Empresas y finanzas

Las eléctricas recortarán hasta un 15% su inversión por el coronavirus

  • La demanda caerá en el año entre un 5 y un 7%
  • Quieren preservar sus niveles de liquidez
Una central nuclear en Francia

Rubén Esteller

Eurelectric, la patronal eléctrica europea, ha terminado la primera parte de su informe sobre el impacto del coronavirus en la industria eléctrica europea. En dicho documento, al que tuvo acceso elEconomista, la asociación realiza un análisis de las medidas de apoyo lanzadas por las compañías así como de la normativa aprobada por cada país europeo.

El sector calcula que la inversión se reducirá entre un 10 y un 15% por culpa del coronavirus y que se podrían llegar a flexibilizar los dividendos. La intención de todos estos cambios es que las empresas puedan preservar su nivel de liquidez que se verá afectado por algunas de estas medidas que han adoptado las empresas para favorecer a sus clientes y proveedores, así como por las regulaciones que están imponiendo los distintos estados para garantizar que no haya cortes de suministro y que se puedan aplazar los pagos de las facturas.

S&P, en un informe sobre el sector eléctrico europeo, mantiene la misma previsión que la patronal eléctrica europea de reducción de las inversiones y alerta sobre una caída de empresas que podría provocar una mayor tensión en las cuentas de las compañías por el incremento de la morosidad en las cuentas.

Los precios de la energía para el año que viene serán del orden de un 20% más bajos

Sin embargo, es probable que también retrase las trayectorias de crecimiento de los aprendizajes y, lo que es más importante, puede crear algunos problemas de funcionamiento, como el mantenimiento prolongado de los activos de producción (como las plantas nucleares) o la disminución de la rentabilidad de los proyectos (como en el caso de los desarrollos con eólica marina).

S&P considera que, por el momento, no se ve presión de los Gobiernos para reducir los apoyos presupuestarios destinados a la lucha contra la transición energética. De hecho, un total de 31 patronales europeas enviaron la semana pasada una carta a la Comisión Europea en la que pedían que se mantenga el empuje de la inversión en el cambio de modelo energético para poder crear empleo y contribuir a salir antes de esta crisis provocada por la pandemia.

En el informe de S&P se estima que la demanda de electricidad se reducirá este año entre un 5 y 7%, lo que supondrá además que los precios de la energía para el año que viene sean del orden de un 20% más bajos.

Las fusiones y adquisiciones también se ralentizarán por la volatilidad de las valoraciones, así como por unos Gobiernos que tardarán más en tomar las decisiones para aprobar proyectos.

Las eléctricas generalmente tienen acceso a los mercados financieros. Al no tratarse de una crisis bancaria, la liquidez sigue existiendo para las empresas con buenas calificaciones crediticias. La prueba la tenemos con la emisión a cinco años de 750 millones realizada la semana pasada por Iberdrola.

S&P ve riesgos para las eléctricas más ligadas a la calificación de sus propios países y cita como ejemplo Italia.

La agencia de calificación crediticia, por su parte, ha asegurado hoy que actualmente, el 13% del sector tiene un sesgo de calificación negativa. La mayoría de las revisiones negativas están relacionadas con la exposición a la energía comercial y el riesgo de disminución de las ganancias para 2020 y 2021, junto con el ya estrecho margen en las actuales mediciones de crédito.

S&P, sin embargo, asegura que estas compañías también tienen un grado de flexibilidad para ajustar los costes, las inversiones y los dividendos para proteger su solvencia. Los mercados de capital siguen abiertos al sector, y en las últimas semanas se han realizado algunas transacciones importantes. No obstante, la agencia sigue siendo bastante cautelosa en cuanto a las necesidades de refinanciación de las empresas con calificación "BBB-" o inferior.