La aerolínea recortará el 2% de la oferta en España por la crisis de BoeingEl Ministerio de Trabajo ha dado un severo toque de atención a Ryanair por cómo está llevando a cabo el ajuste laboral y salarial en la base de Gerona. El director general, Ángel Allué, ha enviado una carta a la compañía irlandesa en la que le advierte de que el Ministerio "no va a tolerar" que se obligue a los pilotos y tripulantes a perder derechos adquiridos como la antigüedad. Asimismo, ha informado a la aerolínea de que va a ordenar a la Inspección de Trabajo y Seguridad Social que investigue qué está pasando en la base catalana y "practique las actuaciones que procedan, incluida la exigencia de las responsabilidades administrativas o de otro tipo a que haya lugar". Ryanair ha respondido a esta misiva en una rueda prensa asegurando que "cumple con la ley española" y que dará a la Administración la información que requiera.El departamento que dirige Magdalena Valerio ha enviado esta carta tras recibir varias denuncias de UGT y de otros sindicatos sobre las "irregularidades y malas prácticas" en las que está incurriendo la low cost al implementar el plan para transformar los contratos fijos en fijos discontinuos en la base de Gerona, que va cerrar tres meses al año a partir de 2020. Y es que, según denuncian y recoge Trabajo en su misiva, Ryanair estaría aprovechando la novación de los contratos para "imponerles de forma unilateral una serie de condiciones desfavorables y ajenas a lo ofrecido en su día". En concreto, los sindicatos aseguran que la compañía elimina la antigüedad de los trabajadores en los nuevos contratos, rebaja el precio por hora o elimina derechos para pedir movilidad. Tras cerrar el ERE sin acuerdo, Ryanair presentó unas "medidas sociales de acompañamiento" destinadas a evitar el cierre de la base de Gerona, que contemplan que los pilotos y tripulantes de cabina pasen de un contrato fijo a uno del 75 por ciento. La medida implicaba que todos los empleados de la base firmasen el nuevo contrato antes del 1 de diciembre y que aquel que no lo firmara sería despedido. En este punto, muchos TCP y pilotos firmaron la novación con salvedades, es decir, advirtiendo de que no aceptarían la pérdida de derechos, y la compañía les contestó que si no aceptaban el contrato como estaba serían despedidos. Paralelamente, desde Recursos Humanos se realizaron llamadas para decirles que volvieran a enviar el contrato sin las alegaciones."Esta Dirección no puede tolerar ninguna práctica que desvirtúe por la vía del hecho el plan de acompañamiento. Les dirigimos este escrito con la advertencia de que deberán abstenerse de llevar a cabo cualquier tipo de prácticas que (...) vulneren la legalidad vigente", reza la carta. Ryanair recibió esta misiva la semana pasada y esta ha visitado Barcelona para reunirse con la Conselleria de Territori y anunciar un enfriamiento de su ritmo de crecimiento en Europa, donde avanzará un 2 por ciento frente al 8-10 por ciento de otros años. Un ajuste que en España se traduce en una caída de la oferta del 2 por ciento. La compañía ha asegurado que el descenso será mayor en Cataluña, donde recortará la oferta de plazas entre un 3 por ciento y un 4 por ciento tras ajustar la capacidad en Gerona un 21 por ciento. En todo momento, la aerolínea ha explicado que el recorte se debe a la falta de aviones por la crisis del MAX, que en enero se dejará de fabricar. Ryanair tenía previsto recibir 58 aviones de Boeing en 2020 y ahora solo recibirá 10, cifra que puede llegar a cero por el retraso en su regreso a los cielos y la paralización de la producción. Aunque Ryanair asegura que, de momento, esta decisión productiva no le afecta, si no recibe ningún avión podría tener que ejecutar más recortes.