Empresas y finanzas
Pros y contras de las casas prefabricadas y de construcción industrializada: no todo en bueno, bonito y barato
- El sector ha experimentado un 'boom' desde el comienzo de la pandemia
- Tiene una amplia oferta de modelos diferentes y varios tipos de precios
- Las modulares ofrecen una opción segura y respetuosa con el medio
Paco Vega
Madrid ,
El sector de las casas prefabricadas ha recopilado un mayor interés durante la pandemia tras años de crecimiento. Sin embargo, es un campo que ha evolucionado mucho y ofrece alternativas muy diferentes. Así, la Plataforma de Edificación Passivhaus (PEP), que promueve las construcciones altamente eficientes, pone el foco en las casas de construcción industrializada como una forma segura y respetuosa con el medio ambiente para adquirir una vivienda.
El interés y el conocimiento sobre las viviendas industrializadas está empezando a cobrar un importante impulso en España, y cada vez son más las promotoras inmobiliarias que apuestan por este modelo constructivo, que está llamado a ser el futuro de un sector residencial que apenas ha evolucionado en las últimas décadas. Así, en España su peso es aún residual, menos del 1%, frente a otros países como Alemania, donde representa el 9% de la construcción; Suecia, donde este tipo de construcción alcanza ya casi la totalidad de la producción; Holanda, con un 50%; o Reino Unido, con cerca del 7%.
A juicio de la Plataforma de Edificación Passivhaus, la construcción industrializada representa un gran avance ya que reduce los plazos de entrega considerablemente y conlleva mayor calidad en la ejecución de las viviendas, gracias a una construcción mucho más precisa y que reduce significativamente las incidencias posventa. Además, esta modalidad constructiva es más sostenible que la construcción tradicional al generar menos residuos, más segura, ya que se desarrolla en fábricas y se producen menos accidentes laborales, y con gran potencial de generación de empleo, ya que se necesita un equipo más técnico y formado que trabaje en fábricas para el proceso de diseño y producción.
Teniendo en cuenta estas ventajas, el perfil del cliente que busca estos sistemas generalmente cumple unos patrones: conseguir una casa totalmente a medida, con terreno exterior, en un plazo de tiempo corto y con un presupuesto cerrado desde el principio.
La diferencia entre casas prefabricadas y viviendas de construcción industrializada
La llegada del confinamiento ha aumentado el interés de la ciudadanía en adquirir una vivienda que, sobre todo, posea espacios al aire libre y, en unos tiempos de entrega relativamente rápidos. Sin embargo, Plataforma de Edificación Passivhaus quiere poner el foco en diferenciar que las casas prefabricadas con las de construcción industrializada. En concreto, la plataforma explica que generalmente se asocian las viviendas prefabricadas con viviendas modulares, que pueden ofertar una reducción muy considerable los precios y que son sostenibles, pero esto último, lamentablemente, en algunos casos no es cierto.
Si bien, una vivienda prefabricada económica, puede reducir considerablemente el presupuesto inicial, desde la Plataforma de Edificación Passivhaus alertan que están observando cómo muchos usuarios, están accediendo en realidad a viviendas que en muchos casos cuentan, además, con bastantes deficiencias en cuanto al confort y al aislamiento, lo que en un futuro va a suponer un incremento importante en las facturas energéticas. Además, en muchos casos, el sistema de calentamiento que se instala es eléctrico, lo que implica unos costes elevados (cuando se necesitan) cubrir altas demandas.
Casas prefabricadas y de construcción industrializada: ventajas y desventajas
1. Proceso de fabricación
La construcción de viviendas y edificios industrializados supone un importante paso para el sector. No solo permite una mayor producción de viviendas en menor tiempo, sino que además lo hace cuidando el medioambiente, mejorando la calidad de las viviendas y su eficiencia energética, todo ello sin renunciar al diseño y a la personalización.
Un tipo habitual de vivienda prefabricada es aquella que se diseña y construye enteramente de manera previa, sin conocerse cuestiones como la composición y ubicación del terreno donde se va a situar, las orientaciones y las sombras arrojadas existentes, etc. Este tipo de viviendas, generalmente, se diseñan en base a un único modelo (o con ligeras variaciones) que será replicado muchas veces: Además, se fabrican íntegramente en una nave o taller y, una vez terminada, se transportan habitualmente en varias piezas, a la obra.
Las viviendas industrializadas, por su parte, pueden llegar a integrar las ventajas de la construcción tradicional y de la prefabricación. Los distintos elementos estructurales (muros, forjados, cubiertas, etc.) se fabrican externamente, en una nave, mediante módulos diseñados al milímetro (proceso 3D) para que, una vez transportados a la obra se minimice casi a la totalidad la existencia de imprevistos, que requiera de una toma de decisiones improvisadas que puedan afectar al resultado final, dado que, previamente el diseño 3D, mecanizado y el control de calidad numérico ha solventado cualquier proceso crítico a través de personal cualificado
Hay ocasiones en las que incluso antes de que se comience con la obra en el terreno, se ha iniciado el proceso de producción de los diferentes módulos; incluso se pueden fabricar simultáneamente distintas partes que compondrán la vivienda. Los módulos se ordenan y catalogan, para que, una vez en la obra, se puedan montar rápidamente, sabiendo qué pieza corresponde a cada zona de la vivienda.
La construcción industrializada permite infinidad de diseños, que pueden variar dependiendo de la zona climática, la normativa aplicable o las peticiones del futuro propietario, entre otras.
2. Sostenibilidad
A menudo se asocia el concepto de vivienda prefabricada con el de sostenibilidad, y esta vinculación no es necesariamente realista. Las viviendas prefabricadas por supuesto que pueden estar diseñadas con elementos más sostenibles (por ejemplo, la madera) y mayor eficiencia energética, pero es cierto que cuando hablamos concretamente de vivienda prefabricada económica o de muy bajo coste, en la que se prioriza ante todo la disminución de los costes del proyecto y construcción, otros componentes vitales como el aislamiento o las carpinterías exteriores, generalmente se ven mermados, incrementando, a futuro, la factura energética.
La construcción industrializada, por su parte, disminuye considerablemente el volumen de residuos generados, ya que el proceso de construcción modular supone un menor desperdicio debido a que los componentes de edificios industrializados se pueden reutilizar más fácilmente al final de la vida útil de un edificio. Esto se traduce en una reducción de la demanda energética, lo que facilita una mayor preservación del medioambiente. Además, el desarrollo de nuevos sistemas constructivos en fábrica conlleva una clara reducción de la contaminación, y no sólo a nivel medioambiental, sino también en cuanto a contaminación acústica.
3. Precio y empleo
El principal beneficio de la industrialización es una disminución en los costes de construcción de aproximadamente entre un 10 a un 15%, diferencia que se verá acentuada cuanto mayor sea el proyecto, debido a la economía de escala. En este sentido, es vital mencionar que el precio de una vivienda industrializada no dista mucho de una vivienda convencional, y que, si encontramos ofertas llamativamente económicas en cualquiera de los tipos (industrializada o prefabricada) deberíamos plantearnos el porqué de esa diferencia y si la calidad obtenida es realmente equiparable a otras ofertas.
Además, la demanda de trabajadores in situ en la construcción puede disminuir, lo que puede ayudar a minimizar los efectos de la escasez actual de mano de obra en la construcción tradicional. Permitiendo, también, la contratación de perfiles jóvenes con una formación técnica y digital, que puedan desarrollar sus labores en las fábricas destinadas al diseño del proyecto.
El proceso de diseño previo facilitará una menor presencia de personal en obra, lo que provocará una reducción de los índices de siniestralidad, mejorándose sustancialmente los procesos de construcción.
4. Calidad
En los últimos años, la vivienda industrializada ha evolucionado y se ha perfeccionado notablemente en cuanto a diseño y calidad se refiere. Este proceso de construcción tan minucioso permite emplear materiales de primera calidad, superando incluso a los empleados en las obras tradicionales. No obstante, desde PEP lamentan la existencia de numerosos casos de fabricantes de viviendas que justifican el cumplimiento del Código Técnico de Edificación a nivel de proyecto, pero que, seguramente, no lo cumplan en la realidad.
No obstante, desde PEP quieren insistir en que, obviamente, hay empresas preparadas y con profesionales acreditados que producen tanto viviendas prefabricadas como industrializadas de calidad, pero consideran muy relevante que el consumidor y el mercado sepan las diferencias existentes entre los dos modelos de construcción, y su independencia con ser o no de alta eficiencia energética, sostenibles o contar con certificación Passivhaus.