Empresas y finanzas
Alfonso Osorio, presidente BDO España: "Analizamos compras, pero es difícil que aporten valor"
Araceli Muñoz, Rubén Esteller
La firma de servicios profesionales BDO es la quinta mayor en España por tamaño y facturación. En la actualidad, se encuentra inmersa en un plan estratégico a nivel mundial por el que pretenden facturar 10.000 millones de dólares (9.163 millones de euros). De hecho, en el área internacional el pasado ejercicio aumentaron sus ganancias un 13 por ciento. Alfonso Osorio, su presidente, recibe a elEconomista en la sede del Paseo de Recoletos, enfrente de la madrileña Plaza de Colón, poco tiempo después de ser reelegido miembro del Consejo Europeo (Emea) de la firma.
¿Cómo afronta BDO el nuevo año?
En BDO estamos en un momento entre paréntesis dulce. Por un lado, hemos tenido unos excelentes resultados el pasado ejercicio fiscal al crecer un 13 por ciento nuestros ingresos. Sin embargo, la crisis económica mundial ha afectado mucho al mercado de la auditoría, que ha reducido mucho el número de jugadores por los diferentes cierres. Ahora hay menos negocio a repartir entre las firmas.
¿En qué consiste exactamente su plan estratégico?
Nuestro plan está fundamentado principalmente en tres patas. La primera es la multidisciplinar, es decir, apostar por la expansión en todo advisory (consultoría) y fiscal. Este crecimiento se consigue mediante el crecimiento orgánico y las compras de diversas firmas en el mundo. Hemos cerrado 19 fusiones de cierta relevancia o incorporaciones de ciertas líneas de negocio de nuestros competidores. La segunda es la internacionalidad, donde tenemos una magnífica red en 154 países de todo el mundo que está en pleno desarrollo. La última consiste en dotarnos tanto de los mejores profesionales como herramientas informáticas potentes que nos den la capacidad de prestar servicios de calidad en todo el mundo.
Según dicha ?hoja de ruta? planean alcanzar una facturación de 10.000 millones de dólares en 2019 en todo el mundo, ¿qué porcentaje se quedaría España?
En el ejercicio 2015, hemos facturado 82 millones de euros, incluyendo una alianza que nos permite abordar líneas de servicio que no prestamos o situación geográfica que no tenemos. Según el plan estratégico, queremos lograr una facturación de 95 millones en 2019.
¿Qué áreas quiere reforzar?
La línea más importante, hoy por hoy, sigue siendo auditoría (con un 40 por ciento del negocio), aunque hay un cierto nivel de estancamiento por la situación del mercado, tal y como les pasa a casi todas las firmas. La parte de consultoría está también en un nivel de desarrollo muy importante (20-25 por ciento del negocio), luego está el área jurídico-fiscal y, por último, la parte de externalización de servicios. Nuestro objetivo es que todas las líneas se equilibren al 30 por ciento del negocio para el año 2019 [outsourcing se quedaría en el 10].
¿Se plantean hacer nuevas adquisiciones en España?
Hemos completado dos fusiones en el último año y medio, sobre todo en el área laboral, mercantil y fiscal. En la actualidad estamos en fase de incorporación de nuevas firmas y analizando el mercado y, aunque es complicado encontrar compañías que aporten valor, tenemos varias cuestiones encima de la mesa. Por línea de negocio, nos estamos posicionando en el área de asesoramiento financiero, assurance, forensic, así como valoraciones fiscal y legal.
¿La nueva Ley de Auditoría de Cuentas va en línea con Europa?
No. Le sigue en los aspectos generales, pero la rapidez y la precipitación con la que se ha aprobado en muchos aspectos no está totalmente coordinada con la directiva europea. Esto nos plantea un problema con la globalidad de clientes que abordamos, es muy difícil que una empresa sólo trabaje en el mercado nacional. En el caso de la rotación, por ejemplo, si la matriz está en España puede ser más corta que en la de otros países europeos, lo que provoca una convulsión importante. En mi opinión, va a originar unos problemas y tensiones en la calidad del servicio muy grandes. Sin embargo, todavía falta por redactar el reglamento. Esperamos que en ese momento mejore y se cierren muchos de los flecos que han quedado en el aire, que no convencen al sector.
¿Cree que se va a abrir el mercado con la aplicación de la reforma de la ley? ¿Ven nuevas oportunidades de negocio?
Estamos viendo alguna oportunidad, pero en alguno de los concursos que se han abierto, hemos renunciado para no perder la oportunidad de perder otros trabajos que teníamos en marcha. Esto no es una decisión que hayamos tomado unilateralmente, sino que hemos decidido junto con los órganos de BDO Internacional qué era lo que más nos compensaba.
¿Cómo se vivió la crisis reputacional de Pescanova?
Fue impactante, porque era el primer caso que BDO tenía. Pescanova fue un fraude organizado, lo dice el administrador concursal, el informe forensic que elaboró KPMG... Para nosotros fue muy impactante porque no fue un error contable, nuestra auditoría estaba correcta. Era un fraude muy difícil de detectar con las herramientas de auditoría. Tuvimos una oleada de ataques contra la compañía que dañaron la reputación en un primer momento, pero poco a poco las cosas se han ido poniendo en su lugar. No hay ninguna prueba contra nosotros. El ICAC no ha establecido sanción, porque la causa penal todavía está en curso. Sobre eso, tendremos mucho que decir.