El Pacto Antiterrorista se reunirá el lunes en Madrid, con Podemos y el PNV como observadoresEl presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el de la Generalitat, Carles Puigdemont, aflojaron ayer el pulso independentista y lanzaron un mensaje de unidad para coordinar la respuesta a la crisis terrorista. Aunque más de veinte horas después de los atentados de Barcelona y Cambrils, ambos mandatarios presidieron un gabinete de crisis en la sede de la Conselleria de Interior de la Generalitat, hasta donde también se desplazaron la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaria y el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, así como el vicepresidente Oriol Junqueras y el conseller de Interior Joaquim Forn, del lado catalán. Al finalizar el encuentro, que también contó con la presencia de altos mandos policiales de Mossos, Policía Nacional y Guardia Civil; se mantuvo la consigna de dar una imagen de unidad y ambos presidentes comparecieron conjuntamente en rueda de prensa. "Es muy importante que seamos capaces de actuar como un equipo", priorizó un Rajoy convencido de que la lucha contra el terrorismo es "una batalla global". Es más, el jefe del Ejecutivo subrayó que es "el primer problema de Europa", aunque indicó que en estos momentos iniciales "el objetivo más importante es atender a los heridos y a los familiares de las víctimas. Policialmente, dijo, la prioridad es aclarar los hechos, detener a los responsables cuanto antes y evitar que se repita. Por su parte, el mandatario autonómico agradeció a Rajoy y a los miembros de su Gobierno su presencia en esa reunión con los coordinadores del operativo policial, en colaboración de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, para dar la respuesta que los poderes públicos deben dar ante la violencia. Fue una reunión "provechosa", aseguró Puigdemont, en la que se pudo intercambiar información y enviar a la ciudadanía un mensaje "de confianza y esperanza". En este sentido, el presidente del Gobierno quiso agradecer al president catalán una reunión que también calificó como "positiva", no solo por coordinación de las fuerzas de seguridad y las administraciones, sino tambien entre los políticos. "Es lo que desea la gente y nos hace más eficaces", afirmó Rajoy, en clara referencia a las asperezas que se han intensificado entre Moncloa y la Generalitat a lo largo de la deriva secesionista. Y es que a pesar de la puesta en escena unánime que hicieron ayer, inevitablemente, la mala relación entre ambos, machacada por el reto independentista, estuvo en el trasfondo de la gestión de la crisis desde las primeras horas de confusión. Tras la conversación telefónica que mantuvieron el jueves, Puigdemont protagonizó una declaración institucional sin contar con Moncloa. A la espera de confirmar que los atropellos formaban parte de un atentado y que, por lo tanto, eran de su competencia, Rajoy tardó casi tres horas en oficializar su desplazamiento a Barcelona. Una vez en la capital catalana, y ya pasada la medianoche, el presidente del Gobierno pidió "unidad institucional y colaboración policial". Reuniones en paralelo Aunque los dos Gobiernos defendieron que la comunicación entre ambas partes era permanente, hasta ayer por la mañana Rajoy y Puigdemont no reunieron a sus gabinetes de crisis en paralelo. Hasta que antes del encuentro de alto nivel celebrado ayer en la Conselleria de Interior de la Generalitat coincidieron, junto al Rey Felipe VI, en un minuto de silencio que tuvo lugar en la Plaza de Cataluña de Barcelona. Al acto también acudió la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, y el de Ciudadanos, Albert Rivera, que mostraron su apoyo a las víctimas y su respaldo a la ciudad entera ante miles de ciudadanos que coreaban "No tinc por" ("No tengo miedo"). Después del multitudinario homenaje, en la rueda de prensa conjunta con Puigdemont, Rajoy anunció que el Pacto Antiterrorista se reunirá este lunes en Madrid para "lanzar un mensaje de unidad" contra el terrorismo y demostrar que todas las formaciones políticas están dispuestas a "tirar del carro con el mismo espíritu de lucha". El acuerdo, suscrito por todas las fuerzas mayoritarias para elevar la coordinación de los partidos y mejorar la lucha contra el terror, fue firmado en febrero de 2015 entre el Ejecutivo y el PSOE, tras los atentados de noviembre de ese año en París. Después se sumaron la mayor parte de los grupos parlamentarios, entre los que no se encuentran, sin embargo, ni Unidos Podemos ni el PNV, que acudirán a la reunión del lunes en calidad de "observador". Antes del encuentro del Pacto Antiyihadista, este mismo sábado el Ministerio del Interior ha convocado a las 11 de la mañana otra reunión para valorar la amenaza terrorista tras los ataques de Las Ramblas y Cambrils. A la cita, que presidirá el ministro Zoido, acompañado por el secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto, asistirán tanto los Mossos d'Esquadra como la Ertzaintza, además de los máximos responsables de la lucha antiterrorista en España de la Policía Nacional, de la Guardia Civil, del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (Citco), del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Apoyo internacional El día después del atentado volvió a dejar muestras de repulsa y condena de la comunidad internacional al mayor ataque terrorista sufrido en suelo español en los últimos trece años. Desde por la mañana, Mariano Rajoy comenzó una ronda telefónica con la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Emmanuel Macron. Por la tarde, el presidente tuvo oportunidad de conversar con el presidente argentino, Mauricio Macri, y el de Colombia, Juan Manuel Santos. Por último, Rajoy habló con el presidente norteamericano, Donald Trump, con quien abordó la "firmeza y unidad" de ambos países para combatir el terrorismo. "Agradezco el mensaje de cariño, afecto y cooperación de EEUU con España", escribió el jefe del Ejecutivo en su cuenta de Twitter.