La Policía detiene a exjugadores de Primera y Segunda y al presidente del HuescaLa red que amañó partidos de la Liga obtuvo un beneficio por encuentro de unos 100.000 euros, según han confirmado a este periódico fuentes próximas a la investigación. El mundo del deporte español se despertó ayer con la noticia de la detención por parte de la Policía Nacional de al menos once personas implicadas en la trama. La redada, que fue denominada por las fuerzas de seguridad como Operación Oikos, generó registros en nueve localidades españolas y la detención, entre otros, de exjugadores de Primera y Segunda División, como Raúl Bravo, Borja Fernández, Íñigo López y Carlos Aranda, así como el presidente del Huesca (donde también se han pro- ducido registros), Agustín Lasaosa, y el jefe de los servicios médicos del equipo oscense, Juan Carlos Galindo. La operación está dirigida por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Huesca y a los detenidos se les imputan los presuntos delitos de pertenencia a organización criminal, amaño deportivo y blanqueo de capitales. La Policía Nacional ha confirmado que los acusados amañaron, al menos, tres partidos de Primera y Segunda y Tercera.La red, liderada por Raúl Bravo, exfutbolista del Real Madrid, funcionaba de manera organizada. Primero seleccionaban los partidos a amañar (con preferencia por choques al principio o al final de los campeonatos) y posteriormente captaban a miembros de las plantillas, especialmente a los capitanes, para acordar el resultado. Con todo esto atado, el siguiente paso era determinar los aspectos del juego en los que los jugadores podían incidir para conseguir el amaño: pactar el número de saques de esquina, el resultado final del partido o el de la primera parte...y aunarlos en apuestas combinadas (que multiplican las cuotas de cada apuesta simple) para maximizar el beneficio. Tras ello, se acordaba el método de pago: siempre en efectivo y en dos partes: la mitad por adelantado y el resto una vez finalizado el partido. El dinero del primer pago de los amaños, así como el que se invertía en las apuestas, se financiaba por parte de los organizadores de la trama, que después recuperaban el dinero.Las fuerzas del orden han admitido que las sospechas saltaron en un partido que enfrentó al Huesca con el Nàstic de Tarragona y que acabó con victoria visitante por 0-1. De acuerdo con los datos de la Policía, el nivel de apuestas de este partido fue 14 veces superior al de los niveles habituales para la Segunda División, lo que encendió todas las alarmas. De hecho, hace justo un año, el Comité de Competición de la Federación Española de Fútbol (RFEF) ya abrió un expediente disciplinario a Huesca y Nàstic por "movimientos extraños en el ámbito de las apuestas". Según LaLiga, ahora hay nueve denuncias presentadas respecto a partidos de la presente temporada, que se están tramitando mediante diferentes investigaciones que tendrán resultados próximamente. Al margen de las apuestas, el amaño podría suponer también un golpe para la Quiniela, teniendo en cuenta que hubo resultados adulterados.