El crédito, todavía en descenso
elEconomista.es
Las nuevas hipotecas crecieron durante el año pasado a ritmos del 20% y, posiblemente, este año lo hagan a una velocidad aún mayor. Sin embargo no será suficiente para que la cartera crediticia de los bancos, hipotecaria y no hipotecaria, consiga crecer y así las entidades esperan que en 2018 y por décimo año consecutivo siga la contracción, si bien de forma moderada.
Tan sólo el crédito al consumo despega, mientras los préstamos a empresas y a hogares se contrae. La economía española aún sigue purgando los excesos de endeudamiento de los años anteriores al estallido de la crisis y esto hace que, al contrario que en la mayoría de países de la Unión Europea, el volumen de las amortizaciones supere al de las nuevas concesiones.
La recuperación económica, que trae una mejora laboral y de sectores como el inmobiliario, presagia que el punto en el que el stock de crédito vuelva a aumentar no está muy lejano. Pero, por lo pronto, y esperando que ese momento llegue en 2019, la banca se enfrentará de nuevo a un escenario donde su negocio principal, el de los créditos, estará menguando en un entorno de tipos negativos.
No son buenas noticias para el sector, que afronta este ejercicio con el objetivo de mejorar su rentabilidad, todavía en niveles poco satisfactorios, y que se centrará, un ejercicio más, en compensar la caída de ingresos precedentes de los préstamos con la menor remuneración de los depósitos, la rentabilidad de negocios secundarios y el aumento de comisiones.