El Banco de España entra de lleno en el 'caso Bankia' para defender la OPV
Eva Díaz, Fernando Tadeo
El Banco de España ha decidido por fin dar su versión sobre el estado de situación de Bankia en el momento de la salida a bolsa (OPV), a mediados de 2011, que está siendo investigada en la Audiencia Nacional. La conclusión principal que se estracta es que las cuentas de la entidad estaban formuladas correctamente, en contra de la posición de los peritos judiciales.
La institución que gobierna Luis María Linde, que hasta ahora sólo había contribuido con información sobre cuestiones técnicas, ha cambiado su postura y ha dado su versión sobre esta operación de manera explícita, aportando datos concretos sobre el estado del grupo que entonces presidía Rodrigo Rato. Lo curioso es que su posición se conoce en un escrito enviado al juzgado de instrucción número 1 de Navalcarnero y no a la Audiencia Nacional, que le ha requerido en varias ocasiones información.
En el documento, remitido el pasado 15 de enero y al que ha tenido acceso este periódico, el Banco de España responde sin tapujos a diferentes cuestiones que el juzgado reclama que aclare. En las explicaciones el supervisor se pone del lado de los imputados y de la propia entidad, que han asegurado que las cuentas reflejaban la imagen fiel en la OPV a través de distintos informes elaborados por expertos como Leandro Cañibano, Mansolivar o Santiago Carbó.
El organismo que lidera Linde sostiene en el escrito que el grupo BFA-Bankia contaba a diciembre de 2010 con las dotaciones reclamadas tras las inspecciones realizas a cuatro de las siete cajas integrantes, ante las pérdidas incurridas y esperadas en los dos siguientes años. Éstas alcanzaron los 8.084 millones. El Banco de España aclara que el ajuste por deterioro final ascendió a 9.207 millones por la depreciación de los activos de las tres restantes entidades. Tal agujero supuso un impacto negativo de 6.419 millones en el patrimonio del grupo. La diferencia entre ambas cifras se debió al importe de los activos fiscales diferidos.
Provisiones suficientes
El Banco de España indica también que Bankia disponía de provisiones suficientes, de 3.027 millones para hacer frente a los riesgos en marzo de 2011 tras su creación, una vez segregados los activos más tóxicos a la matriz BFA.
En la documentación remitida al juzgado de Navalcarnero, de nueve páginas, la institución que gobierna Linde hace énfasis, asimismo, en que las previsiones sobre el deterioro futuro de la entidad se basaron en la situación económica y las estimaciones de los organismos internacionales.
Entonces, señala, que en abril de 2011 -tres meses antes de la salida a bolsa-, el FMI preveía un crecimiento del PIB de España para ese año del 0,8 por ciento tras la mejoría de 2010. Y añade que fue en la segunda mitad de 2011 y en la primera de 2012 cuando se produjo "un empeoramiento notable" que no había sido previsto por el consenso de los analistas. Posteriormente, prosigue, la crisis se intensificó, por lo que Bankia tuvo que corregir y elevar su deterioro. Señala, además, que el Gobierno aumentó las provisiones por el riesgo inmobiliario en febrero de 2012.