Obama exhorta a las entidades a aceptar su reforma, pero los banqueros le dejan solo
¿Continúa el affaire? El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha arremetido contra la banca y promocionado su reforma financiera, en un discurso realizado hoy en Cooper Union, en Manhattan. Salvo el CEO de Goldman Sachs, Lloyd Blanfeind, la mayoría de los consejeros delegados de los grandes bancos del país han faltado a la cita, lo que demuestra el cisma entre Wall Street y la Casa Blanca. Tim Geithner asegura que EEUU no volverá a salvar a ningún banco.
El portavoz de Obama, Robert Gibbs, aseguraba en Washington que esta cita no tenía como intención reunir a la crema y nata del sector bancario, mientras que Obama se mostró convencido de que el interés de Wall Street es cooperar con él y el Congreso para regular más al sector. "Estoy hoy aquí porque quiero exhortarlos a unirnos, antes que a combatirnos", indicó.
Sin embargo, Obama ha recomendado "no ser tontos" y evitar repetir los errores de la crisis. "Es esencial que aprendamos las lecciones de esta crisis, para que no estemos condenados a repetirla", ha señalado de acuerdo a los extractos del discurso difundidos este jueves por la Casa Blanca.
"Y no se equivoquen, eso es exactamente lo que va a ocurrir si dejamos pasar esta ocasión" de poner en revisión el sistema de regulación de los bancos y otras instituciones financieras, tema que está para examinar por el Senado estadounidense, subrayó el presidente.
A favor del libre mercado
En el mismo discurso, que pronunció en Cooper Union, una universidad privada ubicada en el sur de Manhattan, Obama ha quierido dar garantías a los inversores, asegurándoles que él cree en el capitalismo y en el "poder del mercado". "Creo en un sector financiero fuerte que ayude a la gente a aumentar su capital, a obtener préstamos y a invertir sus ahorros", añadió el presidente. Sin embargo, ha matizado que esto "no quiere decir que cada uno puede coger lo que quiere".
"Algunos en Wall Street olvidaron que detrás de cada dólar en la bolsa o invertido hay una familia que intenta comprar una casa, pagar sus estudios, abrir un comercio o ahorrar para la jubilación", enumera el presidente.
"Lo que pasa aquí tiene consecuencias reales en todo nuestro país", recuerda Obama, en alusión a la crisis financiera de 2008, que nacida de los excesos de los negocios financieros en el sector inmobiliario, estuvo a punto de arrastrar al sistema financiero mundial antes de propagarse a la economía real.
Estados Unidos apenas comienza a remontar la pendiente de la crisis, con un desempleo oficial aún peligrosamente cerca de la barrera del 10%.