El salario mínimo en EEUU: demasiado poco incluso para un piso en Segovia
- Algunos estados han fijado el SMI por en cima de los 15$
- Un trabajador estadounidense debe ahorrar su sueldo íntegro durante 15 años para acceder a un piso en España
- El SMI español supera al propio de EEUU
Elena Garagui
Hacía tiempo que en Estados Unidos no se escuchaba tanto la palabra recesión, pero es la única que podría explicar la situación económica del país en los próximos meses. El caos y la incertidumbre han calado en un contexto dominado por Trump desde hace 4 meses y en el que ha aumentado la presión de las políticas fiscales, por no hablar del miedo arancelario y del vaivén de decisiones continuas que desestabilizan incluso los mercados mundiales.
Las previsiones del Banco Central Estadounidense no son nada halagüeñas: la inflación aún se sitúa por encima del objetivo (2,3% en abril) y las medidas arancelarias podría incrementar el dato aún más, lo que estiman una repercusión directa al empleo, ya de por sí ninguneado: el SMI estadounidense permanece intacto desde hace más de 15 años, a pesar de la inflación acumulada del 40% desde entonces.
Una desactualización que implica una gran pérdida de poder adquisitivo entre los trabajadores de EEUU, así como dificultades obvias como afrontar una hipoteca, pagar el alquiler o recibir asistencia médica. El sueño americano, con el pack completo de casa, coche y dinero, comienza a ser una utopía más que complicada de alcanzar, incluso para sus propios ciudadanos.
Más aún cuando se añade el factor inmobiliario, quizá el indicador más visible del desfase entre salarios e inflación. En Estados Unidos, el precio medio de una vivienda en 2024 rondaba los 420.000 dólares (368.000 euros), según la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios (NAR), algo más de doble que el valor en España, en torno a 171.00, según el portal inmobiliario Idealista.
La pérdida de poder adquisitivo de 7,25$ a 5$
El SMI de Estados Unidos lleva fijado desde el 2009 en 7,25 dólares la hora. En términos anuales podríamos estimar poco más de 15.000 dólares brutos, teniendo en cuenta una jornada laboral completa de 40 horas y sin restar impuestos, cotizaciones, ni días de baja o vacaciones; totalmente incompatible con una vida estable y un desarrollo económico individual exitoso.
No obstante, diversos estados y ciudades han elevado sus propios salarios mínimos. Por ejemplo, California ha elevado el sueldo básico de sus trabajadores hasta los 16 dólares por hora, mientras que en Nueva York ronda los 16,50 dólares (la última subida hace tan solo unos meses). Por su parte, Washington D.C. lidera el ranking con el SMI más alto de todo el país con 17,50 dólares la hora.
Sin embargo, el salario mínimo federal sigue siendo la referencia legal para la mayoría de los estados del país, en especial para las áreas del interior, las más rurales y conservadoras, donde los costes de vida pueden ser más bajos, pero no lo suficiente como para compensar el estancamiento salarial.
De hecho, esos 7,25 dólares del SMI ni si quieran valen lo mismo. Teniendo en cuenta la ya mencionada inflación acumulada del 40%, ahora mismo el sueldo mínimo equivale a unos 5 dólares reales en poder adquisitivo. En otras palabras: los trabajadores en cuyos estados permanece el mínimo federal han perdido gran parte de valor adquisitivo, pero tampoco esperan actualizaciones.
Es más, hace tan solo unas semanas corría el rumor falso de una posible subida por parte de la administración Trump hasta los 25 dólares, lo que implicaría un incremento de más del triple. Ni el propio Gobierno, ni el Departamento de Trabajo están llevando a cabo tal reforma y se espera con seguro que el SMI se mantenga intacto mínimo hasta el final de la actual legislatura en 2029.
Por su parte, la evolución de los últimos años del SMI español ha sido más que notable, doloroso en comparación con el de EEUU. En 2009, el SMI español era de 624 euros mensuales, frente a los 1.184 euros actuales (en 14 pagas, casi 16.600 euros brutos anuales). Esto supone un incremento del 81% en 15 años, mientras que el salario mínimo federal estadounidense ha permanecido inmóvil. Incluso descontando la inflación, el poder adquisitivo del salario mínimo español ha mejorado de forma significativa, lo que explica que muchas viviendas, sobre todo en núcleos urbanos pequeños, sigan siendo asequibles para trabajadores en sectores básicos. Lo que no sucede en Estados Unidos, ni aunque quisieran comprarse un piso en Segovia.
El desajuste más notable: la vivienda
Si un trabajador estadounidense que cobra el SMI del país quisiera acceder a una vivienda, deberá ahorrar su nómina de manera íntegra durante casi 30 años, claro sin gastar ni un solo céntimo en vivir, en impuestos, en gastos médicos... Si lo quisiera hacer en España serían 15 años de media, más incluso que los propios españoles. ¿Podría entonces un trabajador de EEUU comprarse una casa en España? ¿En Segovia, por ejemplo?
A pesar de que Segovia no se encuentra entre los 25 municipios más baratos de España sigue siendo uno de los más asequibles teniendo en cuenta que se encuentra a tan solo una hora de Madrid y es considerada incluso ciudad dormitorio de la capital.
Así, tiene un mercado inmobiliario relativamente accesible dentro del estándar español y también europeo. Según los datos más reciente de Idealista, correspondientes a mayo de 2025, el precio medio de venta en Segovia capital es de poco más de 2.000 euros el metro cuadrado. Esto implica que un piso de 80 m² costaría aproximadamente 180.000 euros, al cambio actual al más de 205.000 dólares.
Retomando el SMI del trabajador estadounidense, en torno a 15.080 dólares brutos al año, necesitaría casi 14 años enteros de trabajo sin gastar un centavo para costearse una vivienda de tamaño medio en Segovia. Pero esto es teórico. En la práctica, es imposible: nadie puede vivir sin gastar, y menos aún en Estados Unidos, donde no existe sanidad pública gratuita y los costes de vida son considerablemente más altos que en España.
Además, este cálculo omite variables importantes como los tipos de interés, los impuestos a la propiedad, los gastos notariales o los costes de vida mientras se ahorra. En otras palabras, ni siquiera un salario mínimo de la "tierra de las oportunidades" permite acceder a una vivienda en una ciudad media española.
Comparar el salario mínimo estadounidense con una ciudad castellana de España solo refleja la pérdida de significado de este: la tierra de las oportunidades, la de la "woking class hero", es ya solo una quimera de lo que fue y pudo haber sido y no es, con millones de trabajadores estadounidenses sumidos cada vez más en la pobreza.
El SMI a debate: afecta más a mujeres y personal esencial
Durante la última campaña electoral para la presidencia de los Estados Unidos, Joe Biden prometió duplicar el salario mínimo federal, pero la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca provocó un giro de 180º en materia de empleo. O, mejor dicho, ningún giro, ya que el de Queens no ha anunciado ni tiene entre sus prioridades aumentar el SMI.
Una medida la de subir el SMI que, sin embargo, beneficiaría a más de 25 millones de personas, según el Pew Research Center, de las cuales el 60% serían mujeres, y una parte sustancial trabajadores esenciales: personal de limpieza, cuidados, restauración o comercio.
La desigualdad se convierte en un círculo vicioso. Los salarios bajos no permiten acceder a una educación superior, lo que a su vez limita las oportunidades laborales, perpetuando un sistema económico en el que los trabajadores pobres apenas sobreviven.