Empresas y finanzas

Boeing pone fin al Jumbo y recortará más empleo y producción por el covid

  • Dejará de fabricar el icónico avión en 2022 y ralentiza la reactivación del MAX
  • Los ingresos comerciales caen el 53% al entregar sólo 70 aeronaves
Aviones Max de Boeing

África Semprún

El impacto de la pandemia en el sector de la aviación sigue siendo muy severo. La lenta reapertura de las fronteras y la debilidad e incertidumbre en la demanda ha llevado a las compañías aéreas a ahondar en el retraso de las entregas, la cancelación de los pedidos y la retirada de los aviones más viejos, lo que golpea de lleno a las cuentas de Boeing, que ha cuadruplicado sus pérdidas hasta los 2.562 millones de euros, y a sus planes de producción y de recortes de personal.

Así, tras haber llevado a cabo varias medidas de ajuste, Boeing ha anunciado más despidos, una nueva reducción de su tasa de producción y ha puesto fecha al final de uno de los aviones más icónicos del mundo de la aviación: el Jumbo (B-747) dejará de fabricarse en 2022.

"Para alinearnos con un mercado más pequeño ya bajamos las tasas de producción, pero, desafortunadamente, queda claro que necesitamos hacer más ajustes"

"El mercado es diferente y debemos cambiar con él. Para alinearnos con un mercado más pequeño ya bajamos las tasas de producción, pero, desafortunadamente, queda claro que necesitamos hacer más ajustes debido al impacto prolongado de covid-19", anuncia Dave Calhoun, presidente de Boeing, en una carta a sus empleados.

Así, la compañía norteamericana prevé producir dos unidades del modelo 777 al mes en 2021, una menos de lo previsto; seis aviones B-787 por mes en 2021, cuando su plan era pasar progresivamente de diez a siete mensuales en 2022. Con este ritmo más bajo, Boeing está trabajando en reducir los costes de producción del modelo de largo radio valorado en unos 300 millones de euros y ganar eficiencia, por lo que ha iniciado un proceso para estudiar la viabilidad de consolidar la producción en un sola planta o región.

En cuanto al 737 MAX, en tierra desde marzo del 2019, el fabricante tiene previsto ralentizar la reactivación de las líneas de producción, que se pusieron en marcha en mayo, por con un aumento gradual en los próximos meses hasta llegar a las 31 unidades por mes a principios de 2022. Boeing se vio obligada a parar temporalmente la fabricación del modelo en enero, cuando ya acumulaba 400 aviones en los hangares que no podía entregar por la suspensión de los permisos de vuelo. Unos meses antes, en abril, ya recortó el número de aviones de 52 a 42 unidades.

En cuanto al icónico 747, mundialmente conocido como Jumbo, la compañía va a mantener los ritmos pero, siguiendo los pasos de Airbus con el A380, tiene previsto cancelar el programa y dejar de fabricarlos en 2022. El fabricante cada vez tenía menos pedidos de este modelo, que está siendo sustituido por el 787 para pasajeros, y las ventas se estaban concentrando en el mercado de carga. En este punto, hay que recordar que las aerolíneas han anunciado que van a acelerar la retirada de este modelo para adaptar su capacidad a la débil demanda que se espera tras la crisis.

"Nuestro compromiso con el cliente no termina en la entrega, y continuaremos apoyando las operaciones 747 y mantenimiento bien en el futuro", recuerda el presidente en la misiva pública.

"El impacto prolongado del covid-19 está causando nuevas reducciones lo que significa que tendremos que evaluar aún más el tamaño de nuestra fuerza laboral"

"Estos cambios en las ratio de producción no reflejan su trabajo o nuestra capacidad. El mercado simplemente no admitirá niveles de producción más altos en este momento, y debemos adaptarnos", abunda el primer espada antes de señalar que la menor carga de trabaja implicará una nueva oleada de ajustes de personal que seguirá al recorte del 10% ya anunciado (unos 12.000 trabajadores). En este caso no ha especificado cuanta gente se verá afectada.

"El impacto prolongado del covid-19 está causando nuevas reducciones en nuestras tasas de producción y una menor demanda de servicios comerciales, lo que significa que tendremos que evaluar aún más el tamaño de nuestra fuerza laboral. Esta es una noticia difícil, y sé que agrega incertidumbre. Intentaremos limitar el impacto tanto como sea posible en el futuro", apunta Calhoun.

El retraso de las entregas por la crisis del covid y la suspensión del 737 MAX ha tenido un claro efecto en la actividad de la compañía que ha entregado 70 aviones en el primer semestre del año frente a los 239 del mismo periodo del año pasado. Solo entre abril y junio ha entregado 20. Un año antes fueron 90 ya que en el segundo trimestre estanco ya se notó la crisis del avión de corto radio.

Así, los ingresos del negocio comercial han caído un 53% a los 7.838 millones de euros, lo que implica que el negocio militar ha frenado levemente el desplome de la facturación de todo el grupo. Ha cerrado el semestre con unos ingresos de 28.715 millones de dólares, un 26% menos.