Empleo

¿Pensando en pedir una subida salarial? 3 mitos que alejan a la mayoría de conseguirlo

  • Pedir un aumento de salario siempre es un momento complicado, pero a veces nos marcamos limitaciones que, según los expertos, no siempre son realistas

elEconomista.es

Ir al despacho del jefe/a o responsable de recursos humanos y negociar una subida salarial. Una situación que sucede muchas veces en la cabeza de los empleados pero menos de las que seguramente querrían en realidad.

El contexto actual puede hacer que pensemos que es una de las peores épocas para pedir un aumento salarial, sin embargo, aquí comentamos cómo un contexto inflacionario da al empleado una mayor capacidad de negociación.

Pese a esto, a veces hay algunas creencias o mitos que nos alejan del deseado aumento. En el portal especialista en empleo The Muse han recopilado varios estudios y opiniones de expertos para repasarlos y contrarrestarlos.

Tu sector es de bajo salario y por lo tanto no se puede aspirar a nada

Seguramente habrás oído alguna vez que debes conocer tu "valor de mercado", y probablemente te habrás encontrado buscando frenéticamente en Google los sueldos medios del sector y los rangos salariales. Pero intentar basar tus negociaciones en el valor de mercado puede ser confuso y limitante.

Si tienes un historial de rendimiento bueno y tu papel en la organización es importante, no es aconsejable fijarse en estos rangos. Teniendo esto en cuenta, prueba lo siguiente para mejorar la estimación de tu valor durante las negociaciones:

Pide un aumento de tu salario porcentual, no ceñido a un rango concreto. Por ejemplo, un 5, un 10 o un 15%, y acompáñalo de datos que puedan representar que tu productividad o tu importancia en el equipo son homólogos a ese aumento.

Una contraoferta es la mejor forma de subir el sueldo

Puede que sea la medida más rápida al provocar una reacción, pero aunque llevar contraofertas competitivas al despacho de tu superiores se ha convertido en una forma popular de negociar una remuneración más alta, puede ser una trampa a medio plazo.

De hecho, poner una contraoferta sobre la mesa no es la táctica inicial más eficaz, porque limita tu compensación a la oferta más alta que hayas recibido en otra parte.

Algunos expertos recomiendan en concreto no compartir inicialmente la cuantía de estas ofertas si las tenemos, aunque la empresa lo pida. Las empresas casi siempre te pedirán que compartas las contraofertas al principio del proceso de negociación y a veces incluso te sugerirán que solo pueden negociar si tienes una.

Utilice las contraofertas como último recurso. Si la empresa se niega en redondo a ceder y tienes ofertas superiores, entonces (y solo entonces) merece la pena presentarlas.

No te apasiona el trabajo si cada cierto tiempo pides un aumento

La gente tiene mucha vergüenza a la hora de negociar. Puede que pienses que no debería tratarse de dinero si realmente te importa el trabajo, que no estás suficientemente implicado… y la lista podría ser interminable.

La realidad es que las empresas esperan que la negociación forme parte del proceso a lo largo de la carrera de todos sus empleados. Al fin y al cabo, se trata de una relación comercial. Estás ofreciendo tus habilidades y experiencia y deberías ser compensado en consecuencia, incluso si te apasiona y te entusiasma el trabajo.