Empresas y finanzas

La Operación Chamartín centró el espionaje del excomisario Villarejo que realizó a Sacyr

  • Recopiló información sobre el proyecto y siguió las intenciones de la constructora Sacyr
Luis del Rivero, expresidente de Sacyr.

Eva Díaz

El desarrollo del final del Paseo de la Castellana Madrid Nuevo Norte, antes conocido como la Operación Chamartín, estuvo en el centro del espionaje a Sacyr que BBVA encomendó entre 2004 y 2005 al excomisario de policía José Manuel Villarejo. La constructora, en aquella época presidida por Luis del Rivero, tenía interés en hacerse con un paquete de acciones del banco que le dieran entrada al consejo de administración del mismo.

Entre los objetivos de Sacyr, según destacó el exinspector en los documentos que preparó sobre el caso, a los que ha tenido acceso este diario, además de poder derrocar al entonces presidente del grupo financiero, Francisco González, estaba poder entrar en el desarrollo urbanístico del norte de la capital.

Entonces, BBVA ya controlaba en torno al 75% del proyecto, como en la actualidad. Según reflejan los informes que preparó el expolicía para el banco, "Sacyr se encuentra en el mismísimo epicentro de la Operación Chamartín". Villarejo narraba el interés que suponía para la constructora entrar en la gestión del banco, para hacerse con esa joya urbanística. "El proyecto Operación Chamartín o 'Prolongación de la Castellana' integra más de 300 hectáreas de suelo, con 20.000 viviendas, 900.000 metros cuadrados y 400.000 metros cuadrados para dotaciones y zonas verdes. Puede considerarse como una de las actuaciones de mayor envergadura, en cuanto a superficie afectada y en cuanto a inversión prevista que se están realizando o se han realizado en Europa", señalaba Villarejo en sus informes para BBVA.

Por entonces, Sacyr tenía un pequeño nexo de unión con la Operación Chamartín, a través de Fernando Martín, que ostentaba el 5,96% de la constructora que encabezaba Luis del Rivero, y tenía varios suelos en la zona. Sin embargo, apenas dos años antes, la socialista Matilde Fernández había puesto contra las cuerdas a Martín al presentar ante la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) una pila de presuntas irregularidades del constructor en las compras de dichos suelos.

Villarejo, en su misión de abortar la entrada de Sacyr en BBVA, realizó seguimientos al entonces director de la Oficina Económica de La Moncloa, el socialista Miguel Sebastián, y presunto partidario de que la constructora conquistara la entidad azul, que estuvieron relacionados con conversaciones que mantuvo sobre la Operación Chamartín. Así, el exinspector informó de una comida que había mantenido Sebastián y la diputada de la Comunidad de Madrid Matilde Fernández, el 14 de enero de 2005 en el restaurante El Bocado, en la que habían tratado el tema sobre la responsabilidad de ésta en la querella sobre el proyecto urbanístico.

Seguimientos para el caso

Asimismo, entre las labores de este espionaje, Villarejo reunió varias informaciones de prensa sobre la Operación Chamartín, que incluyó dentro de una carpeta bajo el mismo nombre y había accedido a la denuncia que interpuso la socialista ante la Fiscalía, documento que también incluyó en la carpeta, con presunto destino a BBVA.

El ahora ya llamado Madrid Nuevo Norte siempre ha sido uno de los proyectos faraónicos de la entidad que, tras dos décadas bloqueado, ha visto la luz en el momento más farragoso para el banco. La operación se ha visto empañada por el escándalo de espionaje por el que atraviesa la entidad. Pero, además, tan solo dos días antes de que el Ayuntamiento de Madrid diera luz verde al proyecto, la compañía Distrito Castellana Norte (controlada en un 75% por el banco) emitió un comunicado a última hora de la noche del viernes 26 de julio en el que se limitó a decir que el consejo de administración había acordado el cese de su presidente, Antonio Béjar. El directivo había sido imputado apenas semanas antes por la Audiencia Nacional en la trama de espionaje, y ese mismo día por la mañana había manifestado ante el juez su predisposición a colaborar con la Justicia. El cese por parte de BBVA fue fulminante. Distrito Castellana Norte alegó que la salida se había hecho mirando por el beneficio de la empresa.

La firma no pudo saborear el momento de la aprobación del proyecto, después de dos décadas esperándolo, ante la polémica en la que BBVA se veía envuelta. Ni siquiera hubo rueda de prensa para anunciar el sí a la operación.

El consejero delegado de BBVA, el turco Onur Genç, rechazó el pasado miércoles, durante la rueda de prensa de la presentación de resultados del primer semestre, pronunciarse respecto al futuro del banco en Madrid Nuevo Norte, después de las informaciones publicadas que anunciaban la posible venta de su participación total en el proyecto.

Hasta el momento, desde Distrito Castellana Norte siempre se había apuntado a una venta parcial del proyecto con el objetivo de buscar financiación para el mismo. Genç fue tajante en su silencio y se limitó a decir al respecto: "Nunca comentamos rumores. Si se hace se hace, sino, no".