Empresas y finanzas

La Fiscalía Anticorrupción pide 4 años y medio para Olivas y Parra por Banco de Valencia

  • Les acusa de un delito societario continuado de falsedad contable
  • Apunta a que la cúpula de la entidad "maquilló" las cuentas en 2009 y 2010
  • Señala que los inversores de la entidad no tuvieron tiempo para reaccionar
El expresidente de Banco de Valencia José Luis Olivas. EFE

Eva Díaz

La Fiscalía Anticorrupción pide cuatro años y medio de cárcel para el expresidente de Banco de Valencia, José Luis Olivas, por un delito societario continuado de falsedad de cuentas de la entidad en 2009 y 2010, junto con una multa de 45.000 euros.

El Ministerio publico también ha solicitados condenas de cárcel por distintos años para 13 exaltos cargos de la entidad por el mismo delito y una pena de un año y medio para el socio de Deloitte que auditó las cuentas, Miguel Olmos Llorens, por cooperación necesario.

Según el escrito remitido por Anticorrupción al magistrado del Juzgado número 1 de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, la entidad, en 2009 y en plena crisis económica, acaeció en malos resultados con una relevante subida de la morosidad. Sin embargo, la Comisión Ejecutiva y el consejo de administración de Banco de Valencia mantuvieron una imagen de solvencia y rentabilidad de la entidad que no se correspondía con la realidad del estado de la misma, "lo que se tradujo en la aprobación de unas cuentas para los ejercicios 2009 y 2010 que no reflejaron la imagen fiel de la entidad". Concretamente, la Fiscalía asegura que la cúpula del banco realizó ajustes contables para "maquillar" las cuentas.

Banco de Valencia fue intervenido por el Banco de España a finales de noviembre de 2011, al detectar un agujero de capital de unos 600 millones que fue subsanado con una aportación de 1.000 millones del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob), antes de ser adjudicada en subasta a CaixaBank. Así, Anticorrupción señala que, al ofrecer la entidad, entonces cotizada, una imagen de solvencia al mercado, los accionistas mantuvieron la confianza en la sociedad lo que produjo la cuasi pérdida íntegra de sus inversiones, no siendo posible conocer la situación real hasta que, el 7 de noviembre de 2011, la CNMV suspendió la cotización bursátil del banco, "siendo esta fecha demasiado tarde" para que los accionistas pudiesen tomar una decisión sobre sus intereses. José Luis Olivas está a la espera de la sentencia del caso Bankia, en el que la Fiscalía Anticorrupción solicita para él cinco años de prisión por presunta falsedad en las cuentas de 2010, delito al que suma el de estafa a los inversores.