Los inversores confían en España
elEconomista.es
La actividad de los fondos de capital riesgo en nuestro país se encuentra en plena expansión. La tendencia es especialmente visible en el ámbito energético, donde se ha producido la venta de Naturgas o las colocaciones realizadas por CLH de paquetes accionariales de su red de oleoductos. Este sector siempre será uno de los más atractivos, ya que garantiza cuantiosos y recurrentes ingresos a sus inversores.
Sin embargo, el auge del capital riesgo en nuestro país es un fenómeno de amplio espectro, que no se circunscribe a una sola actividad, como la energética, y que incumbe a empresas tan variopintas como Pronovias, los colegios Nace, o gestoras de residencias geriátricas. De hecho, solo hasta julio, el volumen movilizado de inversiones supera los 12.000 millones, lo que supone un incremento del 64,5 por ciento con respecto a los siete primeros meses de 2017.
Todo apunta, por tanto, a que el presente ejercicio marcará un punto de inflexión en la actividad del capital riesgo y se acercará a los momentos de su máxima ebullición en nuestro país, justo antes de la crisis. Sin duda, son factores decisivos de esta reanimación los bajos tipos de interés y la gran abundancia de liquidez disponible en los mercados. Sin embargo, ninguna de esas fuerzas sería decisiva si España no disfrutara, en los últimos meses de un entorno de crecimiento vigoroso y de estabilidad institucional. Por tanto, puede afirmarse con seguridad que los inversores dan por terminada la crisis en España y han recuperado la confianza.
Conviene no truncar esas expectativas, esquivando los riesgos de recaer en un nueva parálisis institucional (siempre posible ante un Gobierno en minoría) y evitando que el secesionismo transgreda las leyes.