Eulen presentará una contrapropuesta al sindicato para acabar con el conflictoEl Ministerio del Interior, Fomento y Aena han movido ficha en el conflicto laboral que está colapsando El Prat. Después de que el gestor aeroportuario decidiera convocar una reunión entre Eulen y su plantilla para desatascar las negociaciones, el Ministerio del Interior ha dado un paso más y ha reforzado el aeródromo catalán con más Guardia Civil hasta que termine el conflicto. Según informan fuentes de ese departamento a EP, los guardias civiles "se destinarán a los servicios habituales que llevan a cabo las fuerzas de seguridad del Estado en los aeropuertos". Aunque Interior no ha querido explicar qué van a hacer exactamente los agentes y cuántos van a llevar, lo cierto es que los filtros de seguridad de los aeropuertos son responsabilidad de la Guardia Civil y son ellos los que tiene la autoridad real para registrar las maletas y cachear a los pasajeros en los controles. Como no hay suficientes guardias civiles en España, Aena, Fomento e Interior firmaron un convenio por el cual el gestor se comprometía a dotar de personal privado para reforzar los controles. Esto se ha hecho en todos los aeropuertos, menos en los del País Vasco, donde hasta el año pasado eran los propios funcionarios públicos los que se encargaban de llevar el control de seguridad. Así, los guardias civiles pueden reforzar los filtros mientras siguen las protestas. Mientras Interior empieza a tomar medidas para garantizar la seguridad de El Prat, que está en alerta cuatro, Aena ha conseguido que Eulen y su plantilla avancen en las negociaciones. Con unas colas de más de hora y media en el aeródromo de la Ciudad Condal, la firma concesionaria se ha comprometido a presentar una contrapropuesta a las demandas de los sindicatos para poner punto y final a las protestas y evitar llegar al puente de agosto con el conflicto abierto. No hay que olvidar que, a partir del 14 de agosto, los trabajadores que se encargan de los filtros de seguridad tienen previsto realizar una huelga indefinida de 24 horas, que puede terminar de bloquear el aeropuerto. Al cierre de esta edición todavía no había concluido la negociación, que cuenta con la mediación del secretario general de Empleo, Josep Ginesta. Aena explica en todo momento que no puede entrar a negociar y que está presente en el proceso "de manera institucional". El Comité se ha comprometido a estudiar el documento de Eulen, mientras el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, aseguró ayer que ya había "un principio de acercamiento" y confió en que el conflicto se resolviera "lo antes posible". Lo que piden los trabajadores Pero, ¿qué hay detrás de las protestas del personal de la seguridad privada del aeropuerto de El Prat? La principal queja es la falta de personal. Fuentes sindicales explican a este diario que no pueden cumplir con todos los protocolos de seguridad que exige su contrato y con el máximo de diez minutos por pasajero con la plantilla que hay sin comprometer la seguridad del aeropuerto. Actualmente hay 350 trabajadores de seguridad en El Prat, lo que implica que hay un máximo de cuatro personas por filtro, cuando según los sindicatos debería haber cinco. "Con la previsión de alza del tráfico que tenemos para este verano, la empresa tendría que haber reforzado la plantilla. Se lo avisamos, pero nos dijo que no, que no había presupuesto", explican fuentes sindicales a este diario. En este punto, explican que la plantilla debería estar compuesta por al menos 410 personas, un 17 por ciento más que la actual. A su vez, se quejan de que la gente se ve obligada a hacer muchas horas extra para cubrir los turnos, ya que no se reponen las bajas. En el último año ha habido 30 excedencias y se han ido 10 trabajadores. Además, piden una subida salarial lineal de 300 euros al mes en el concepto del plus de radioscopia, que no se cobra entero. Un trabajador sin horas extra ni antigüedad cobra unos 1.000 euros al mes. "Si no se consigue un refuerzo de la plantilla, no habrá pacto", aseguran. A menos que se alcance un acuerdo, las escenas de largas colas se pueden repetir el próximo domingo y lunes, para los que están programados paros similares. Tal como sucedió durante los días de huelga de celo, podrían haber obligado a algunas aerolíneas a retrasar los horarios de despegue para evitar problemas operativos, ya que los viajeros no habían podido llegar a tiempo al embarque. Los viernes y los domingos son los días en los que se programan más vuelos en El Prat, que registra de media más de 1.000 movimientos diarios, la mitad de salida, que son los que se ven afectados por los retrasos.