Empresas y finanzas

La hostelería eleva el ritmo de impagos en el segundo trimestre y su morosidad sube un 24%

  • Casi el 8% de su financiación es considerada insolvente

Fernando Tadeo

La hostelería ha sido el sector más afectado por la pandemia, como consecuencia de las restricciones impuestas. Y esta situación se está trasladando a la banca, ya que los impagos crediticios de la restauración están elevando su ritmo de crecimiento. En el segundo trimestre de 2021, momento en que se levantaron ciertas limitaciones con el fin del Estado de Alarma y la reapertura de muchos locales, las insolvencias de estas compañías aumentaron un 24%, frente al 16% del trimestre anterior y del 7,2% de los últimos tres meses de 2020.

Tras esta evolución, los préstamos morosos de la hostelería se han incrementado un 78% en la pandemia y ascienden ya a los 2.771 millones, es decir, un 7,8% de su volumen de financiación. Esta tasa es casi el doble del global, que se mantiene contenida y a la baja. De hecho, en julio descendió ligeramente, del 4,4 al 4,39%, debido a las medidas de apoyo del Gobierno y la reactivación de la economía.

Sin embargo, estos vientos de cola aún no están surtiendo efecto en restaurantes, bares y ocio nocturno, que cuentan con serias dificultades para afrontar sus compromisos de pago. Es junto al transporte el único sector en el que la morosidad crece.

En este último la subidas no son tan elevadas y están avanzando a una menor velocidad con el paso de los meses. Entre abril y junio, los préstamos de dudoso cobro de este segmento de actividad se incrementaron un 6,3%, frente al 7,6% registrado entre enero y marzo. De esta manera, los impagos a la banca de estas compañías -que incluye también el almacenamiento-, se sitúan en 1.808 millones, un 4,6% del total.

Con este ratio supera ya al inmobiliario, sector que originó la pasada crisis, pero que a lo largo de los últimos ejercicios ha ido remontando y en estas ofrece, por ahora, buenos síntomas. La morosidad del ladrillo se sitúa en el 4,5%. Hay que tener en cuenta que llegó a estar por encima del 30% hace menos de diez años.

Los bancos esperan que las insolvencias vayan creciendo poco a poco y que en 2022 lleguen a su pico máximo. Un techo que será menor, previsiblemente, a las primeras estimaciones. Los pronósticos apuntan a que en conjunto la financiación impagada podría llegar a l 7-8%, una tasa muy por debajo del 12% calculado en el inicio de la pandemia.

Consumo e hipotecas

Eso sí, en algunos sectores los ratios será muy superiores. En la hostelería ya se sitúa en los niveles medios esperados. Y en financiación al consumo ha dado los primeros avances, aunque de manera volátil y con menor intensidad. Lo que todos los expertos descartan es que en hipotecas vaya a producirse una subida abrupta.

El mercado de compraventa de viviendas está experimentando una evolución positiva, mucho mejor de lo estimado. La comercialización de préstamos para la adquisición de inmuebles está en niveles récord. Las entidades, según los datos del Banco de España, han sellado su primer semestre hipotecario más potente desde 2010, y la morosidad en este segmento ha descendido en la pandemia en un 11,1%. La tasa, tras esta caída y el aumento de la cartera, ha bajado al 3,1%, muy por debajo de la media del conjunto del sistema.