentado el número de existencias. La solución a este incremento del stock -que pasa a convertirse en ropa de colecciones pasadas- es venderlo en otros canales como outlets o tiendas temporales. Sin embargo, este tipo de prendas se venden a un precio más bajo, lo que ha repercutido en que el margen bruto de las ventas se haya reducido considerablemente.
Proceso de reorganización
Paralelamente, cabe recordar que Custo se encuentra inmerso en un proceso de reorganización de sus establecimientos. En este sentido, ha cerrado varias tiendas emblemáticas como la de la milla de oro de Madrid (Serrano 16) donde ahora se encuentra un establecimiento de Versace, la de las Ramblas de Barcelona -uno de sus principales establecimientos en la Ciudad Condal-, así como la del centro comercial Diagonal en Barcelona también.
Además, la cadena también está realizando recortes de personal: desde 2012, ha reducido casi a la mitad su plantilla (de los 243 empleados de 2012 hasta 123 personas en 2014). Esto ha conllevado, a su vez, que los gastos de personal se redujeran en 2014 un 28%. Por otro lado, también ha recortado los servicios exteriores (un 17,65% menos).
Todo esto ha repercutido en que la textil registrara unas pérdidas de explotación de casi 29.000 euros en 2014, "frente a los beneficios de explotación obtenidos el año anterior". De esta forma, el beneficio de la empresa de los hermanos Dalmau fue de 611.092 euros en 2014.
Como dato positivo, en las últimas cuentas presentadas en el Registro -las de 2015 todavía no están disponibles- se señala que Custo Barcelona consiguió refinanciar su deuda con los bancos acreedores (entre los que figura BBVA) que asciende a 15,3 millones de euros. En este sentido, la cadena ha logrado un periodo de carencia y ha conseguido alargar los periodos de vencimiento en sus préstamos hipotecarios -que tienen como garantía los inmuebles de Domus Viator (la sociedad patrimonial de los hermanos Dalmau)-.
Salvedades en las cuentas
Abante Auditores aprobó las cuentas con salvedades e incluyendo un párrafo de énfasis. Las salvedades giran en torno a cuatro puntos fundamentales: las existencias, las deudas con las Administraciones, la relación con los asesores externos y el pago a proveedores.
El auditor alerta, en este sentido, de que "no han podido practicar procedimientos de revisión adecuados sobre los movimientos de entradas y salidas en las existencias durante el mes de diciembre de 2014", de que "no han obtenido evidencia sobre la razonabilidad y clasificación de las deudas con Administraciones Públicas correspondientes a ejercicios anteriores a 2014" y que "no han tenido evidencia de que todos los posibles litigios, reclamaciones o demandas estén recogidos en las cuentas anuales". En último lugar apuntan a que "la memoria de las cuentas anuales no contiene la información sobre plazos de pago a proveedores" según la normativa vigente.
Respecto al párrafo de énfasis, la sociedad -a cierre de 2014- "muestra unos flujos de efectivo de explotación negativos de 4,2 millones, hecho que puede generar dudas significativas sobre la capacidad de la sociedad para continuar como empresa en funcionamiento".