Empresas y finanzas
La banca quiere anular el crédito de 120 millones a los Benjumea para Abengoa
- Uría Menéndez analiza los resquicios legales del contrato de la ampliación
Javier Mesones, Rubén Esteller
Los bancos buscan las grietas legales para romper el contrato sellado en septiembre por el que concedieron un crédito de 120 millones de euros a Inversión Corporativa (IC), la sociedad a través de la que los Benjumea y otras familias (Abaurre, Aya, Llorente, Solís o Sundheim) controlan el 57,6% de Abengoa, para acudir a la ampliación de capital del grupo andaluz. La compañía avanzó unas pérdidas de 194 millones de euros hasta septiembre. Completará sus cuentas al cierre de la sesión.
El despacho Uría Menéndez está analizando la letra pequeña del acuerdo, según fuentes conocedoras de la situación. Santander, Caixabank, Popular y Sabadell, que se reparten el préstamo a partes iguales, se agarran a que la entrada de Gonvarri Steel Industries en la operación ha cambiado el escenario.
El 10 de octubre pasado, la junta de accionistas de Abengoa, en reunión extraordinaria, aprobó la ampliación de capital por 650 millones en los términos comunicados a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el 24 de septiembre. Por dicho acuerdo, los Benjumea (IC) aportarían al menos 120 millones en la operación, que se lanzaría completamente con derecho de suscripción preferente para los accionistas. De igual forma, IC limitaría sus derechos de voto al 40%, con independencia de si su participación en el capital final fuera superior. El grupo de fondos Waddell & Reed Investment pactó inyectar 65 millones (el 10%). Con ello, los bancos aseguradores, es decir, Santander, HSBC y Crédit Agricole asumían un riesgo de 465 millones.
Irrupción de Gonvarri
Pero, ahora, con la irrupción de Gonvarri, el importe a asegurar por parte de las tres entidades financieras se limita sustancialmente. La sociedad de la familia Riberas se ha comprometido a invertir 350 millones en la ampliación, que ahora se ejecutará en dos fases. De esta cantidad, los también propietarios de Gestamp invertirán 100 millones de sus fondos propios, mientras que los 250 millones restantes provendrán de un crédito que negocian contrarreloj con Santander, Caixabank, Popular y Sabadell.
De esta forma, el riesgo en la ampliación para los bancos aseguradores disminuye sustancialmente. De los 465 millones contemplados en el primer acuerdo, se pasaría a 115 millones. Ahora bien, Santander, Caixabank, Popular y Sabadell consideran que su exposición con el préstamo de 250 millones a Gonvarri es más que suficiente.
Por ello, a través de Uría Menéndez, estudian cómo anular el crédito de 120 millones a IC. Se agarran a que la operación ya no es la misma. No en vano, ahora serán dos ampliaciones, una primera de 250 millones sin derecho de suscripción preferente, que cubrirán íntegramente los Riberas, y una posterior con preferencia para los accionistas de 400 millones, de la que Gonvarri asumirá 100 millones. De igual modo, la cláusula que limitaba al 40% los derechos de voto de IC también queda obsoleta.
Los bancos aseguradores estiman que los 300 millones restantes serán suscritos por accionistas institucionales y particulares de la compañía sin problema, por lo que los al menos 120 millones de IC ya no serían imprescindibles para sacar adelante la operación.
La decisión de los Benjumea
No obstante, en este escenario, falta por conocer cuál será la decisión de los Benjumea y las familias integradas de IC, cuya posición no es uniforme en este momento. En función del importe que estén dispuestas a desembolsar y, por tanto, la participación final en Abengoa que quieran ostentar, pelearán con las entidades por mantener el préstamo acordado en septiembre.