Empresas y finanzas

Culmina el gasoducto griego en el que Enagás ha invertido 222 millones

  • El proyecto, de 4.500 millones, suministrará gas desde el Caspio en noviembre
Antonio Llardén, presidente de Enagás. Foto: Archivo

Tomás Díaz

El Gasoducto Transadriático (TAP) ya está terminado. Han pasado cuatro años y medio desde que un consorcio internacional iniciara las obras de la tubería para importar gas desde la orilla del mar Caspio hasta el sur de Europa, gracias a una inversión de 4.500 millones de euros.

Enagás participa en el proyecto con un 16% del capital y una inversión de 222 millones, de la que espera obtener una rentabilidad de doble dígito, en torno al 12%. En estos momentos se está llenando de gas para estar en condiciones de empezar la actividad comercial a finales de año.

La Comisión Europea tiene declarado el TAP como Proyecto de Interés Común, sobre todo porque proporciona una alternativa a la importación comunitaria de gas por gasoducto desde Argelia y desde Rusia.

La infraestructura une Italia con Turquía, donde enlaza con el Corredor Sur, otro gasoducto que llega hasta la rica cuenca de hidrocarburos de Azerbayán. A grandes rasgos, además de diversificar el origen del gas que recibe la UE, evita el conflictivo paso por Ucrania, razón por la que, en su momento, despertó el rechazo del Gobierno de Vladimir Putin.

Financiación europea

El TAP lo ha construido y lo operará un consorcio formado por Socar (20%), BP (20%), Snam (20%), Fluxys (19%), Enagás (16%) y Axpo (5%), que han invertido en el proyecto unos 4.500 millones, de los que a Enagás le han correspondido 222 millones. Ha contado con el apoyo de la financiación blanda del Banco Europeo de Inversiones por un importe de 300 millones.

El 16 de mayo de 2016 arrancaron las obras de la tubería, con una longitud de 878 kilómetros. Por territorio griego discurren 550 kilómetros, otros 215 kilómetros cruzan Albania, hay 105 kilómetros bajo las aguas del mar Adriático y 8 kilómetros en suelo italiano, donde en Apulia conecta con la red del país. Está previsto que conecte con otras redes de gas europeas a través de los Balcanes.

La última soldadura se ejecutó el pasado 24 de julio, en la conexión de los tramos submarinos con Italia, y el consorcio ha informado de que ya está procediendo a llenarlo de gas -cuenta con una capacidad de suministro de 10.000 millones de metros cúbicos por año- para que pueda empezar a comercializar el hidrocarburo.

Garantías por 575 millones

Antonio Llardén, presidente de Enagás señalaba en la presentación de resultados de la semana pasada que el TAP "está prácticamente terminado y su puesta en marcha comercial está prevista para el último trimestre de este 2020". Su documentación explicaba que la empresa aún debe aportar 4,8 millones al capital social para culminar su participación.

Además, la compañía tiene presentadas garantías financieras por 575 millones, que se reconvertirán en un mecanismo de repago del préstamo hasta su vencimiento, de acuerdo con la modalidad de project finance. Este mecanismo se activará en el caso de que suceda algo extraordinario.

Tanto la garantía para el período de construcción como este soporte bancario para el período de operación están limitados, de manera que en ningún caso las cantidades reclamadas a Enagás puedan superar los 903 millones.