El 27% de las pymes pide ampliar sus créditos para sobrevivir a la crisis
- Las principales prioridades de las empresas son reducir costes y evitar impagos
Eva Díaz
La pandemia ha pasado factura sobre las pymes españolas, convirtiéndolas en las más endeudas de la zona euro para poder sobrevivir a la crisis. Concretamente, el 27% de las pequeñas y medianas empresas de nuestro país se ha visto abocado a pedir ampliaciones de crédito para sobrepasar la crisis sanitaria, mientras que en el caso de las compañías de mayor tamaño el porcentaje se sitúa en el 20%, según indica un estudio realizado por Intrum. De hecho, la principal prioridad para las pymes de cara a los próximos meses pasa por la reducción de costes, concretamente el 27% de estas compañías prevé hacerlo, mientras que el 21% de pequeñas y medianas empresas centrarán todos sus esfuerzos en prevenir los impagos.
Los rebrotes vividos a lo largo de este año y las continuas restricciones a la movilidad para cercarlos ha llevado a las pymes a una continua demanda de liquidez con el objetivo de poder afrontar sus obligaciones y no verse abocadas al cierre. De hecho, según un informe del Banco Central Europeo (BCE) fechado junio, que analiza la situación de las pymes de la zona euro durante el Covid-19, las pequeñas y medianas empresas españolas son las que más han incrementado su endeudamiento en lo que va de año, elevándolo un 19% más, frente al incremento del endeudamiento que este tipo de firmas han vivido en otros países: del 18% en Italia; del 12% en Francia o tan solo del 1% en Alemania. El motivo de este mayor endeudamiento, según una encuesta realizada por el organismo a las propias compañías, viene de la mano de la falta de otros estímulos que podrían haber evitado la absorción de crédito, especialmente a través de los avales ICO, como moratorias de deuda o inyección de ayudas directas.
Sólo el 14% de las pymes españolas reconocen haber recibido este tipo de ayudas, en referencia a las moratorias fiscales y rebajas de impuestos, siendo las compañías francesas e italianas las que más recurrieron a este tipo de alivios. Asimismo, respecto a las medidas de apoyo salarial, los porcentajes más altos se observan en Francia (el 67% de las pymes los recibieron), seguido de Italia (55%), Alemania (45%) y España (31%).
A la cola en digitalización
Por otro lado, la crisis sanitaria también ha acelerado los hábitos digitales de los consumidores, lo que obliga a las compañías a acelerar su transformación tecnológica para ganar cuota de mercado. Según el Informe Europeo de Pagos elaborado por Intrum, la principal maniobra emprendida por las pequeñas y medianas empresas de nuestro país ha sido acelerar la digitalización del negocio, con un 34%. Muy por encima del 22% de las grandes empresas que han indicado haber reforzado este aspecto.
Sin embargo, aunque esta iniciativa encabeza el ranking de medidas llevadas a cabo por las pymes españolas para combatir la crisis, España permanece a la cola de Europa en este sentido. Y es que, a la hora de analizar por país el porcentaje de pequeñas y medianas empresas que han optado por dar un impulso a su presencia digital, nuestro país ocupa el antepenúltimo puesto, solo por encima de Dinamarca y Letonia (ambas con un 33%), y muy por debajo de grandes potencias como Alemania (42%), Francia (38%) o Reino Unido (37%).
El escaso consumo de los avales para la inversión puestos en marcha por el Gobierno a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO) con el objetivo de impulsar la inversión en las compañías, entre varios aspectos, para acelerar su digitalización, da ejemplo de la poca capacidad que tienen en la actualidad las pequeñas firmas para afrontar nuevos proyectos.
De la línea de 40.000 millones de euros puesta sobre la mesa, las empresas sólo han solicitado 5.900 millones de euros, es decir, el 15% de la misma. En total, se han realizado 71.673 operaciones, para más de 61.500 empresas. Las pymes y autónomos son los que más financiación han absorbido, con algo más del 75% del total. Por tipos de empresas, el 38% de las operaciones las han protagonizado las micropymes; el 33% de las mismas, los autónomos; el 27%, las pymes, y solo un 2%, han sido para empresas de mayor tamaño.
Desde el sector financiero, han destacado en varias ocasiones que esta línea ha tenido poca acogida puesto que la mayoría de las empresas no están en situación de invertir sino de sobrevivir, tras el parón de la actividad que ha supuesto la pandemia.