Bastan diez palabras para sacudir los cimientos del mayor evento em-presarial que acoge España desde hace 14 años. "Estamos preparados para acoger el Mobile. Iremos a por él". Así se pronunció ayer Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, y acto seguido encendió un debate que parecía sofocado el año pasado, cuando la organización del Mobile World Congress (MWC) ratificó a la capital catalana como la sede del mayor evento mundial del mercado de las telecomunicaciones hasta 2023. En respuesta a los asistentes de un desayuno informativo organizado por Europa Press, la jefa del Gobierno regional mostró su plena disposición para atraer hacia su comunidad autónoma el Mobile World Congress (MWC), feria que cada año convierte Barcelona en la capital mundial de las telecomunicaciones, con la asistencia de más de 109.000 cualificados visitantes.En el mismo acto, Ayuso desveló que ya ha estado hablando "durante semanas" con organizadores, sin adelantar más acontecimientos. No obstante, la presidenta autonómica ha criticado el trato que los políticos catalanes prodigan a este tipo de iniciativas. "Creemos que es un evento que se puede celebrar en Madrid y por el que ya me he interesado en otras ocasiones". En su argumentación, Ayuso recordó que la capital española ha demostrado recientemente la solvencia para acoger este tipo de acontecimientos, como lo demuestra la reciente Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático. Según apuntilló, la Cumbre del Clima pone de manifiesto que Madrid está preparada para organizar cualquier gran proyecto "de la magnitud que sea y de la dificultad que conlleve", con la garantía de que los que visiten la autonomía van a tener en ella "toda la libertad para moverse, para relacionarse y para emprender".Al término del desayuno informativo, Ayuso compartió a través de Twitter un mensaje por el que se reafirmaba en sus anteriores declaraciones. "Si Ada Colau ataca al Mobile, que sus organizadores sepan que Madrid estaría encantada de organizar ese congreso. No puede salir de España y en Madrid la tecnología nos importa mucho".La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, no tardó en dar respuesta. En las redes sociales, expuso: "Años de trabajo duro y colaboración entre administraciones. Esa es la clave detrás de eventos de éxito como el Mobile World Congress que la señora Ayuso parece desconocer. Tal vez por eso alimenta la confrontación y la polémica. No es el camino". Asimismo, en declaraciones a Rac1 recogidas por Ep, criticó a Ayuso por "buscar cizaña como si fuera una tertulia de bar", lo que demuestra que "no entiende que el MWC no se improvisa y que lo que menos quiere son polémicas, y menos entre administraciones públicas".Tras las declaraciones de Ayuso, desde Presidencia de la Comunidad de Madrid matizaron que no quieren que el MWC salga de Barcelona y se vaya de España. "Pero si sale, Madrid estará ahí". El interés manifiesto de la Comunidad de Madrid por atraer el MWC hacia su territorio se remonta a 2016, cuando la entonces presidenta de la Comunidad, Cristina Cifuentes, ya postuló Madrid como candidata para acoger la feria del móvil, en vísperas de la renovación del mismo, en competencia con otras ciudades como París y Shanghái.Pugna internacionalCada año, la GSMA recibe propuestas de todo el mundo para postularse para acoger el MWC, que Barcelona celebra desde 2006. Con todo, la visión internacional de la GSMA hace que la candidatura de Madrid pierda puntos, por estar demasiado próxima geográficamente a Barcelona como para considerarla como alternativa. De hecho, cuando la organización se planteó anular el congreso de Barcelona de 2018 por la inestabilidad política y social que desencadenó el referéndum de independencia de Cataluña de octubre de 2017, su consejero delegado, John Hoffman, apuntó que barajaron ciudades alternativas, pero ninguna dentro de la Península Ibérica.Asimismo, Hoffman atribuye año tras año la longevidad del congreso en Barcelona a la buena acogida recibida por parte de todas las administraciones -locales, autonómica y estatal-. De hecho, Fira de Barcelona se ha adaptado plenamente a las necesidades de crecimiento del evento a lo largo de los años, y ya prepara una ampliación para seguir ofreciendo a la GSMA un espacio mayor y más moderno con el que convencerla de su permanencia en la capital catalana más allá de 2023.La GSMA, siempre discreta en sus manifestaciones -no reconoció que el MWC 2018 peligró en Barcelona hasta un año después-, se limitó ayer a recordar la vigencia del contrato actual, que también abarca la Fundación Mobile World Capital Barcelona, y no se pronunció sobre contactos con Madrid.