El cannabis es una industria que a nivel mundial tiene un enorme futuro porque la demanda supera la oferta y por lo tanto los precios son atractivos.
El viernes anterior la empresa colombiana Pideka recibió la Certificación en Buenas Prácticas para la producción de cannabis medicinal y la Certificación en Buenas Prácticas de Manufactura para la producción y transformación de productos farmacéuticos, por parte de la certificadora internacional SGS.
"Esta es una certificación contrastada por el mercado internacional la cual nos posiciona en la industria farmacéutica del cannabis medicinal", afirmó Borja Sanz de Madrid, presidente Pideka - Ikänik International.
La industria farmacéutica lo que necesita es tener un producto que tenga 100% control en su estabilidad, tal como lo hace Pideka con su sistema de producción in door, desde la semilla hasta la flor y desde la flor al extracto.
"Eso es lo que nos ha dado a nosotros una estandarización y lo que nos da este tipo de certificado que estamos recibiendo hoy porque estamos contrastando y llevando a cabo todos los cumplimientos y requisitos que pide la farmacéutia mundial", afirmó el directivo.
Añadió que se están buscando mercado como el de Alemania, el canadiense, el estadounidense donde los estándares de calidad son muy altos.
Se requiere mucho conocimiento, mucha inversión, mucha tecnología y tener muy claro los requerimientos de la industria internacional. Para que una industria farmacéutica alemana, sueca o americana ponga este componente en cualquiera de sus productos o medicamentos, se requieren muchos controles.
En Colombia se está haciendo una inversión desde el nicio del proyecto de 4 millones de dólares, de ahí se pasa a una ronda de inversión de 10 millones de dólares y de ahí se ejecuta un plan de negocios por un valor de 30 millones de dólares. Pero a nivel internacional también se paga bien pues hoy día cuesta 30 mil dólares un litro de aceite de cannabis. La capacidad de producción es de 4 mil litros al año.
Según Carlos Andrés Cruz Cardozo, jefe de laboratorio y cofundador de Pideka señaló que en estos momentos se encuentran adelantando los registros ante el Invima, estudios de estabilidad de fórmulas magistral, fitoterapéuticos y medicamentos.
Sin embargo, falta que por parte del Invima salga una regulación para fabricación de derivados medicinales de cannabis, ya existe fitoterapéuticos pero parcial.
Además falta una regulación global que es la modificación del Decreto 613 la cual se espera que sea la herramienta que facilite el comercio hacia otros países y a nivel nacional. El gobierno se comprometió a que estaría en noviembre pasado pero no ha pasado nada, lo cual ha frentado trámites internos.
Además una resolución expedida a finales del año pasado dio al Invima la potestad de administrar los documentos y trámites referentes a la fabricación, lo cual se ha vuelto otro cuello de botella. Falta más articulación de los entes reguladores.
Esto ha ocasionado problemas para la inversión extranjera, a lo cual se suma el que los bancos son precavidos frente al tema del cannabis, ellos siendo una empresa de gran movimiento tienen demoras y para los nuevos negocios es todavía más difícil.
El cannabis sigue siendo un tabú pese a todas las propiedades que tiene para la salud física y mental y sólo dejando atrás ese estigma se podrá lograr que la industria avance.
En países como Estados Unidos, Canadá, España, Holanda, se ha logrado desmitificar el tema, mientras que en Colombia sigue habiendo miedo y por eso ellos como empresa están tratando de cambiar esa imagen.
No obsante, las cosas están empezando a agilizarse y a mediano plazo va a ser mucho más rápido porque es una molécula segura, eficiente y con gran potencial médico.
La inversión que ha habido en la industria del cannabis está muy por encima de lo que se presenta en otras ya que en los últimos años fácilmente se han destinado recursos del orden de los 400 millones de dólares y se esperan aún más.
Es una oportunidad para el país, para el agro pero sobre todo es un reto que exige mucha investigación, mucha formación, profesionales acreditados pero infortunadamente Colombia tiene carencias en educación, en salud y en el sector rural lo cual va a limitar las posibilidades de toda la población.