El AVE a Francia del grupo ACS pierde 113 millones en dos años de actividad
Javier Mesones, Rubén Esteller
TP Ferro, la sociedad creada y participada a partes iguales por ACS y la francesa Eiffage para gestionar la línea de alta velocidad entre Figueres (España) y Perpignan (Francia), registró unas pérdidas de 112,8 millones de euros en 2014. Se suman a los números rojos de 198.874 euros que registró en 2013. De esta forma, la compañía ha perdido en sus dos años de actividad 113 millones, según recoge el informe anual de la firma. A esto se suma una deuda financiera de 390,7 millones al cierre del último ejercicio -hoy se situaría por encima de los 428 millones- que el grupo ha tratado sin éxito de refinanciar con los acreedores, lo que le abocó el pasado mes de julio a solicitar el concurso de acreedores.
Hace dos semanas, un juzgado de Gerona declaró la suspensión de pagos de la sociedad que gestiona la línea de alta velocidad que atraviesa el Túnel de Pertús y por la que ACS y Eiffage han recibido en subvenciones públicas 636,2 millones. De esta forma, TP Ferro podrá exigir el pago de más de 304 millones a España y Francia, en virtud de una cláusula equivalente a la Responsabilidad Patrimonial del Estado (RPA).
En concreto, ambas compañías reclaman 200 millones a los Estados para proceder "al reequilibrio económico de la concesión", a los que hay que sumar otros 68 millones "incumplimientos contractuales por no haber realizado las infraestructuras ferroviarias indispensables para el desarrollo efectivo de una red ferroviaria de alta velocidad entre Francia y España".
Adicionalmente, por la falta de conexión de la sección internacional, la empresa abrió en agosto de 2013 un arbitraje internacional, que previsiblemente no se resolverá hasta al menos mediados de 2016, por el que reclama 36 millones.
No obstante, en el informe anual, fechado el 1 de junio por el auditor (Deloitte), TP Ferro contempla una indemnización potencial en caso de resolución anticipada del contrato por 484,8 millones de euros. Por este motivo, explica la sociedad, provisionó casi 100 millones en 2014.
Ingresos de explotación
Después de fracasar todos los intentos por encontrar una solución, con la declaración del concurso la situación no ha cambiado. "Las negociaciones entre los propietarios de la concesión y los acreedores apenas avanzan", señalaron ayer a este diario fuentes conocedoras del proceso. El diálogo con los gobiernos español y francés tampoco es mejor y con las elecciones a la vuelta de la esquina en España, esta papeleta recaerá sobre "el próximo Ejecutivo", agregan otras fuentes.
Al fin y al cabo, el grupo que preside Florentino Pérez y Eiffage acordaron en julio con los Estados inyectar cuatro millones en la línea, suficientes, según fuentes gubernamentales, para mantener la operativa hasta marzo de 2016. Una cifra minúscula al lado de las pérdidas registradas, pero el problema fundamental de la concesión son los gastos financieros y las erróneas proyecciones de tráfico que se hicieron desde el principio.
No en vano, la sociedad ingresó el año pasado 9,58 millones (más del doble que los 4,73 millones de 2013), mientras que los gastos de explotación se limitaron a ocho millones (6,95 millones en el ejercicio anterior).