Editoriales

Fin a las diluciones en el capital de Repsol


    elEconomista.es

    En menos de dos años, Repsol ha reducido su deuda un 42%, hasta situarla en 7.000 millones. Tal esfuerzo hace que la agencia S&P mejore la nota de la petrolera hasta BBB estable un trimestre antes de lo que la firma esperaba. Sin duda, este incremento del rating apoyará la cotización de Repsol en el corto plazo. Pero lo más importante para sus accionistas es que abre la puerta a que la retribución al inversor vuelva a la normalidad.

    La volatilidad del petróleo impide que la firma incremente el dividendo o elimine el scrip. De ahí que todo apunte a que la mejora pasará por la recompra de títulos para evitar la dilución del inversor, en lugar del pago en efectivo. Una medida que, sin duda, elevará el atractivo de Repsol en bolsa.