Empleo
BBVA y Fedea alertan sobre la desaceleración en la creación de empleo en el tercer trimestre
- La población de nacionalidad extranjera representó dos terceras partes del repunte de la ocupación en el 2T2024,
- Las horas trabajadas por el conjunto de ocupados crecieron un 1,0% trimestral CVEC entre abril y junio
- El alza de la afiliación entre julio y la primera quincena de septiembre es cinco décimas menor a la de los dos trimestre previos
Noelia García
Madrid,
BBVA y Fedea advierten sobre una ralentización en el ritmo de creación de empleo durante el tercer trimestre de ese año, con un incremento de la afiliación del 0,3% entre julio y mediados de septiembre. Este dato representa una reducción de cinco décimas respecto al crecimiento registrado tanto en el primer como en el segundo trimestre, que fue del 0,8%.
Rafael Doménech, responsable de análisis económico de BBVA Research, señaló durante la presentación del 'Observatorio Trimestral del Mercado del segundo trimestre del año' que la tasa de afiliación trimestral en el tercer trimestre se ubicará en torno al 1,2% interanual, menos de la mitad del crecimiento registrado en los dos trimestres previos, cuando la afiliación aumentó un 3% en comparación con el año anterior. Aunque Doménech subraya que todavía es necesario esperar a la conclusión del mes para confirmar estos datos, anticipa una desaceleración clara.
La población de nacionalidad extranjera representó dos terceras partes del crecimiento del empleo en el segundo trimestre, explicando casi el 70% del aumento acumulado desde el cuarto trimestre de 2019, especialmente en el grupo de mayores de 55 años. Los trabajadores españoles mayores de 44 años también contribuyeron al crecimiento del empleo, mientras que el número de empleados españoles de entre 25 y 44 años disminuyó por cuarto trimestre consecutivo y sigue sin alcanzar los niveles previos a la pandemia.
Doménech señaló que tanto los trabajadores por cuenta propia como los asalariados con contrato indefinido son los principales responsables del aumento de la ocupación en el segundo trimestre, lo que explica el comportamiento positivo del empleo en ese periodo. También destacó la heterogeneidad en el comportamiento del mercado laboral según la nacionalidad y la edad de los trabajadores. Según sus declaraciones, el grupo de trabajadores entre 45 y 54 años, así como los mayores de 55 años, fue el que más creció, incluyendo a los españoles mayores de 55. Sin embargo, el grupo de trabajadores entre 35 y 44 años continuó contrayéndose y no ha recuperado su nivel prepandemia, un hecho que atribuyó a cambios en la estructura demográfica.
Doménech explicó que las horas trabajadas totales han aumentado debido a dos factores: un incremento en las horas trabajadas por ocupado y el dinamismo del empleo. Aunque el crecimiento del empleo en términos de ocupados, según la contabilidad nacional o la Encuesta de Población Activa (EPA), ha sido superior al de la Unión Europea, en cuanto a horas trabajadas, el dinamismo ha sido inferior. Esto se debe, según él, a un comportamiento diferencial en las horas por ocupado, lo que refleja un crecimiento más extensivo en el número de trabajadores que en el aumento de horas trabajadas por cada uno de ellos.
Concretamente, entre abril y junio de 2024, las horas trabajadas por el conjunto de ocupados aumentaron un 1,0% trimestral corregido por variaciones estacionales y de calendario (CVEC). A diferencia de los dos trimestres anteriores, este crecimiento se debió tanto al incremento del tiempo de trabajo por empleado (margen intensivo) como a la creación de nuevos empleos (margen extensivo). El repunte del margen intensivo se explica por la reducción del número de ocupados que no trabajaron en la semana de referencia, que disminuyó un 5,6% CVEC, pese al aumento de las bajas por enfermedad. Asimismo, la tasa de empleo a tiempo parcial bajó dos décimas, situándose en el 13,4% CVEC, lo que favoreció un aumento de la jornada laboral efectiva.
Aunque el número de trabajadores en España y la UE-27 ya supera los niveles previos a la pandemia, la recuperación de las horas trabajadas ha sido más lenta, debido al comportamiento menos favorable del margen intensivo. Pese al aumento registrado entre abril y junio, las horas trabajadas por ocupado siguen siendo un 2,2% inferiores a las del cuarto trimestre de 2019.
El crecimiento del empleo, junto con la recuperación del tiempo de trabajo por ocupado, impulsó el total de horas trabajadas, superando el nivel prepandemia. El PIB real por ocupado también encadenó tres trimestres de crecimiento (0,4% trimestral CVEC -variaciones estacionales y efecto calendario-), impulsado por el aumento del tiempo trabajado, que compensó la caída de la productividad por hora.
Los costes laborales se moderaron debido a la contención salarial y el repunte de la productividad, pero continúan presionando al alza los precios. Mientras tanto, la tasa de paro y otras medidas de infrautilización laboral siguieron descendiendo en el segundo trimestre, a pesar del aumento sostenido de la población activa. Las vacantes laborales superaron las 147.400 (0,9% más que el trimestre anterior), manteniendo la tasa de vacantes estable en 0,6 puestos por cada mil personas activas.
"Tenemos un crecimiento más extensivo en el número de trabajadores que intensivo en el número de horas trabajadas por ocupado", explica Domenéch.
Además, la revalorización salarial media pactada en los convenios colectivos en vigor para 2024 se ajustó a las recomendaciones del V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), mientras que el aumento salarial en los convenios de nueva firma mostró una desaceleración.
Tasa de paro en niveles de 2008
La tasa de paro en el segundo trimestre de 2024 se situó en niveles no vistos desde mediados de 2008, impulsada por la creación de empleo que continuó reduciendo tanto el desempleo como otras formas de infrautilización laboral, a pesar del crecimiento sostenido de la población activa, que aumentó un 0,3% trimestral. El desempleo de larga duración también experimentó una notable mejora, disminuyendo medio punto hasta el 41,4% CVEC, con una caída más pronunciada en el número de personas que llevaban más de un año buscando trabajo, en comparación con aquellos en situación de desempleo de corta duración.
Paralelamente, el número de puestos vacantes siguió creciendo, alcanzando más de 147.400 en el segundo trimestre, lo que supone un aumento del 0,9% con respecto al trimestre anterior. Este incremento se concentró en sectores como las actividades financieras, el comercio, las actividades sanitarias, la industria manufacturera, las actividades artísticas y las tecnologías de la información (TIC), que compensaron las caídas registradas en la construcción, la educación, las actividades administrativas, profesionales y otros servicios.
A pesar del aumento de los puestos no cubiertos, la tasa de vacantes se mantuvo estable en 0,6 puestos por cada 1.000 personas activas, en línea con la tendencia observada desde mediados de 2022, debido al crecimiento paralelo de la participación laboral.
Cabe destacar que el estudio revela que el número de vacantes superó las 147.400, alcanzando así los niveles más altos de este ciclo económico expansivo, aunque aún por debajo de las cifras observadas en 2007. "La presión sigue siendo alta, y las empresas enfrentan dificultades para cubrir las vacantes", señaló Doménech.
La inmigración crea más empleo que los 'locales'
Durante la presentación del informe, se subrayó que la inmigración ha sido responsable del 90% del crecimiento de la población activa desde 2021. Además, se destacó que la creación de empleo entre la población inmigrante ya supera los niveles alcanzados entre 2000 y 2008, durante el auge inmobiliario. Florentino Felgueroso, investigador asociado de Fedea, señaló que la segregación laboral de los trabajadores extranjeros ha disminuido en comparación con la ola migratoria de 2000, y afirmó que los inmigrantes están ocupando puestos de trabajo "a lo largo de todo el espectro ocupacional".
"La inmigración ya, en esta segunda fase, ya no vienen a hacer lo que no queremos nosotros, sino que, además vienen a hacer, a relevar también lo que nosotros ya no tenemos población", indicó.
Desde 2019, el informe revela que la participación de los inmigrantes ha aumentado en casi todas las ocupaciones, con un crecimiento en 150 de los 170 subgrupos de empleo analizados. Sin embargo, los inmigrantes todavía mantienen una alta concentración en ciertos sectores, como el trabajo doméstico y los cuidados, concentrándose en tres ocupaciones principales: empleo doméstico, camareros asalariados y personal de limpieza, que representan el 30% del total de trabajadoras extranjeras. En conjunto, la mitad de los 4,2 millones de ocupados extranjeros se agrupa en 15 ocupaciones, siendo estas tres las más destacadas, sumando el 18% del empleo en este colectivo.
La concentración es especialmente notable entre las mujeres inmigrantes, donde el 63% se agrupa en 15 ocupaciones, con el empleo doméstico, las camareras asalariadas y el personal de limpieza como las ocupaciones con mayor presencia.
A pesar de que muchos inmigrantes continúan en empleos poco cualificados, el proceso de inserción laboral de los extranjeros en el mercado de trabajo español está mostrando menores niveles de segregación ocupacional en comparación con los años previos a la Gran Recesión. Esto es evidente tanto en hombres como en mujeres, debido al aumento de la participación de inmigrantes en una mayor diversidad de ocupaciones.
"No hay evidencia que permita sostener que la llegada de inmigrantes ha perjudicado las oportunidades de empleo de los nativos", destacó también la investigadora de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) Raquel Carrasco, que también descarta impactos en los salarios.
En un sentido similar, Juan Ramón García López, economista principal de BBVA Research, cuestionó si la narrativa negativa en los medios sobre la inmigración podría estar influyendo en el rechazo social hacia este fenómeno, sugiriendo que una mayor atención a los medios podría estar amplificando percepciones negativas.
Ademas, el estudio pone de manifiesto que la segregación ocupacional ha disminuido para aquellos con entre 0 y 3 años de residencia, en comparación con los inmigrantes en la misma situación hace una década. Además, los recién llegados experimentan una menor segregación cultural en comparación con sus predecesores de hace 10 años, en parte debido a que muchos de los inmigrantes que llegaron durante la recesión han abandonado el país, particularmente aquellos que trabajaban en la construcción.
También se destaca que la creación de empleo entre la población inmigrante está superando la registrada durante la expansión inmobiliaria entre 2000 y 2008. Este crecimiento se está produciendo con tasas de segregación ocupacional más bajas, lo que indica una mayor presencia de inmigrantes en diversos sectores, especialmente entre los hombres.
Por su parte, Marcel Jansen, investigador de Fedea, ha señalado que el impacto de la inmigración en el mercado laboral es positivo. Los últimos datos de la Seguridad Social muestran que el número de afiliados extranjeros supera los 2,8 millones, representando el 13,5% del total de ocupados en el país. Felgueroso, ante esto, aseguró que para seguir creciendo, España necesita inmigrantes y ha hecho un llamado a combatir los rumores infundados sobre el tema. Además, subrayó la importancia de los inmigrantes en el mantenimiento de sectores vitales (construcción y cuidados) para la economía y el bienestar social.
Por su parte, Carrasco, criticó la "excesiva" preocupación de la población española respecto a la inmigración, señalando que los últimos datos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) reflejan una desinformación significativa sobre la contribución de los migrantes. Carrasco calificó de "escandalosas" las cifras de inquietud pública y atribuyó esta percepción errónea a la falta de información adecuada.
En términos de condiciones laborales, Carrasco indicó que los trabajadores migrantes ganan aproximadamente un 30% menos que sus contrapartes nativas. Esta disparidad, según explicó, se debe a factores como la menor experiencia y la concentración de los migrantes en sectores con salarios más bajos. Sin embargo, destacó que la principal preocupación debería ser la "calidad del empleo" en lugar de la cantidad. A los cinco años de residencia en España, las mujeres latinoamericanas, por ejemplo, tienen tasas de actividad superiores a las de las españolas, y las tasas de desempleo de los migrantes tienden a converger con las de los nacionales, con los hombres migrantes incluso mostrando menores tiempos de desempleo. Este cambio sugiere una mejora en la integración laboral de los inmigrantes con el tiempo.
Según los datos del Censo y de la Encuesta de Población Activa (EPA), durante el primer año de estancia en España, la brecha de empleo entre los inmigrantes y los nativos es de 15 puntos porcentuales para los hombres y de 4 puntos porcentuales para las mujeres. No obstante, esta diferencia varía significativamente dependiendo del país de origen. Por ejemplo, los hombres africanos experimentan una brecha de empleo inicial de 8 puntos porcentuales.
La reducción de jornada, perjudica a los extranjeros
Durante la presentación también se ha expresado la preocupación de Fedea de que la propuesta del Gobierno para reducir la jornada laboral a 37,5 horas semanales, frente a las 40 actuales, podría tener un impacto negativo significativo en los trabajadores extranjeros. Esta medida, según los expertos, podría limitar la capacidad de estos empleados para acumular horas de trabajo y, por ende, disminuir sus rentas futuras.
Marcel Jansen argumentó que la reducción de la jornada laboral podría afectar negativamente a la población inmigrante. Al limitar el número de horas que los empleados pueden trabajar en una sola empresa, se incrementan los costes laborales para las empresas, que podrían trasladar este aumento a los incrementos salariales, que se verían "menores" que si no se redujera la jornada. Jansen cuestionó que esta política realmente responda a las necesidades del colectivo inmigrante, especialmente de aquellos que han llegado recientemente a España y que priorizan la obtención de mayores ingresos.
"En el colectivo de inmigrantes, sobre todo los recién llegados, su prioridad es la renta. ¿Y qué está haciendo el Gobierno? Disminuye su capacidad de acumular horas de trabajo en el mismo empleo. No está nada claro que esto sea lo que desean estos trabajadores", subrayó Jansen. También destacó que este problema podría extenderse a muchas personas en sectores con rentas bajas.
Por su parte, Juan Ramón García señaló asimismo que los trabajadores extranjeros serán uno de los grupos más afectados por la reducción de jornada, tachando la medida de "negativa" para estos empleados.
Sin embargo, Felgueroso, considera que la medida podría tener un impacto limitado en los inmigrantes. Según Felgueroso, la reducción de jornada se aplicará principalmente a las empresas, pero no a los empleos de corta duración y pluriempleo, donde la presencia de trabajadores extranjeros es significativa. "¿Cómo va a afectar esta medida a jornadas de corta duración, que están muy presentes en empleos como personal de limpieza y empleados del hogar?", se preguntó Felgueroso, destacando que en estas profesiones es donde hay mayor concentración de inmigrantes.
Felgueroso concluyó que el Gobierno no podrá regular completamente las horas de trabajo de un empleado que, si lo desea, puede trabajar hasta 100 horas a la semana en varios empleos. "Un trabajador puede trabajar lo que quiera", finalizó el investigador.