Por qué va a ser más sostenible tu próximo viaje en avión
- El biojet, un combustible sostenible que se obtiene a partir de biomasa o residuos, es una de las mejores opciones para descarbonizar el transporte aéreo
- La aerolínea Evelop ha completado recientemente su primer vuelo Madrid-Punta Cana propulsado por este biocombustible producido por Repsol
elEconomista.es
Con la Semana Santa a la vuelta de la esquina se intensifican más que nunca las ganas de volver a planear escapadas. Cualquier otro año por estas fechas, muchas personas ya tendrían organizadas sus vacaciones o viajes al exterior. Cuándo volveremos a viajar y cómo serán esos primeros viajes son, quizás, algunas preguntas que nos hacemos actualmente.
Con viajes o sin ellos, lo cierto es que se está generalizando cada vez más una conciencia ecológica en torno al impacto medioambiental de los vuelos. Incluso en países como en Suecia ya le han puesto nombre a esta vergüenza de volar o flygskam, un movimiento que anima a los ciudadanos a valorar alternativas de transporte a la hora de planificar sus viajes. Por pura curiosidad o como ejercicio de concienciación, se pueden calcular las emisiones que conlleva un viaje en avión en la calculadora de la Organización de Aviación Civil Internacional (ICAO, por sus siglas en inglés).
La aviación es, ciertamente, un elemento esencial en una sociedad globalizada. Hay que tener en cuenta que, en condiciones normales, el sector transporta al año a 2.200 millones de pasajeros en todo el planeta, lo que supone un constante ir y venir de aviones-. Esta intensa actividad se traduce aproximadamente en un 2% de las emisiones mundiales de carbono, según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).
Conscientes de este impacto, desde la propia industria, así como desde la Unión Europea, se está trabajando en avanzar en la descarbonización del transporte aéreo y encontrar la receta para volar de manera más sostenible. De hecho, la aviación se ha fijado como objetivo, en su iniciativa Destination 2050, lograr que todos los vuelos interiores y con salida de la Unión Europea, el Reino Unido y la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC) tengan cero emisiones netas de dióxido de carbono en 2050, en línea con el Pacto Verde Europeo y el Acuerdo de París.
El movimiento 'flygskam' anima a los ciudadanos a valorar alternativas de transporte a la hora de planificar sus viajes
Para conseguirlo, esta iniciativa apuesta por mejorar la eficiencia de los motores y la gestión del tráfico aéreo y por incrementar progresivamente el uso de biocombustibles sostenibles como el biojet: por ejemplo, Suecia ha establecido la obligación, a partir de 2021, de que el 1% del consumo sea de este biocombustible, en cumplimiento de la nueva Directiva de Energía Renovable de la Unión Europa. En Noruega, por su parte, ya existe esa imposición -0,5% en este caso- desde 2020.
El uso de estos biocombustibles, que se fabrican a partir de biomasa o residuos, conlleva una reducción de emisiones de dióxido de carbono de entre el 65% y el 100% respecto a combustibles tradicionales. En este sentido, "el entorno natural del avión, que son las grandes distancias y los viajes intercontinentales, necesita que las aeronaves dispongan de mucha energía de manera segura y por eso el combustible que se visualiza en el futuro sigue siendo el queroseno: el reto está en ir aumentando progresivamente el porcentaje de queroseno que sea producido a partir de materia prima de origen biológico con un efecto neutro en emisiones de dióxido de carbono", señala Miguel Ángel García Carreño, gerente de desarrollo de procesos de Repsol Technology Lab.
En nuestro país, estos biocombustibles constituyen la tecnología renovable más ampliamente disponible y utilizada en la actualidad en el transporte, tal y como se recoge en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima. Para el ámbito de la aviación, en concreto, el biojet es hoy en día la única alternativa y está incluido en la lista de combustibles sostenibles. Repsol es pionera en la fabricación de biojet, siguiendo una de las rutas aprobadas por la Sociedad Americana para Pruebas y Materiales (ASTM - American Society of Testing Materials).
Compañías aéreas como KLM, Air France o Iberia están realizando pruebas de vuelos con diferentes tipos de bioquerosenos, y, más recientemente, en concreto el 6 de marzo, Evelop realizó el primer vuelo Madrid-Punta Cana propulsado por biojet producido por Repsol. Se trata del primer paso que da la aerolínea para alcanzar su objetivo de utilizar estos biocombustibles de bajas emisiones de carbono.
En tan solo seis meses, Repsol ha logrado producir los dos primeros lotes de biojet del mercado español en sus complejos de Puertollano y Tarragona, y la previsión es que este proyecto tenga una continuidad con la fabricación de más lotes de biocombustible para aviación en otras de sus plantas industriales. Tal y como explica García Carreño, "estamos seguros de que habrá un incremento progresivo de la cuota de biojet hasta un escenario en el medio-largo plazo en el que sea el combustible fundamental. Es la mejor vía que tiene la aviación para hacer una reducción drástica de sus emisiones".
El primer lote, fabricado a partir de biomasa, consta de 7.000 toneladas de combustible de aviación -el equivalente al consumo de 100 vuelos Madrid-Los Ángeles- y su uso evitará la emisión de 440 toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera. Por su parte, el segundo lote consta de 10.000 toneladas -el equivalente al consumo de 145 vuelos entre Barcelona y Los Ángeles- y su uso evitará la emisión de 630 toneladas de CO2.
Una de las opciones para descarbonizar el transporte es incorporar estos biocombustibles a los combustibles convencionales. La aviación, y otros muchos sectores como el náutico o el transporte por carretera, están poniendo en marcha políticas encaminadas a la reducción de emisiones.
Retomar los tan ansiados viajes y desplazamientos, y poder hacerlo en unas condiciones más sostenibles en el uso de los recursos, es uno de los más ambiciosos objetivos que se nos plantean en el futuro desde el punto de vista medioambiental.