El líder de Podemos quiso 'independizar' a País Vasco y Cataluña del Estado de excepcionalidadEl Gobierno aplaza a mañana el plan económico por las discrepancias con el bando de PodemosLa sesión vespertina del Consejo de Ministros del sábado, el que acabó decretando el Estado de Alarma en España, fue testigo de un severo enfrentamiento entre el Gabinete económico del Ejecutivo –conformado, entre otras carteras, por la de Asuntos Económicos y la de Hacienda, como principales portavoces en el citado cónclave– y el vicepresidente Pablo Iglesias, al insistir con vehemencia el líder de la formación morada y socio de coalición del PSOE en la petición de una nacionalización de las eléctricas, hospitales privados, hoteles y telecos, aprovechando la situación excepcional causada por la crisis sanitaria del Covid-19. Básicamente, se vivió un duro enfrentamiento entre las guardianas de la ortodoxia con las cuentas públicas, la vicepresidenta económica Nadia Calviño y la portavoz y ministra de Hacienda María Jesús Montero, y el líder de la formación morada, quien, además, abogó por exceptuar a País Vasco y Cataluña del Estado de Alarma, en una suerte de independización de la normativa general que regirá para todo el Estado. Calviño llegó a decir que si la voluntad del líder de Podemos prosperaba "aquí yo no pinto nada".Así, Calviño defendió a ultranza la moderación, las Cuentas Públicas, y minimizar la merma en los derechos y libertades fundamentales y públicas que suponen las nacionalizaciones que exigió Iglesias, aprovechando la excepcionalidad que supone la crisis sanitaria y económica derivada del coronavirus. Algunos ministros más secundaron en su demanda de moderación a Calviño y abogaron por que el vicepresidente abandonase su posicionamiento, lo que demoró el final del Consejo de Ministros extraordinario del sábado, que se prolongó du-rante más de siete horas y retrasó las medidas económicas a mañana martes. El sector calviñista se evidenció mayoritario en la reunión del Gabinete, ante un perplejo Pedro Sánchez, al que la crisis del coronavirus no sólo le desbarata su hoja de ruta económica sino que ahonda las grietas que ya viene mostrando la coalición con su socio Iglesias. Un Iglesias, por cierto, que acudió sin protección a la reunión presencial, pese al positivo en coronavirus de su compañera, la ministra de Igualdad, Irene Montero.La crisis del coronavirus ha destapado la mayor, aunque no la primera, discrepancia entre los miembros de la coalición de Gobierno. Primero, porque ningún Ministerio encabezado por Podemos pertenece a los considerados "autoridad competente", en los que puede delegar el presidente del Gobierno durante el Estado de Alarma. Segundo, porque se discrepa en el seno de la coalición sobre el alcance del parón productivo, habiéndose departido incluso sobre si decretarlo al completo. Tercero, porque desde la cartera de Trabajo se pide una mayor protección a los trabajadores que pierdan su empleo o lo vean reducido y una mayor salvaguarda a las empresas y empleados víctimas de ajustes temporales de plantilla (Erte). Fuentes conocedoras de la negociación trasladan a elEconomista que Unidas Podemos pide más me-didas a Pedro Sánchez, en especial en materia de empleo. Debido a estos desencuentros, no se ha avanzado más con las medidas económicas, y su contenido se decidirá en la reunión de mañana. Ello concuerda con el malestar que ha suscitado entre las organizaciones de representación de los trabajadores y las patronales de empresarios el retraso en la definición del apoyo público a los Erte así como la provisión de liquidez y avales por parte del Estado o de un régimen claro de los aplazamientos y fraccionamientos tributarios exentos de intereses, así como de la suspensión de cotizaciones para autónomos afectados por la inactividadMayor protecciónNo en vano, una de las mayores disensiones surgió por la insistencia desde la cartera de Trabajo, que dirige Yolanda Díaz, de lograr una mayor protección para quienes se queden en paro o vean reducido su trabajo, lo que supondría un fuerte desembolso, de cuantía indeterminada, para las arcas públicas al que a priori el Gabinete económico entendió que no había aún que dar la máxima inyección, hasta la definición de su régimen definitivo. En el decreto de declaración del Estado de alarma se designa como autoridad competente al Gobierno, encabezado por el presidente Pedro Sánchez, quien delegará en las carteras de Defensa, Interior, Sanidad, y Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, ocupadas respectivamente por Margarita Robles, Fernando Grande-Marlaska, José Luis Ábalos y Salvador Illa, lo que excluye a ministros de Podemos del órgano gestor de la situación de excepcionalidad, siendo ante cualquier conflicto Illa, el titular de Sanidad, el órgano dirimente entre Ministerios. Por otra parte, se emplaza a las Fuerzas y Cuerpos de seguridad para la preservación de los límites marcados por el Estado de Alarma, dentro de un reconocimiento público a la labor del personal sanitario.