Compensará también a los inversores de deuda subordinada para reducir la oleada de litigiosParticulares, empresas y empleados se beneficiarán del plan bajo ciertas condicionesEl Santander ya ha desvelado el plan para contentar a la clientela del Popular afectada por su intervención el pasado 7 de junio. El grupo cántabro anunció ayer los detalles de la devolución de las pérdidas cosechadas por los inversores de acciones y bonos que de la noche a la mañana vieron cómo su dinero se esfumaba. El banco no compensará a todos ellos, pero sí a una buena parte, con el objetivo de reducir la litigiosidad y que el Popular consiga las constantes vitales del negocio que mantenía antes de que comenzara su crisis. Les entregará bonos con un vencimiento a siete años y un tipo de interés del 1 por ciento anual, que se pagará trimestralmente. En concreto, se beneficiarán de esta acción comercial aquellos clientes minoristas (personas físicas, pequeñas empresas y empleados) de la entidad que acudieron a la ampliación de capital del Popular materializada en junio de 2016. Es decir, los inversores institucionales quedan fuera de esta propuesta y los accionistas recuperarán únicamente las minusvalías cosechadas por la compra de acciones en dicha operación. El banco, en este caso, únicamente exige que los títulos se mantuvieran en cartera hasta el momento de la resolución de la entidad que acaba de adjudicarse, por lo que aquellos que vendieron antes las acciones no tendrán derecho a solicitar la compensación. Asimismo, estos clientes tendrían que tener depositadas estas acciones o bien en el Popular (Pastor, también), o bien en el Santander, con lo que, aunque un afectado sea usuario del grupo y los títulos estuvieran en una cuenta de otro banco no podrán beneficiarse del plan. El Santander además ha decidido que los inversores minoristas de deuda subordinada también serán compensados. Buena parte de los tenedores de estos instrumentos híbridos eran particulares, de ahí que el grupo cántabro les haya tenido en cuenta. De la misma manera, los empleados del Popular, muchos de los cuales acudieron a la ampliación de capital, incluso solicitando créditos, podrán recibir los denominados "bonos de fidelización". Tanto para unos como para otros, el Santander requerirá contar con una relación comercial equivalente a la que mantenían con el Popular en el momento de la adquisición de los títulos. Con esta exigencia pretenden, en parte, recuperar los saldos de depósitos que han retirado los clientes en los últimos meses, debido a la incertidumbre del banco. Según la AEB, entre diciembre de 2016 y abril de este año, la entidad que entonces presidía Emilio Saracho sufrió una fuga de más de 15.000 millones de euros. Otra de las condiciones que exige es que el afectado renuncie a tomar acciones legales contra el banco, sus administradores, directivos y empleados. Recuperación del 100% El grupo cántabro ha tenido en consideración en su plan a los pequeños inversores, ya que sí que podrán recuperar la totalidad de las pérdidas. Éstos tendrían que haber asumido una quita de hasta 100.000 euros. Según el banco, la mayor parte de los clientes y empleados (el 99 por ciento) que adquirieron títulos en la ampliación de capital del Popular desembolsaron cantidades inferiores a dicha cifra. Los inversores de títulos y subordinadas que perdieron entre 100.001 y 500.000 euros, percibirán una compensación del 75 por ciento, siempre según el Santander. Mientras que los que sufrieron quitas de entre medio millón y un millón, recuperarán la mitad. Aquellos que tenían con estos instrumentos más de un millón de euros no serán compensados. En el caso de las obligaciones subordinadas, en el resarcimiento se descontarán los cupones que han recibido desde que adquirieron este tipo de deuda, que de media se sitúa en un interés del 8 por ciento. Los bonos que emitirá el Santander para atender este plan tendrán un nominal de 980 millones y podrán ser vendidos en cualquier momento por parte del beneficiario. El coste de las compensaciones, según el banco, asciende a 680 millones, pero no tendrá impacto ni en las cuentas del grupo ni en el capital, ya que está incluido en el ajuste realizado en la adquisición del Popular. Según un informe reciente de Citi, la entidad había presupuestado entre 600 millones y 800 millones la factura de las indemnizaciones y eventuales litigios de los inversores afectados.