BBVA admite que sabía desde 2015 que tenía contratado a Villarejo
- La entidad dudó de la legalidad del excomisario pero no inició una investigación
Eva Díaz, Fernando Tadeo
BBVA admitió en su declaración ante la Audiencia Nacional el pasado noviembre que, al menos desde 2015, sabía que era el excomisario José Manuel Villarejo quien estaba detrás de las empresas de Cenyt que tenían contratadas y a las que pagaron más de 10 millones durante trece años. Es más, el representante legal del banco, Adolfo Fraguas, confesó que hubo un momento en el que la entidad temió por la ilegalidad de las actividades del expolicía puesto que entonces aún estaba en activo. Sin embargo, también confirmó que, a pesar de esas alarmas, BBVA no inició ninguna investigación al respecto.
La certeza de que la entidad conociera ya en 2015 que tenía contratado a Villarejo contrasta con la versión del expresidente del banco, Francisco González, quien ha asegurado en varias ocasiones, tanto a través de comunicados como en sede judicial, que no supo que el grupo financiero trabajaba con el expolicía hasta mayo de 2018, fecha en la que se enteró por la prensa.
De la alarma a la tranquilidad
Durante el interrogatorio al representante legal del banco, el juez preguntó a Fraguas si BBVA, en 2015, se preocupó por una información que salió en la prensa en la que se apuntaba a que el comisario tenía un entramado de empresas que usaba como tapadera para su actividad ilegal. Fraguas asegura que si hubo alarma en el banco, al mes siguiente se mitigó con otra información publicada en prensa que decía que el Ministerio de Interior había investigado la actividad del excomisario y dijo que era legal.
Sorprendido, el juez repreguntó que por qué el banco se quedó tranquilos con una información procedente de un periódico. "Por la misma razón que le pudo alertar una cosa, le pudo tranquilizar otra", respondió Fraguas. Según el representante legal de la entidad, al banco le pareció suficiente que un diario dijera que Interior verificaba la licitud de Villarejo para que el grupo financiero no abriera una investigación.
"¿Usted cree que a los preparadísimos juristas que comandaban los servicios de BBVA en 2015 les debió tranquilizar (la información) para que nadie levantara la mano y pusiera en marcha una investigación exhaustiva?", preguntaba el juez. "Eso se lo tendrán que preguntar a ellos, pero ahí consta que si lo que preocupaba era que el señor Villarejo tuviera o no autorización para llevar a cabo esa actividad parece que sí, que la tenía", respondía Fraguas en su declaración a la que ha tenido acceso elEconomista.
El abogado de la entidad señaló en otro momento de la declaración que las actividades del excomisario podría ser compatibles con su condición de policía porque podía tener una "segunda actividad".
La documentación, en Guadalajara
Por otro lado, BBVA guardaba la mayoría de la información del caso de espionaje en una nave situada en Azuqueca de Henares (Guadalajara). El banco tiene allí casi dos millones de cajas con documentos, de las que se encontraron 32.676 cajas que estaban relacionadas con la investigación. Sin embargo, PWC, consultora contratada para llevar a cabo el informe forensic redujo el perímetro de análisis a 5.637 cajas, es decir, a tan solo el 17% del total hallado, basándose en la descripción de los contenidos que consignaban las propias cajas.