Seis días antes de las manifestaciones del día de la mujer (8-M), el Gobierno de Pedro Sánchez empezó a tomar medidas de urgencia contra el coronavirus, como el acopio de material de protección, que ocultó ante los eventos que iban a producirse. El 2 de marzo la Agencia Española del Medicamento envió una carta a los distribuidores farmaceuticos para restringir la comercializacialización de mascarillas y bloquear su reparto entre la red de farmacias de nuestro país. El objetivo de agencia, que depende del Ministerio de Sanidad, era asegurar el suministro de mascarillas a los hospitales y centros de salud en un momento en el que los ingresos se empezaban a multiplicar, en detrimentro de los establecimientos sanitarios (farmacias), así como prohibir su venta en el extranjero. "Se acuerda la obligación de destinar, con caracter prioritario, la comercialización de mascarillas sanitarias al abastecimiento de centros y servicios sanitarios en detrimento del suimnistro a establecimientos sanitarios", dice la carta a la que ha tenido acceso este diario. Trece días después de someter "la comercialización de mascarillas sanitarias a condiciones especiales", el Gobierno decretó el estado de alarma y prohibió a los ciudadanos salir a la calle. Desde que el Ejecutivo de Pedro Sánchez comenzó a prepararse para hacer frente a la pandemia y hasta que se empezó a restringir abiertamente la movilidad con el cierre de colegios, guarderías y universidades, pasaron varios días en los que portavoces del Ejecutivo evitaron por todos los medios ser alarmistas e incluso animaron a los ciudadanos a salir en masa a la calle a defender los derechos de las mujeres. Así, el fin de semana previo a las primeras limitaciones, se celebró en Madrid el concierto de Isabel Pantoja y dos partidos de fútbol del más alto nivel. Por último, cientos de miles de personas salieron a las calles de toda España a manifestarse por el Día de la mujer. El 8 de marzo había 202 casos confirmados en Madrid y ocho fallecidos, pero, según dice Sanidad, la foto real es la que se realiza una semana después. En Madrid el 15 de marzo los datos fueron de 3.544 contagios. Ayer, dieciseis días después, 12.352 casos y 1.535 fallecidos. En Italia, los expertos aseguran que la celebración del Atalanta-Valencia el pasado 19 de febrero en Milán fue una bomba biológica que disparó el número de casos en ItaliaEl sector de la distribución farmaceútica critica que desde que el Ejecutivo empezó a requisar las mascarillas, les ha resultado casi imposible conseguir más para proveer a los establecimientos, ya que muchos de los pedidos que venían del extranjero han sido bloqueados por Sanidad en las Aduanas. "El Gobierno lleva tiempo acopiando todo lo que ha podido. En el sector se ha pedido todo lo que se podía, pero todavía estamos pendientes de recibir los productos, lo que hace que nos sea imposible abastecer a las farmacias", explican fuentes del sector. De hecho, los farmacéuticos han enviado señales de auxilio hasta que ayer mostraron su mayor enfado tras las declaraciones del portavoz de Sanidad, Fernando Simón, donde señaló que en las farmacias no era necesario que hubiese mascarillas. "Mostramos una profunda indignación por considerar a los 71.000 farmacéuticos que trabajan en las 22.071 farmacias como profesionales sanitarios no incluidos en los grupos de riesgo", dicen desde el Consejo General de Farmacia..El Gobierno puso en marcha el acopio el mismo día que la Agencia Europea de Control y Prevención de Enfermedades publicó un informe alertando de los peligros del Covid-19. La agencia señaló que "el virus se propaga rápidamente" y recomendó que se limitaran las concentraciones masivas de gente, ya que el "contacto prologando de la gente en espacios pequeños" aceleraba los contagios. Incluso a finales de febrero, en la última reunión entre ministerio de Sanidad y comunidades autónomas, éstas ya mostraron su temor e insistieron en que era necesario endurecer medidas sanitarias.